Susana Muhamad, exministra de Ambiente, habla sobre la contienda política; “El debate no debe llevar a la violencia”

La exministra de Ambiente, Susana Muhamad, está recorriendo el país de cara a una posible candidatura a la Presidencia de Colombia en el 2026. Aunque aún no se decide a tomar este camino, si se está reuniendo con grupos de población, con el fin de poner sobre la mesa algunas de sus ideas frente a lo que piensa debería ser el país.

En su recorrido reciente por la ciudad de Cali habló con El País sobre varios hechos de la política nacional.

Seguimos en un momento de mucha convulsión en el país, luego del atentado al senador Miguel Uribe, ¿cree que hay que bajar el tono para hacer política en este momento en Colombia?

Lo que tuvimos las últimas semanas es un problema muy grave porque nuevamente algún actor, no sabemos todavía si es la mafia, no sabemos exactamente quién, ha decidido volver a intervenir en el futuro de Colombia utilizando la violencia política, este es un camino que no debemos recorrer.

Yo no creo que sea tan simple como decir que la causa de esto es lo álgido del debate político, pues este siempre será álgido porque de eso se trata la política. Creo que hay intereses mucho más de fondo, intereses que tienen que ver con la posibilidad de profundizar o no el cambio, que tienen que ver con la democracia, con intereses potencialmente ilícitos en las instituciones y en la economía del país.

Yo creo que el debate en la política debe ser una contraposición fuerte de opiniones y de posiciones porque hay intereses contrapuestos en este ejercicio, se debe siempre buscar salvaguardar la dignidad de las personas, pero el debate álgido en la política no nos debe llevar a la violencia.

¿Usted que está recorriendo el país ha llegado a sentir miedo en este momento?

Yo no siento miedo. Pero hay que ser cuidadosos. Yo lo que siento es indignación, desazón y la fuerza y la necesidad de generar, por lo tanto, una lucha más profunda porque no podemos nunca garantizar la democracia. La democracia no está dada. Toca ejercerla todos los días, toca lucharla todos los días. En este momento no siento miedo, pero el reciente atentado es una alerta muy profunda de que no debemos volver a repetir caminos y condiciones que ya vivimos en el pasado.

¿Usted hizo parte del Gobierno Petro hasta hace poco, cree que se han cumplido las metas o cree que hay bloqueo como dice el Presidente?

El Gobierno ha tenido sus errores, sus dificultades. Yo siempre he dicho que hay dos situaciones, es como querer correr una carrera de Fórmula 1 y montarnos en un Renault 4, que es el aparato del Estado. El Estado no está configurado para el tipo de cambio que este gobierno propone porque ha sido configurado para una lógica neoliberal de los últimos 30 años.

Hay dificultades de ejecución, ha habido dificultades de articulación, creo que por el mismo diseño institucional. Pero ha habido grandes logros y avances y eso creo que es lo que tenemos que profundizar. Me parece un gran avance los indicadores de pobreza, los indicadores de desempleo cuando no estamos en un ciclo de crecimiento económico a nivel mundial fuerte.

Me parece un gran avance el incremento del salario mínimo y demostrar que la capacidad de los trabajadores de invertir más, porque aumenta su salario, ha sido un motor para la economía; me pareció un éxito el control de la inflación de alimentos, la reforma agraria, el medio millón de tierras ya entregadas, y algo que no es menor, el cambio se ha visto reflejado en que los sectores populares de este país, por fin, se ven representados en una voz política en el Gobierno Nacional, que no había pasado antes.

Usted dice que aún no es candidata a la Presidencia, pero recorre el país, ¿cuáles son esas iniciativas que promovería?

Yo estoy en la unidad del Pacto Histórico y en la posibilidad de que tengamos una estrategia electoral exitosa para profundizar el cambio. Quiero poner en el proceso político -y no solo de corto plazo en el 2026-, sino hacia adelante, lo que yo llamaría la bandera por la vida en el centro, en el modelo económico.

¿Esto qué implica? Responder la pregunta, ¿cómo podemos desarrollar un economía próspera, que garantice los derechos, pero que no destruya la naturaleza? ¿Y cómo podemos desde nuestra diversidad social y cultural, que ha sido opacada, generar industrias muy importantes de nueva generación del siglo XXI que realmente estén en manos de asociaciones, de cooperativas y que incluyan grandes masas de población excluidas?

Ese es un centro de cambio, las transiciones hacia un modelo de desarrollo sostenible, es uno de los temas. Y otro tema que parece fundamental y que no se le ha puesto atención y que me parecería que está en el número uno de la agenda, es el agua. En este país, no solamente estamos acabando con las fuentes de agua, sino que además hay grandes sectores de población que no tienen acceso al agua.

Yo quisiera comprometerme a cambiar la lógica del manejo del agua en este país, garantizar el derecho al agua, al saneamiento básico y que eso se convierta en una agenda de transformación social y económica y territorial.

Usted es representante del progresismo, ¿qué haría diferente frente a lo que ha hecho el presidente Gustavo Petro?

Yo creo que si el cambio no es con la naturaleza, no va a haber cambio, y sino es con las mujeres no va a haber cambio. Creo mucho en el poder popular, al igual que el Presidente, que la gente empoderada, en una alianza público popular, cambia la economía, cambia el territorio, cambia sus condiciones de vida.

Y creo que tengo una habilidad importante que es la capacidad de la concertación pública, de generar posibilidades de unión entre diferentes para sacar adelante agendas, de ser un poco más pragmática en el ejercicio ejecutivo del poder y también de pedagogía sobre lo que significan las transiciones y generar una movilización que entusiasme y que posibilite que muchas fuerzas del país se puedan unir para propósitos comunes, no serán todos, porque aquí estamos en una democracia, no podemos pensar que todo el mundo va a pensar igual.

Sin duda, los cambios significan cambios de poder y esto siempre genera grandes resistencias, por eso es un proceso político, pero para mí la pregunta es cómo generamos la masa crítica que pueda superar eso y diría que mi superpoder es la posibilidad de generar visiones que articulan e inspiran a muchos.

Usted está visitando al Valle, ¿cómo ha visto la región?

Estuvimos en una correría inicial muy corta, pero vendrán muchas, estuve dedicada al movimiento social, especialmente a las mujeres, a los movimientos de resistencia que crecieron en Cali a partir del estallido social, pero que se han convertido en una fuerza vital de la ciudad, al tema urbano y al tema de la juventud.

También se instaló un consejo territorial para la vida y la transición que busca que las fuerzas alternativas de Cali se unan para pensar cómo estas banderas nos llevarían a tener unos modelos de desarrollo que ponen la vida en el frente.

Quisiera hacer una segunda visita con el sector productivo y especialmente emprendedores y academia que están buscando esos modelos de desarrollo de la biodiversidad. El Valle del Cauca atraviesa una situación difícil de violencia, de la injerencia de las economías ilícitas en el orden público, pero también tiene un crecimiento económico por encima del promedio nacional.