Columnistas
Lecciones de la Nobel
Las labores de cuidado terminan siendo parte del ciclo de vida de las mujeres, quienes además deben ocuparse no solo de los hijos, sino del hogar...
La Academia Sueca de las Ciencias resumió así las razones para entregar este año el Premio Nobel de Economía a la estadounidense Claudia Goldin: “Comprender el papel de las mujeres en el mercado laboral es importante para la sociedad. Gracias a su innovadora investigación, ahora sabemos mucho más sobre los factores subyacentes y las barreras que podrían afrontarse en el futuro”.
Goldin, la tercera mujer en lograr esta distinción, ha dedicado gran parte de su vida a investigar las razones, en distintos momentos de la historia, que explican las brechas de género en la sociedad. Su análisis recopila datos de 200 años y permite establecer hitos y variables que influyen en las diferencias de ingresos e inmersión activa en el mercado por parte de las mujeres.
Por ejemplo, resalta la diferencia entre mujeres y hombres tras el nacimiento del primer hijo y las labores de cuidado que recaen principalmente en la madre; sumado a que en muchos casos ellas flexibilizan su desempeño profesional, para ajustarse a esta nueva realidad.
Las labores de cuidado terminan siendo parte del ciclo de vida de las mujeres, quienes además deben ocuparse no solo de los hijos, sino del hogar, así como de las personas mayores o en situación de discapacidad. Al final, ellas dedican más horas que los hombres a estas labores, y dicha desigualdad no permite que la brecha se cierre.
En Colombia, de acuerdo con el informe ‘Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia’, hecho por ONU Mujeres, la Consejería para la Equidad de la Mujer y el Dane, en los dos últimos años hubo un aumento de 52 minutos en el trabajo de cuidado no remunerado que ejercen las mujeres, mientras que los hombres tuvieron una disminución de 13 minutos. En tanto, las brechas de género se calcularon en 67 mujeres ocupadas por cada cien hombres en 2022 y situaron la tasa de desempleo de las mujeres en 13,6%, frente a un 8,2% en los hombres.
Todas estas discusiones tan necesarias se ponen sobre la mesa con la noticia del Nobel, que le da peso a una realidad económica antes subestimada. Y así como la misma Goldin reconoció al recibir el Nobel que este es un logro de todos, quienes en el mundo trabajan para aumentar la participación laboral de las mujeres, sin duda su reconocimiento es un espaldarazo, un avance, para aquellos que trabajamos de manera continua por cerrar las brechas de desigualdad.
El empoderamiento económico de las mujeres se convierte en un tema del que hay que seguir conversando para sincronizar los aportes de distintos sectores en favor de la equidad. La investigación de Goldin, de la cual habrá muchos elementos más por analizar, nos pone a pensar como sociedad en la importancia de que haya una mejor distribución de tareas en los hogares, y que tanto la empresa privada como la academia y el sector público trabajen en el diseño de políticas que aporten a la participación de la mujer en el mercado laboral.
* Presidenta de la Fundación WWB Colombia