Columnista
Bodegueros… uníos
No se trata de opiniones espontáneas, sino de estrategias centralizadas, donde decenas de cuentas comparten al mismo tiempo el mismo mensaje para lograr un efecto multiplicador.

7 de jun de 2025, 03:48 a. m.
Actualizado el 7 de jun de 2025, 03:48 a. m.
‘Bodeguero’ es el desafortunado término que se ha popularizado para referirse a esos ‘influencers’ —otro mal término— que han perfeccionado el arte de manipular el pensamiento político.
Los recursos que usan son tan variados como astutos: se inventan historias, las ‘sustentan’ con clips de video editados, actuados, sacados de contexto o generados por inteligencia artificial. Deben ser escandalosos, emotivos o indignantes, para que el consumidor desprevenido o ingenuo se convierta en replicador gratuito.
Manipulan cifras, tergiversan hechos, editan declaraciones… todo vale con tal de ‘hacerse viral’, es decir, lograr que un chisme se esparza instantáneamente gracias a las redes sociales. Nunca había sido tan real aquello de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.
A quienes todavía les sorprende que una ciudad de tres millones sea sitiada por dos mil adolescentes, les falta entender el verdadero poder de la manipulación organizada en redes.
De ahí el concepto de ‘bodegas’: no se trata de opiniones espontáneas, sino de estrategias centralizadas, donde decenas de cuentas comparten al mismo tiempo el mismo mensaje para lograr un efecto multiplicador.
Dirigen y ajustan la estrategia según los resultados medidos cada minuto. Es como sembrar un virus en varios puntos a la vez, no esperar a que se propague espontáneamente a partir de un infectado.
Este mecanismo —basado en la nueva realidad social que crearon las redes— lo ha entendido y usado a la perfección la izquierda internacional. Solo han modernizado los preceptos de Lenin.
Mientras tanto, la ‘derecha’ —rótulo donde cabe cualquiera que no participe en la manipulación— ni se entera. Solo se lamenta cada vez que constata que una minoría gana elecciones. No se trata de usar los mismos trucos y engaños, sino de diseñar una estrategia para que la verdad y el pensamiento racional le llegue a las mentes veleta.
“Mis bodegueros son todos ustedes”, dijo Uribe a un grupo, desconociendo que la verdad espontánea queda pisada por la mentira dirigida.
En reiteradas ocasiones he hecho la misma pregunta a excelentes candidatos: ¿Cuál es su estrategia digital y cuántas personas componen su equipo de redes? La evasiva o ausencia de respuesta me lleva siempre a la misma conclusión: escalar una montaña con los pies amarrados debe ser realmente difícil.
Médico oftalmólogo, especialista en cirugía vitreoretinal. Docente universitario, fue gestor y director de la Clínica de Oftalmología de Cali y es reconocido como pionero en Colombia en cirugía de catarata con lentes intraoculares y en retinopexia neumática.