Tenis Paralímpico

Soy testigo de la trayectoria de más de 20 años en los que Sigifredo Hidalgo se ha dedicado a trabajar con compromiso, constancia y pasión por la causa del tenis de campo, y por ello considero que la carta que me envía, y que a continuación transcribo en parte, debe ser comunicada a la opinión pública para que ojalá se constituya en una invitación a la Alcaldía de Cali, a la Secretaría del Deporte y a la Liga Vallecaucana de Tenis a apoyar un evento que engrandece el deporte nacional.

“En el año 2003, la ciudad de Cali fue pionera en la implementación del tenis en silla de ruedas en Colombia. En un contexto en el que esta disciplina apenas se desarrollaba en algunos países de Sudamérica, surgió aquí la iniciativa de crear un espacio competitivo que impulsara el crecimiento del deporte paralímpico en el país.

Desde sus inicios, este proyecto ha promovido el acceso al deporte como medio para el fortalecimiento de la salud, la inclusión y la participación activa de las personas con discapacidad, reconociendo en ellas no solo su potencial deportivo, sino también su papel fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa.

Entre 2003 y 2006, Cali fue escenario de varios torneos nacionales que sirvieron como base para impulsar la práctica del tenis en silla de ruedas en Colombia. Gracias a ese continuo trabajo, en 2007 la Federación Internacional de Tenis (ITF) otorgó el aval para organizar por primera vez un torneo oficial en territorio colombiano.

Desde entonces, el Torneo de Cali se ha realizado de forma ininterrumpida, convirtiéndose en un evento tradicional a nivel continental, ampliamente reconocido por su trayectoria y calidad organizativa. A lo largo de sus ediciones, ha contado con la participación de grandes figuras del circuito mundial, lo que ha consolidado su prestigio dentro del calendario internacional.

La misión del Torneo Internacional de Tenis en Silla de Ruedas de Cali ha sido, desde sus inicios, consolidar un escenario competitivo de alto nivel que impulse el desarrollo personal y deportivo de sus participantes. Más que una competencia, el torneo representa una experiencia formativa en la que se forjan vínculos, se construye identidad colectiva y se fortalecen procesos que trascienden lo estrictamente deportivo.

Cada edición reafirma el compromiso con una práctica del deporte centrada en el respeto, el reconocimiento y la ampliación de posibilidades para las personas con discapacidad en el ámbito nacional e internacional.

Su apoyo sería clave no solo para garantizar la realización de esta nueva edición, sino también para permitir que los deportistas colombianos compitan en su país sin incurrir en los altos costos que implican los viajes internacionales, y así sumen puntos en el ranking mundial y fortalezcan sus procesos de clasificación hacia eventos como los Juegos Parapanamericanos y los Juegos Paralímpicos…”.

Es casi milagroso que los emprendimientos en Colombia sobrevivan, más aún si son del deporte. Larga vida para este maravilloso evento que por tanto tiempo le ha hecho el bien a nuestra capital deportiva.