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Lo que se sabe sobre los ‘monstruos celestiales’ que se detectaron en el espacio exterior
Un equipo logró encontrar pruebas sólidas de las llamadas “estrellas súpermasivas”.
Un estudio de expertos pertenecientes a tres universidades diferentes buscó a través del espacio exterior, con ayuda del telescopio Espacial James-Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) de Estados Unidos, y logró encontrar pruebas sólidas de las llamadas “estrellas súpermasivas”, las cuales podrían dar luces sobre los cúmulos de estrellas, conocidos también como “monstruos celestiales”.
Según informó la Universidad de Geneva en Ginebra, Suiza, el grupo de expertos fue conformado por la Universidad de Barcelona y el Institut d’Astrophysique de París (CNRS y Sorbonne University) e indagaron sobre las anomalías que se encuentran en la composición química de las estrellas nacidas al mismo tiempo.
“Los cúmulos globulares son los cúmulos estelares más masivos y antiguos del Universo. Pueden contener hasta 1 millón de ellos. La composición química de estas estrellas, nacidas al mismo tiempo, muestra anomalías que no se encuentran en ninguna otra población de estrellas. Explicar esta especificidad es uno de los grandes retos de la astronomía”, indicó la academia suiza en su comunicado.
Y agregó: “después de haber imaginado que las estrellas súpermasivas podrían estar en el origen, un equipo (...) cree haber descubierto el primer rastro químico que atestigua su presencia en globulares. proto-cúmulos, nacidos unos 440 millones de años después del Big Bang. Estos resultados, obtenidos gracias a las observaciones del telescopio espacial James-Webb, se encuentran en Astronomía y Astrofísica”.
Según reveló la universidad suiza, los Cúmulos globulares son gigantescas agrupaciones en las que pueden alojarse hasta un millón de estrellas, estos se encuentran en todo tipo de galaxias, incluso en la Vía Láctea hay al menos 180 de estos “monstruos celestiales”, pero para la ciencia es todavía un misterio el porqué estos cúmulos tienen una composición tan variada.
“Hoy, gracias a los datos recopilados por el Telescopio Espacial James-Webb, creemos haber encontrado una primera pista de la presencia de estas extraordinarias estrellas”, explica Corinne Charbonnel, profesora titular del Departamento de Astronomía de la UNIGE. Facultad de Ciencias, y primer autor del estudio.
Y sobre la dificultad en el estudio de estos monstruos celestiales, el profesor Mark Gieles, perteneciente a la Universidad de Barcelona y coautor del estudio, reveló que, “los cúmulos globulares tienen entre 10 y 13 mil millones de años, mientras que la vida máxima de las superestrellas es de dos millones de años. Por lo tanto, desaparecieron muy temprano de los cúmulos que actualmente son observables. Solo quedan rastros indirectos”.
Las observaciones con la visión infrarroja del telescopio James Webb logró respaldar la hipótesis de los investigadores que fue publicada en 2018, en la que señalaron que las estrellas súpermasivas se habrían podido contaminar con la nube de gas, esto en plena formación de los cúmulos, por lo que la composición química habría resultado diversa o “heterogénea”.
“Se ha establecido que contiene proporciones muy altas de nitrógeno y una densidad de estrellas muy alta”, recalcó Daniel Schaerer, quien es profesor asociado del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias de la UNIGE y coautor del estudio, afirmando que tras los análisis, algunos cúmulos globulares se estarían formando actualmente en la Vía Láctea, estos tendrían consigo una estrella súpermasiva activa.
“La fuerte presencia de nitrógeno solo puede explicarse por la combustión de hidrógeno a temperaturas extremadamente altas, que solo el núcleo de las estrellas súpermasivas puede alcanzar, como lo muestran los modelos de Laura Ramírez-Galeano, estudiante de maestría en nuestro equipo”, explica Corinne Charbonnel.
Así entonces, se indicó que estos resultados estarían apoyando las investigaciones a nivel internacional, para lograr llegar a explicar las “anomalías de la abundancia”, como fueron llamadas por la composición química múltiple, presentes en los cúmulos globulares.
“El próximo paso para los científicos será probar la validez de este modelo en otros cúmulos globulares que se forman en galaxias distantes, utilizando los datos de James-Webb.”, sentenció la universidad.