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Así fue el primer debate entre precandidatos republicanos a la presidencia de EE. UU., que buscan ser la principal alternativa a Trump
Ocho aspirantes a la presidencia se enfrentaron en el primer debate republicano.
Los precandidatos republicanos a la presidencia que buscan convertirse en la alternativa principal a Donald Trump debatieron, por momentos de forma enconada, en temas sobre el aborto, el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y el futuro del partido durante el primer debate del Partido Republicano de la campaña 2024.
Pero en lo que es debatiblemente la decisión de mayores consecuencias que enfrenta el partido, prácticamente todos dijeron que apoyarían al expresidente en caso de que resultara el nominado, incluso si llegara a ser declarado culpable en un tribunal luego que enfrenta una serie de cargos penales.
Fue un recordatorio del poder del que aún goza Trump dentro del partido, incluso después de que eligió ausentarse del debate, celebrado en Milwaukee, argumentando que no tenía caso participar debido a su significativa ventaja en los sondeos.
Cuando faltan menos de cinco meses para que las asambleas de Iowa den el pistoletazo de salida al proceso de nominación presidencial del Partido Republicano, el debate fue una oportunidad decisiva para que los precandidatos avancen y se presenten como una alternativa a Trump. Para el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien anunció su campaña con bombo y platillo en mayo pasado, pero que no ha podido generar ningún ímpetu, fue una oportunidad para demostrar que merece conservar su segundo puesto en las preferencias.
Pero DeSantis fue opacado por momentos por aspirantes colocados muy abajo en las encuestas, como el exvicepresidente Mike Pence, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el empresario del sector tecnológico Vivek Ramaswamy, quien intentó usar el evento, organizado por Fox News, para presentarse ante millones de espectadores y crear el tipo de momento viral que le inyecte vida a una campaña que ingresa a su fase crítica.
Aunque los participantes se enfrentaron a gritos — a menudo silenciando a los moderadores Bret Baier y Martha MacCallum mientras intentaban mantener el control — todos ellos, con dos excepciones, dijeron que apoyarían la candidatura de Trump, incluso si resulta declarado culpable.
El tema surgió casi una hora después de que comenzó el primer debate republicano, celebrado un día antes de que Trump se disponga a entregarse a las autoridades de Georgia por cargos de intentar revertir las elecciones de 2020 en el estado.
Los moderadores se mostraron un tanto temerosos de siquiera plantear el tema de un nominado que posiblemente vaya a prisión, diciendo que discutirían “brevemente” el tema obvio del aspirante ausente.
“Alguien debe dejar de normalizar el comportamiento indebido. Sin importar si creen o no que los cargos penales son apropiados, el comportamiento está muy por debajo del cargo de presidente de Estados Unidos”, dijo el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien se ha convertido en uno de los más férreos críticos de Trump y fue apenas uno de dos candidatos que no levantaron la mano cuando se les preguntó si lo apoyarían. Los abucheos contra Christie no tardaron en llegar.
DeSantis, quien se ubica segundo en los sondeos, muy por detrás de Trump, fue de los que levantó la mano. Señaló que Pence “cumplió su deber” el 6 de enero de 2021, cuando se negó a participar en el plan de Trump para revertir la votación, pero de igual forma les pidió a los presentadores que cambiaran de tema.
“Esta elección no es sobre el 6 de enero de 2021. Es sobre el 20 de enero de 2025, cuando el próximo presidente asuma su cargo”, aseguró.
Los candidatos también pusieron en duda el cambio climático, criticaron la delincuencia en las calles y apoyaron restricciones al acceso al aborto, un tema que polariza a Estados Unidos.
Cabe mencionar que un día después del debate, el expresidente estadounidense Donald Trump fue fichado el jueves en una prisión de Atlanta, con fotografía judicial incluida, en relación con el supuesto intento de manipular las elecciones de 2020.
Durante una sesión que duró menos de 30 minutos, Trump, de 77 años, fue acusado formalmente por 13 cargos en la cárcel del condado de Fulton en Atlanta y retratado en una histórica foto policial, según registros publicados por la oficina del shérif.
Luego, el republicano, acusado de conspirar con otros 18 acusados para anular el resultado de las elecciones de 2020 en el estado sureño, quedó libre bajo una fianza de 200.000 dólares y partió en una caravana hacia el aeropuerto.
*Con información de AP y AFP*