Activan mecanismos de emergencia de la ONU y varias ONG para atender las consecuencias del terremoto de Birmania

Naciones Unidas, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FIRC) y las principales ONG humanitarias han activado sus mecanismos de respuesta de emergencia luego del terrible terremoto de magnitud 7,7 que sacudió este viernes al centro de Birmania, y cuyo número de víctimas alcanza los 144 muertos y 732 heridos solo en territorio birmano.

Pocas horas después de esta tragedia, que tuvo incidencia en Tailandia y China, los equipos de la ONU se han puesto en marcha “apoyados por la experiencia de toda la red global” y no descartan la movilización del Fondo Central para la Ayuda de Emergencia de la ONU.

Marie Manrique, coordinadora del programa del equipo en Birmania de la FICR, confirmó que, además de los daños a edificios e infraestructura, también reina la preocupación ante posibles roturas de presas y cortes en el suministro eléctrico y las comunicaciones en algunas zonas del país.

El violento sismo estuvo seguido por otro terremoto de magnitud 6,4, registrado 12 minutos después.

En Mandalay y Sagaing, dos de las regiones más afectadas, la FICR ha confirmado daños en el puente que conecta a ambas ciudades, así como en el aeropuerto y la Universidad de Mandalay y la sede de Cruz Roja Birmania en la capital, Naipidó.

De igual modo, la entidad también notificó que las telecomunicaciones están cortadas en Mandalay, Sagaing y en el estado de Shan, uno de los epicentros de la guerra civil que estalló hace cuatro años y que ha dejado a 20 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria este año.

A esta iniciativa se han sumado también varias ONG como Plan International y Save the Children.

“Sin duda, las necesidades humanitarias serán significativas. Estamos trabajando para establecer contacto con las comunidades en las zonas más afectadas, dentro y alrededor de Mandalay”, aseguró Haider Yaqub, director del Plan International en Myanmar.

Yaqub ha confirmado además que algunas infraestructuras críticas han quedado destruidas. Asimismo, las líneas telefónicas fijas no funcionan y viviendas y muchos otros edificios han colapsado.

Por su parte, Save the Children avisa que en las seis regiones y estados afectados (Sagaing, Mandalay, Magway, Bago, Shan y Naipidó) viven más de 28 millones de personas, entre ellas unos 6,7 millones de niños y niñas.

El director regional en funciones para Asia de la ONG, Jeremy Stoner, insistió en que los niños y niñas “son los más vulnerables tras una catástrofe” y por ello también ha activado a todos los equipos disponibles para responder a esta emergencia.