Judicial
Estos serían los motivos por los que los ataques con drones continúan afectando a las Fuerzas Militares
El hecho más reciente ocurrió en Catatumbo y dejó a dos soldados heridos. Se deben implementar protocolos.
15 de jul de 2025, 11:01 a. m.
Actualizado el 15 de jul de 2025, 11:01 a. m.
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Los ataques con drones cargados de explosivos por parte de grupos al margen de la ley contra la Fuerza Pública generan preocupación, tanto entre las autoridades como en los ciudadanos, quienes tienen temor de que estos elementos los terminen impactando.
Uno de los hechos más recientes ocurrió el domingo en la subregión de Catatumbo, donde dos soldados resultaron heridos luego de que estos vehículos aéreos no tripulados hostigaran a tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N.º 11 en El Tarra, Norte de Santander.

Además, el fin de semana, en el departamento del Cauca, murió el soldado profesional Daniel Ortiz, en medio de un combate en el que se usaron drones. Además, el viernes pasado la patrullera Maryory Stefaniet Ramos, fue asesinada por uno de estos drones adecuados con explosivos al interior de una estación de Policía de Santander de Quilichao.
Según Felipe Fernández, consultor en seguridad y paz, los grupos ilegales usan estos elementos “porque se trata de herramientas pequeñas, baratas, disponibles en el mercado y difíciles de detectar. Un dron puede volar bajo, esquivar radares y, con modificaciones simples, llevar cargas explosivas a objetivos específicos”.
Por lo anterior, a pesar de que las Fuerzas Militares están entrenadas para enfrentar amenazas, no siempre cuentan con los equipos técnicos necesarios para contrarrestar esta nueva forma de ataque. “Se necesitan sistemas de detección, inhibidores de señal, formación especializada y, sobre todo, una estrategia clara para adaptarse a este escenario”, agregó Fernández.

Iván Carvajal, consultor en seguridad y experto en inteligencia estratégica, concordó con esto e indicó que hace falta que uniformados, principalmente los más expuestos, conozcan el procedimiento para actuar ante el peligro que puede representar un dron.
“Estamos viendo lo que sucedió en Santander de Quilichao, que cuando los policías y los soldados ven los drones, los escuchan volar en el aire y los identifican, comienzan a abrir fuego en contra de ellos y esto genera una preocupación, sobre todo para la protección de los civiles”, afirmó Carvajal.
Según el consultor en seguridad y experto en inteligencia estratégica, la probabilidad de tumbar un dron con disparos es baja, pero alguna de las balas podría herir a los civiles, por lo que las comunidades que viven cerca de las instalaciones de la Fuerza Pública tienen temor de que tanto los drones de los grupos ilegales, como las acciones de los uniformados para repeler los ataques terminen afectándolos.

Cabe mencionar que las instituciones del Estado utilizan estos elementos en labores de inteligencia y vigilancia, tanto en zonas urbanas como rurales; sin embargo, no son usados en combate para atacar a los grupos al margen de la ley, ya que “la posibilidad de emplearlos en ataques precisos abre un debate ético y operativo. Si se respetan los principios del derecho internacional y se garantiza la precisión para evitar daños colaterales, su uso puede ser no solo legítimo, sino necesario en algunas circunstancias. La clave está en tener reglas claras, supervisión civil y una estrategia que combine tecnología con inteligencia humana”, explicó Fernández.
Además, se debe tener en cuenta que los vehículos aéreos no tripulados de grupos como las disidencias de las Farc no son especializados para la guerra, sino que se trata de elementos comerciales económicos adecuados con explosivos improvisados, por lo que no tienen precisión. Por el contrario, las Fuerzas Militares deberán emplear drones especiales para los combates con el objetivo evitar afectar a la población civil, los cuales son costosos.
¿Y los recursos para la protección de las tropas?
El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, indicó recientemente que se está trabajando con el 60% de las capacidades requeridas por el sector para hacer frente a las amenazas, por lo que con más recursos económicos se podría llegar al 100 %.
Sin embargo, el general (r) Pedro Sánchez, ministro de Defensa, indicó que la cartera ha tenido un aumento en el presupuesto. “Entre 2022 y 2025, el presupuesto del sector Defensa creció un 5,5 % en términos reales. Por otra parte, en 2024, el presupuesto fue de 59,3 billones de pesos, y en 2025, alcanzó 60 billones de pesos a precios constantes”, lo que representa el presupuesto más alto en la última década.

Para Fernández, la situación puede deberse a un “aumento de recursos que no se refleja en las necesidades más urgentes, una mala distribución del gasto o incluso obstáculos administrativos que impiden ejecutar el presupuesto con eficacia. La seguridad no solo requiere más dinero, sino una planificación inteligente de cómo y dónde invertirlo”.
Asimismo, Carvajal puntualizó que en el caso colombiano, con una amenaza terrorista fuerte y “un copamiento de más del 60 % de los municipios por grupos criminales, se necesita un esfuerzo adicional; eso quiere decir que el esquema o el dispositivo tal como viene funcionando es insuficiente”.
Comunicadora social de la Universidad Santiago de Cali. He sido reportera en temas étnicos, tengo experiencia como periodista comercial y judicial. Disfruto la moda, las tendencias y soy apasionada por la lectura, el café y las buenas historias.