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El Valle, la región donde las masacres no se acaban; estos son los casos

La mañana del jueves pasado ocurrió la masacre número 11 en el Valle del Cauca, convirtiéndolo en el primero a nivel nacional en este flagelo.

Homicidios en Cali
Las masacres se han extendido a todo el departamento. | Foto: Bernardo Peña/El País

13 de jul de 2025, 11:22 a. m.

Actualizado el 13 de jul de 2025, 11:22 a. m.

El pasado 12 de enero, en el barrio Marroquín, en el oriente de Cali, un hombre armado disparó en contra de un grupo de personas que se encontraba departiendo, causando la muerte de tres de los integrantes y generando pánico entre los vecinos del lugar.

Este hecho violento se convirtió en la primera masacre que se registró en el Valle del Cauca en el 2025, una cifra que ha ido en aumento y que tiene al departamento como el primero en este tipo de hechos brutales, con 11 casos.

Según fuentes consultadas, si bien este escenario es preocupante, no es nuevo. Para Néstor Rosanía, experto en conflictos, el Valle del Cauca ha convivido históricamente con estructuras de grupos armados ilegales debido a la ubicación geográfica del territorio y su importancia como corredor para el narcotráfico.

Homicidios en Cali
Las masacres vienen en aumento en lo corrido del año. | Foto: Bernardo Peña/El País

Sin embargo, la novedad tiene relación con lo que Rosanía llama una “descentralización del poder”, que marca un cambio entre los grandes grupos armados que ha habido en Colombia desde hace más de cinco décadas, como las Farc y el ELN, y nuevas organizaciones que han llegado a disputar el territorio.

“A más descentralización, dentro de esta atomización de los grupos, hay más violencia. Se siente como una anarquía”, anota.

Frente a estos hechos, llama la atención que, entre las víctimas que han dejado las masacres ocurridas en el departamento, no hay registros de líderes sociales. En cambio, según reportes de las autoridades, en la mayoría de los casos, las causas están relacionadas con actividades como el tráfico de drogas.

Ante este escenario, Carlos Soler, asesor y consultor en asuntos de seguridad, cree que la figura de líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos cuenta en los territorios con respeto por parte de los pobladores, lo que actúa como una especie de protección ante actores armados.

“Los defensores de Derechos Humanos se han constituido en personas queridas y respetadas por la comunidad, incluso tienen el respeto de los grupos armados ilegales”, dice Soler, y aclara que el año pasado esto cambió, pues hubo muertes de defensores y líderes en la zona de Florida, Pradera y Miranda.

Para Néstor Rosanía, el mismo cambio en las dinámicas de los grupos armados en estos territorios ha implicado que estos defensores y líderes sociales hayan dejado de ser un objetivo dentro del conflicto: “Ahora la guerra entre los mismos grupos es tan fuerte por el control territorial que ya los líderes en este momento parece que no son la prioridad. El objetivo militar fundamentalmente es el control territorial, controlar corredores de movilidad y tener músculo militar, a nivel de inteligencia y logística que requiere un grupo armado”.

Pese a esto, los casos de masacres en el Valle del Cauca no han cesado. El pasado jueves 10 de julio, mientras tenía lugar la investigación para este reportaje, se presentó uno nuevo, en el municipio de Cartago. Según las autoridades, un hombre armado entró a un hotel ubicado en el barrio Centro, y ultimó a tres personas que se encontraban ahí.

Con este, se llegó a las 11 masacres ocurridas en el departamento, con un saldo de 34 personas fallecidas, que la ubican de primera a nivel nacional, según cifras proporcionadas por Indepaz.

El efecto de una masacre

La crudeza de esta situación en los diferentes municipios en los que han ocurrido masacres trae consigo una serie de consecuencias para la población. Según Néstor Rosanía, los múltiples hechos violentos que ha atestiguado la comunidad la acerca a una especie de normalización de este tipo de actos, dadas las pocas alternativas con que cuentan para enfrentar estos escenarios.

“Tuvimos un gobierno (Iván Duque) en el que las Naciones Unidas reportaron más de 90 masacres a nivel nacional. Eso en cualquier país sería similar a una guerra civil, pero a nosotros se nos convirtió en un paisaje, lo que demuestra el altísimo nivel de violencia que existe en Colombia”, dice.

La continuidad de estas dinámicas de violencia se traducen, según Rosanía, en “una sensación de desesperanza, que es lo que se ve con personas en las comunidades. Existe la sensación de que todo está mal”.

Policía frustra huida de sicarios tras homicidio múltiple en Jamundí
Policía actuó con rapidez para dar con los culpables. | Foto: Captura: @NotivisiónPLUS/ X

Para Carlos Soler, el mensaje que buscan dejar los grupos armados con estas masacres es claro: “Miedo y dominación a través de la violencia de la comunidad para que no diga nada y se quede callada ante las dinámicas de los actores criminales”.

Reconfiguración

Estas dinámicas violentas que se vienen presentando en la región en lo corrido del año tienen directa relación con la reconfiguración de grupos armados que está teniendo lugar en el Valle, especialmente de grupos dedicados al narcotráfico, especialmente del Clan del Golfo en el norte del Valle.

Según Soler, este nuevo panorama ha dado paso a actores venidos de otros países: “La reconfiguración ya no es solamente de colombianos, sino de actores extranjeros con poder financiero como mexicanos, ecuatorianos y brasileños, que están viniendo al Valle del Cauca a comprar, invertir y supervisar negocios donde están invirtiendo grandes cantidades de dinero”.

Otra consecuencia de esta reconfiguración tiene que ver con las bandas criminales y oficinas de cobro que pueden surgir en los territorios y que pueden llevar a cabo actividades delictivas como las masacres que se vienen presentando en el año.

Este mapa muestra la ubicación de las 11 masacres que se han presentado en el departamento en el 2025.
Este mapa muestra la ubicación de las 11 masacres que se han presentado en el departamento en el 2025. | Foto: El País

Masacre # 1 - enero 12

Cerca de las 6:00 p.m., producto de un ataque armado en el barrio Marroquín, ubicado en el Oriente de Cali, un hombre disparó con arma de fuego a un grupo de personas que se encontraba en la calle. Allí murieron la señora Nohelia López, de 74 años; su hijo Julián López, de 41 años y quien tenía síndrome de Down, y María del Mar Mosquera, de 24.

Esta última no tendría vínculo con la familia y habría muerto al encontrarse en el lugar en esos momentos. Según las autoridades, el ataque se debió a un acto de venganza por posibles nexos de los implicados con personas vinculadas al narcotráfico.

Masacre # 2 - enero 18

Aproximadamente a las 11:00 p.m, un sujeto armado disparó en contra de un grupo de jóvenes que se encontraba en una zona boscosa del sector conocido como Alto Bonito, en Buga, en un sitio popular por ser el epicentro de confrontaciones entre los grupos delincuenciales ‘Los Mangos’ y ‘Los de la R’, quienes se disputan el tráfico local de estupefacientes.

En el momento del ataque, uno de los heridos logró huir y pedir ayuda a la comunidad.

Las víctimas fueron Nicolás Rincón Loaiza, de 18 años; Víctor Andrés Renjifo Franco, de 16, y Jaider Smith Villamizar Lindarte, de 17 años.

Masacre # 3 - febrero 16

El hecho ocurrió en la madrugada del domingo, en el sector conocido como Bonanza, en Jamundí, donde según se conoce tres sujetos entraron a un establecimiento nocturno y dispararon contra tres de las personas que se encontraban en su interior.

Pese a que las víctimas, identificadas como Euder Amado Silva Machado, de 23 años; Luis Enrique Mosquera Ocoró, de 31 años, y Richard Edwin Angola, de 44 años, fueron llevadas hasta un centro médico luego de sufrir el atentado, murieron debido a la gravedad de sus heridas.

Los presuntos responsables fueron capturados.

Masacre # 4 - febrero 16

Las víctimas de esta masacre fueron encontradas a orillas del río Cauca, en Candelaria, envueltas en bolsas plásticas negras, en una zona conocida como el Malecón de Juanchito.

Los cuerpos fueron hallados por personas que se dedican a la extracción de arena en el río, quienes luego de destapar las bolsas se encontraron con los cadáveres de las víctimas atados de pies y manos. Según las autoridades, los cuerpos, que presentaban heridas por armas de fuego, no fueron asesinados en el mismo lugar en el que fueron encontrados. Versiones apuntan a un ajuste de cuentas entre bandas criminales.

Homicidios en Cali
Luego de estos hechos la comunidad queda inmersa en la zozobra y el silencio. | Foto: Bernardo Peña/El País

Masacre # 5 - Abril 19

El hecho ocurrió al interior de una vivienda ubicada en el barrio Portales del Río, en Tuluá. Según las autoridades, un tiroteo se produjo hacia las 2:30 p.m. de ese sábado, por hombres armados que llegaron al lugar.

Las víctimas fueron identificadas como Jhon Jairo Córdoba; Juan Camilo Jaramillo, de 26 años, que se desempeñaba como ingeniero industrial, y Robinson Carvajal, de 42 años, que laboraba como constructor.

Estas dos últimas personas fueron llevadas a centros de asistencia médica, pero posteriormente perdieron la vida a causa de las heridas propinadas.

Masacre # 6 - mayo 8

El hecho ocurrió en la vereda El Crucero, en Argelia, durante las horas de la tarde, cuando hombres armados llegaron a una cancha de fútbol y empezaron a disparar sin mediar palabra a quienes se encontraban en el lugar.

Hasta el momento no se han dado a conocer las identidades de las víctimas de este ataque.

Según la ONG Indepaz, en el sitio hacen presencia integrantes del Clan del Golfo, el ELN y bandas delincuenciales de carácter local, por quienes constantemente se presentan enfrentamientos armados.

Mssacre # 7 - Mayo 18

El hecho se produjo a la altura del corregimiento de Salónica, en la zona rural de Riofrío , donde tres hombres fueron asesinados por sujetos que llegaron donde departían, a la orilla de un río.

Las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos López, Heider Jovani García y Duverdey Rivera, quienes murieron al recibir varios impactos de bala. Dos de ellos fallecieron en el lugar.

Según las autoridades, el atentado estaría dirigido hacia una de las personas que se encontraba en el lugar en compañía de sus amigos.

Masacre # 8 - Junio 10

El hecho se presentó en la vereda Guachinte, en Jamundí, por medio de la activación de un artefacto explosivo tipo cono plástico, similar al que usan las autoridades de tránsito, producto del cual murieron tres personas: dos en el acto y una más en un centro asistencial.

Las víctimas fueron identificadas como Maxfrange Rodas, José Carabalí y Jairo Galeano, quienes se encontraban en inmediaciones del sector de la explosión.

En el lugar en el que ocurrió el ataque hace presencia el frente Jaime Martínez del Bloque Occidental, sumada a la permanente de bandas armadas de carácter local.

Masacre # 9 - junio 12

El hecho tuvo lugar en la vía que conduce del corregimiento de Potrerito hacia La Feria, en Jamundí, cuando un vehículo negro de placas IZP-662 de Cali fue detenido con sus integrantes.

Según se conoce, los atacantes dispararon en contra de los ocupantes del carro y huyeron, dejándolos en el mismo sitio, para terror de la comunidad.

Hasta el momento no se ha establecido la identidad de las víctimas.

En el sitio hay una fuerte presencia del frente Adán Izquierdo, Dagoberto Ramos y el frente 57 de Yaír Bermúdez, de las disidencias de las Farc.

Masacre # 10 - junio 20

El ataque ocurrió mientras las víctimas se transportaban en una embarcación sobre el río Naya, en Buenaventura. Según versiones, los ocupantes de la lancha fueron interceptados por sus atacantes.

Todavía se desconocen sus identidades.

En el lugar hacen fuerte presencia el frente Jaime Martínez del Bloque Occidental del EMC, la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, el ELN, el Clan del Golfo, además de bandas de carácter local como Los Shotas y Los Espartanos.

Este sitio es conocido por ser una salida de cargamentos derivados del narcotráfico.

Masacre # 11 - julio 10

El hecho se presentó en el interior de un hotel ubicado en el barrio Centro de Cartago, al que los atacantes ingresaron para ultimar a quienes se encontraban ahí.

Debido a la gravedad de las heridas, las personas murieron en el acto; sin embargo, hasta ahora se desconocen sus identidades.

Las autoridades, luego de que se presentó el ataque, activaron un ‘plan candado’, producto del cual se registró un intercambio de disparos entre los atacantes y la Policía, dejando dos personas civiles lesionadas. En el lugar hacen presencia bandas locales conocidas como Los Flacos y La Nueva Generación.

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