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La ciencia de sentirse bien: el auge del bienestar subjetivo

Lina Martínez, directora del Centro de Estudios del Bienestar de la Universidad Icesi, destaca cómo los vínculos afectivos fortalecen el bienestar y permiten diseñar mejores políticas públicas.

América Latina sube posiciones en el ranking de felicidad mundial, destacándose por su capacidad de generar bienestar a través de redes afectivas sólidas y vínculos sociales cercanos. A pesar de sus desafíos, la región demuestra que la calidez humana y el apoyo familiar son claves para una vida plena.
América Latina sube posiciones en el ranking de felicidad mundial, destacándose por su capacidad de generar bienestar a través de redes afectivas sólidas y vínculos sociales cercanos. A pesar de sus desafíos, la región demuestra que la calidez humana y el apoyo familiar son claves para una vida plena. | Foto: Universidad Icesi

David Alexander Matos

14 de abr de 2025, 03:36 p. m.

Actualizado el 14 de abr de 2025, 03:36 p. m.

El Reporte Mundial de la Felicidad 2025 (WHR 2025) pone sobre la mesa una pregunta esencial, pero muchas veces ignorada: ¿cómo medimos la felicidad y qué factores la sostienen en distintas partes del mundo? Esta publicación, referencia global en temas de bienestar subjetivo, no solo entrega un ranking de los países más felices, sino que también analiza, desde una perspectiva multidisciplinar, las raíces profundas del bienestar.

En la edición de este año destaca la participación de Lina Martínez, directora del Centro de Estudios del Bienestar de la Universidad Icesi, y única investigadora colombiana que participó activamente en la elaboración del informe. Su trabajo ha sido clave en la elaboración del capítulo sobre la vida compartida y los lazos familiares, un tema central en esta edición.

El reporte se publica anualmente desde 2012 gracias a la colaboración entre la Red de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, Gallup y la Universidad de Oxford. Se basa en encuestas a ciudadanos de más de 140 países, que responden a preguntas como: “En una escala del 0 al 10, ¿en qué escalón se encuentra hoy tu vida, siendo 0 la peor posible y 10 la mejor?”. Junto a esa autoevaluación, se consideran indicadores como el PIB per cápita, la libertad, la salud para tomar decisiones, el apoyo social y la confianza institucional.

América Latina gana terreno en el ranking mundial

El informe de 2025 trae consigo una novedad significativa: Costa Rica y México figuran por primera vez entre los diez países más felices del mundo, ocupando los puestos 6 y 10, respectivamente. Esta mejora —que también se evidencia en países como Brasil— refleja tanto un ascenso interno en la percepción de felicidad como un deterioro de esta en regiones anglosajonas.

Frente al dominio habitual de los países nórdicos —Finlandia, Dinamarca, Islandia, Suecia y Países Bajos siguen liderando—, América Latina se posiciona como una región que ha sabido construir bienestar a través del afecto, la cercanía y los vínculos familiares. Todo esto, con menores niveles de ingreso y desarrollo estructural, pero con redes humanas más densas.

En el contexto del Día Internacional de la Felicidad, celebrado cada 20 de marzo, se presentó oficialmente el WHR 2025. La efeméride busca, precisamente, visibilizar la felicidad como una meta legítima del desarrollo humano. Esta edición, titulada ‘Compartir la vida con otros, pone énfasis en cómo las relaciones sociales, el afecto y la interacción cotidiana contribuyen al bienestar general.

Uno de los hallazgos más llamativos señala que compartir comidas en lugar de comer solos está estrechamente asociado con mayores niveles de felicidad. Este comportamiento, muy arraigado en América Latina, contrasta con las crecientes tasas de personas que comen solas en países como Estados Unidos, donde también aumentan los sentimientos de soledad.

Participación colombiana con misión de bienestar

Para Lina Martínez, oriunda de Manizales y radicada en Cali, participar en este reporte es un reconocimiento a años de trabajo e investigación sobre bienestar subjetivo. Su aporte al capítulo ‘Vivir con otros. Cómo el tamaño del hogar y los lazos familiares se relacionan con la felicidad’, en conjunto con investigadores de México, explora cómo el tamaño del hogar y la fortaleza de los lazos familiares se relacionan con la felicidad de las personas.

La investigadora Lina Martínez aportó una mirada clave sobre los lazos familiares y su impacto en el bienestar.
La investigadora Lina Martínez aportó una mirada clave sobre los lazos familiares y su impacto en el bienestar. | Foto: Cortesía. Lina Martínez

“Una casa con cuatro personas parece ser el punto ideal. Más allá, aparecen problemas económicos; por debajo, el aislamiento afecta el bienestar”, afirmó. Su análisis también muestra que, a pesar de los desafíos estructurales, las familias latinoamericanas han funcionado como redes de apoyo más efectivas que algunos sistemas públicos en otras regiones del mundo.

Martínez advierte que esta fuerza familiar tiene un doble filo. Si bien ha permitido a las personas resolver cuidados infantiles, apoyo económico e incluso atención en salud mental, también ha servido para compensar la falta de servicios que debería ofrecer el Estado. Este fenómeno, conocido como familismo, puede ser resiliente pero no siempre equitativo ni sostenible.

La investigadora insiste en que hablar de felicidad no es una frivolidad. En su enfoque académico, el bienestar subjetivo se sostiene en cuatro pilares: la emoción positiva (felicidad diaria), la satisfacción con la vida (más estable en el tiempo), el propósito vital (tener razones para levantarse cada mañana) y la percepción global del bienestar (evaluada a través de la llamada escalera de Cantril).

Estas dimensiones, estrechamente conectadas entre sí, permiten comprender cómo se siente realmente una población. Y, sobre todo, ofrecen datos que pueden ser utilizados en la elaboración de políticas públicas más humanas y efectivas.

El WHR 2025 contó con la participación de diversos grupos de trabajo de varias partes del mundo. Entre ellos, un equipo multidisciplinario de especialistas latinoamericanos que estuvo a cargo del capítulo Living with Others. How Household Size and Family Bonds Relate to Happiness (Vivir con otros. Cómo el tamaño del hogar y los lazos familiares se relacionan con la felicidad). El equipo está integrado por Mariano Rojas, del Tecnológico Nacional de México; Lina Martínez, de la Universidad Icesi de Cali, Colombia; Gerardo Leyva, de la Universidad Iberoamericana; Roberto Castellanos, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), y Margarita Tarragona, del Instituto Tecnológico Autónomo de México. El grupo está a cargo de los trabajos de difusión del Reporte en América Latina.

El gran reto de América Latina

Una de las grandes preocupaciones de Martínez es la baja confianza interpersonal e institucional en América Latina. Solo tres de cada diez personas confían en los demás. Esta desconfianza, advierte, encarece todo: desde un trámite sencillo hasta la vida política. También favorece la aparición de líderes populistas, que prometen soluciones inmediatas en contextos donde la ciudadanía no cree en las instituciones.

La investigadora subraya que ningún funcionario público en Colombia ha declarado aún que su misión sea aumentar la confianza social. Y, sin embargo, sin confianza no hay desarrollo sostenible ni estabilidad democrática.

Tras detectar altos niveles de ansiedad y depresión entre sus estudiantes durante la pandemia, Martínez creó en la Universidad Icesi una asignatura llamada ‘Felicidad y Bienestar’. En ella, desmitifica las ideas asociadas a la riqueza, la fama o el éxito como sinónimos de felicidad. En cambio, trabaja con los jóvenes en temas como la gratitud, las relaciones personales y la narrativa que cada uno construye sobre su vida.

Ingrese a este enlace y acceda al Masterclass de la felicidad: un camino de ciencia: https://www.icesi.edu.co/programas/educacion-continua/felicidad-un-camino-de-ciencia/

El curso ha servido también de semilla para su libro ‘Felicidad’, publicado por Penguin Random House, en el que reúne herramientas y reflexiones para cultivar una vida con sentido.

Actualmente, Lina Martínez investiga la relación entre felicidad y productividad, una conexión cada vez más respaldada por la evidencia. Sostiene que las personas felices no solo viven mejor, sino que también trabajan mejor, son más creativas y aportan más al desarrollo económico. En ese sentido, plantea que promover el bienestar no es solo una cuestión de justicia social, sino también una estrategia inteligente para dinamizar economías como la latinoamericana, históricamente marcadas por la informalidad y la baja productividad.

El Reporte Mundial de la Felicidad 2025 vuelve a confirmar que el afecto, el cuidado y los vínculos sociales no son accesorios del desarrollo humano, sino su columna vertebral. La voz de Lina Martínez, desde Colombia, contribuye a que esta mirada gane visibilidad y legitimidad en los debates globales.

“Florecemos cuando estamos conectados con otros. Esa es la conversación que quiero seguir teniendo”, afirmó con convicción. Y su trabajo demuestra que medir la felicidad es tan necesario como posible.

David Alexander Matos

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