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Funerarias y Camposanto Metropolitano celebró los 489 años de Cali
Con bombos y platillos se conmemoró el cumpleaños de la ciudad por todo lo alto. Conozca los detalles.

28 de jul de 2025, 09:34 p. m.
Actualizado el 28 de jul de 2025, 09:34 p. m.
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El pasado 25 de julio, en el corazón de la sucursal del cielo, Funerarias y Camposanto Metropolitano celebró los 489 años de Cali con una activación llena de color, sabor y emoción. Desde las 8 de la mañana, su fachada se transformó en una verdadera fiesta caleña que reunió música, tradición y cientos de historias que merecen ser recordadas por siempre.
Una fiesta caleña con alma y corazón
Una papayera con cuatro músicos alegró la mañana con los clásicos que hacen vibrar al caleño de corazón: salsa, pasodobles y los himnos populares que nos recuerdan que esta tierra se baila y se vive con pasión.
Dos zanqueros vestidos de azul, símbolo de alegría y movimiento, danzaron por la vía principal interactuando con niños, adultos y transeúntes. Con cada paso y cada sonrisa que regalaban desde las alturas, recordaban que la vida en Cali siempre se celebra desde el alma.
Y como no podía faltar, hizo presencia la reina eterna de la ciudad: Jovita Feijóo, el personaje más representativo de la caleñidad. Con su carisma intacto, Jovita no solo animó la jornada, sino que invitó a las personas a registrar sus datos para seguir compartiendo momentos memorables. Su presencia fue un homenaje a la historia viva de la ciudad y al espíritu indomable de su gente.
Un muro para las historias que merecen ser eternas
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el espacio destinado al muro de historias eternas. Allí, los caleños compartieron esos recuerdos que marcaron sus vidas y que desean que no se olviden jamás.
Para Mercedes Parra, su mejor historia sucedió en los años 80, cuando conoció al amor de su vida durante una de las tradicionales salidas por el barrio San Antonio. “Cali me regaló a mi esposo, a mi compañero de toda la vida. Esa historia la quiero eterna”, escribió entre lágrimas y sonrisas.
Juan Carlos Prado, por su parte, compartió la felicidad de ver nacer a sus hijas y llevarlas cada diciembre al alumbrado navideño. “Nada me hace sentir más caleño que ver sus caritas iluminadas por las luces de nuestra ciudad”, expresó.
La propia Jovita, emocionada entre abrazos y aplausos, dijo: “Ser parte de la historia de esta ciudad, representar lo que somos y lo que soñamos, es mi mayor orgullo”.
Pandebonos, abrazos y memoria colectiva
Durante toda la mañana, Camposanto entregó más de 1000 pandebonos a los vehículos y transeúntes que pasaban frente a su oficina. El aroma del pan caliente y el calor humano se fundieron en una escena profundamente caleña: abrazos espontáneos, gente bailando en los semáforos, sonrisas compartidas y niños tomados de la mano de sus abuelos contando historias del pasado.
El pasa calle, desplegado durante los cambios de semáforo, recordaba a todos que en Funerarias y Camposanto Metropolitano hacen que su historia sea eterna. Porque más allá del servicio, acompañamos vidas, tejemos memorias y celebramos la ciudad que nos une.
Un compromiso con la memoria y la ciudad
Esta celebración no solo fue una fiesta: fue un homenaje a los momentos que construyen la identidad de la ciudad, una manera de decirle a Cali que cada vida vivida aquí merece ser recordada con dignidad y cariño.
“Desde Funerarias y Camposanto Metropolitano, agradecemos a todos los que hicieron parte de esta celebración. Hoy reafirmamos que Cali no solo cumple años, sino que sigue escribiendo historias que vivirán por siempre en el corazón de quienes la amamos”, expresaron desde la organización.