La actriz Katherine Porto reveló que sufrió de depresión y pasó por momentos difíciles en su vida: “Me sentía vacía”

Un difícil episodio experimentó la actriz Katherine Porto, quien le da vida al papel de Romina en la serie Pasión de Gavilanes y se ha ganado el corazón de miles de televidentes, luego de quedarse sin dinero para sobrevivir ella y su hijo.

Así lo dio a conocer la cartagenera y también presentadora en conversación con el programa de entretenimiento La Red de Caracol Televisión, en donde aseguró que pasó por momentos muy duros que la hicieron poner en peligro su vida.

“Viví varios años de depresión. No me bañaba, no abría las cortinas, no me daban ganas de nada. Me sentía vacía, pero al tiempo llena de resentimientos”, dijo Katherine al programa.

Su primer acto fue refugiarse en la comida. Comía excesivamente mientras lloraba, luego de ello, vomitaba, llevándola a padecer de bulimia durante un año.

Después de superar esa condición, pasó a ser una compradora compulsiva debido a que en su vida aún tenía varios vacíos. “Empecé a salir mucho y me la pasaba en los centros comerciales para arriba y para abajo gastándome la plata en ropa que ni siquiera usaba. Luego pasé a la rumba y era yo quien invitaba, les gastaba a todos sin medir gastos”, narró.

Como era de esperarse, este tipo de actos la llevaron a tener problemas económicos. Al respecto, la actriz contó: “De un momento a otro me vi sin un peso, debiendo arriendo y sin comida en la nevera. Llegué al punto de no tener para unos tenis de mi hijo. Ahí fue cuando mi alarma se encendió”.

Todo lo anterior hizo que la cartagenera pensara en quitarse la vida. “Opté por lo más cobarde y me dije, ‘¡ah!, pues me mato y ya’, sin embargo, al final no fui tan valiente”, confesó Katherine.

Pero ahí no termino todo, porque, según ella, seguía muerta en vida: “Simplemente quería desconectar, no quería existir. No encontraba mi razón de ser ni sabía cuál mi objetivo en este mundo. Miraba a mi alrededor y veía que todos eran malos”, sostuvo.

“Me acuerdo que caminaba por el cuarto, por la sala y literal era como un alma en pena”, contó, y que además se tomaba una pastilla y una copa de vino para simplemente desconectarse. “Yo no quería vivir. Todos los días me preguntaba ¿a qué vine, qué hago aquí?”, dijo la también presentadora.

En ese momento se dio cuenta que ella era quien tenía que cambiar su vida y ayudar a otros, por esa razón, desde hace 13 años tomó la decisión de cambiar su estilo y convertirse en una persona espiritual y coach de meditación.

Gracias al yoga, la meditación, la escritura y la alimentación sana, reencontró a la mujer que llevaba tanto tiempo buscando, y que se encarga de compartir su luz con los demás.

Actualmente, vive feliz y en armonía con su esposo y con su hijo de 22 años. Igualmente, a través de un pódcast en Spotify, Katherine le habla a sus seguidores acerca del autoconocimiento, la sanación y el amor propio.

En esas microcapsulas de cinco minutos, la maestra de meditación enseña a encontrar las herramientas necesarias para llegar a quererse a uno mismo. “La vida te da lo que tienes que aprender”, finalizó la actriz en la entrevista llevada a cabo por el programa televisivo.