entretenimiento
Odiado y amado: Clint Eastwood, el gran maestro del cine que sembró las bases del western
La leyenda de Hollywood pronto alcanzará el siglo y continúa dirigiendo. La historia del vaquero, al que aún siguen millones de fans.

15 de jun de 2025, 05:38 p. m.
Actualizado el 15 de jun de 2025, 05:38 p. m.
15 de jun de 2025, 05:38 p. m.
Actualizado el 15 de jun de 2025, 05:38 p. m.
Noticias Destacadas
“Clint Eastwood, elogiado por muchos y, algunas veces, odiado por otros, ha sido un gran maestro del cine, no solamente por lo que logró en su época con Sergio Leone y su trilogía del spaguetti western -que instauró las bases principales de lo que hoy en día conocemos como el western-, sino porque gracias a esta y a su carrera, se forjó toda una imagen del hombre duro, fuerte, incluso del estereotipo, en algún momento, hasta misógino en algunas de sus películas”, comenta Jaime Ponce, periodista cultural -miembro activo de la Asociación Colombiana de Críticos y Periodistas del Cine.
Después —cuenta Ponce— se convirtió en un personaje muy fuerte, casi que un vengador, que lo llevó a transformar su imagen en un actor de papeles de carácter, con personajes muy violentos. Se dice que Harry El Sucio fue inspiración para muchos policías en Estados Unidos, quienes adoptaron el mismo tipo de lenguaje y comportamientos de Clint para combatir el crimen, lo que llevó al actor a pronunciarse, para pedirle al público que no confundiera la ficción con la realidad.
Grandes amigos
Es conocida su entrañable amistad con Arnold Schwarzenegger, tanto que Clint lo asesoró en su carrera a la gobernación por el estado de Nevada, donde ejerció durante un tiempo su mandato el famoso Gobernator. También Eastwood fue alcalde de un pueblo: Carmel-by-the-Sea.
Han sido amigos de toda la vida, han compartido desde cenas de Navidad y de Acción de Gracias, hasta irse a esquiar juntos, encontrarse en algunos bares, tener la posibilidad de hablar sobre guiones y trabajos, y compartir consejos y experiencias como actores.

“Luego de lo que había hecho con sus películas en los años 60, 70 y 80: de ese personaje fuerte, de carácter, vino una especie de reconstrucción de su vida alrededor de los roles que había interpretado. Y quiso oponerse a lo que había hecho con sus personajes anteriores, que lo marcaron, para quitarse ese sello, ese estigma del hombre rudo, fuerte, agresor”, continúa Ponce.
Y lo ha venido haciendo, a juicio del periodista, con las películas que ha dirigido y los personajes que ha interpretado, incluso con las historias que ha venido contando, para que los espectadores y los críticos lo viéramos de otra forma. Su debut como director fue con Escalofrío en la Noche en 1971, desde entonces ha dirigido y actuado en muchos filmes: Unforgiven, Million Dollar, Mystic River, Gran Torino y Cry Macho. Ha recibido cinco Premios Óscar, no como actor sino como director, y ha estado postulado en varias oportunidades al galardón de la Academia.
En su cine, como director, de acuerdo con Ponce, “lo que encontramos es una sinceridad total alrededor de sus historias, más enfocado en lo social, pero también que refleja lo que está viviendo actualmente Estados Unidos y que Donald Trump ha hecho caer en cuenta que el país se ha vuelto en un nido de ratas y de delincuentes”.
A Ponce le impacta El Gran Torino, historia de resiliencia, en la que Eastwood demuestra que la gente puede cambiar: “Allí hace de lado el orgullo estadounidense, para demostrar que son conscientes de que es un país construido por migrantes, no por estadounidenses puros o por razas blancas”.
Su reciente polémica se centra en la denuncia que hizo a Kurier, diario vienés, por haberse “inventado” una entrevista que no concedió, publicada el pasado 30 de mayo. El diario prescindió de la autora, su colaboradora, Elisabeth Sereda.
Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.