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Siete datos inéditos de Juan Gabriel que deja al descubierto el documental Debo, Puedo y Quiero, de Netflix
Los admiradores del cantante Juan Gabriel no conocían tantos detalles que se han dado en la miniserie. ¿Por qué ver esta miniserie? Aquí, algunas razones para no perdérselo.
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7 de nov de 2025, 06:51 p. m.
Actualizado el 7 de nov de 2025, 06:51 p. m.
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Juan Gabriel: Debo, Puedo y Quiero, es la producción documental que Netflix estrenó, el pasado 30 de octubre, y que durante cuatro capítulos muestra con documentos, videos y fotografías (gran parte que grabó y que conservaba el artista en su archivo y que su familia facilitó para el documental), lados inéditos del Divo de Juárez, desde el inicio de su carrera musical hasta su fallecimiento, el 28 de agosto del 2016.
Una de las más sorprendentes revelaciones es que Juan Gabriel y Alberto Aguilera Valadez, su nombre real, siempre fueron concebidos por el propio artista como dos personas distintas, con dos espacios que uno y otro debían respetar, aunque se tratara de él mismo.
Llegó a componer más de 3000 canciones, que firmó como Alberto Aguilera Valadez, a producir más de 15 discos y convertirse en uno de los cantantes que ha trascendido generaciones y fronteras.
Fue víctima de abuso sexual
Alberto Aguilera sufrió abuso sexual por parte de un sacerdote cuando tenía 13 años. Según su propio testimonio, trabajaba como ayudante o mozo en la casa de un sacerdote en su lugar de origen, Ciudad Juárez, cuando fue víctima de dicho oprobio por parte del cura. Una revelación que rompe con el silencio que rodeó dicho episodio que no se había expuesto públicamente.

El rechazo de su madre y el abandono
Pese a que Juan Gabriel siempre interpretó Amor Eterno a todas las madres, pero en especial a su progenitora, se muestra en el documental que ella no fue de mucha querencia con su hijo. Victoria Valadez no tardó en internarlo en un orfanato, cuando él tenía 5 años, debido a la pobreza y a las dificultades que teníapara su crianza, y la imposibilidad de hacerse cargo de él.
Fue un abandono que marcó profundamente la vida del artista, quien también escribió otras canciones como Hasta que te Conocí, donde habla de una vida de dolor, de infelicidad. Aunque nunca le guardó rencor, más bien le compró una casa apenas obtuvo ganancias, que ella, dicen en el documental, no tomó de buena manera. Y también la llenó de muchos mimos, cada vez que ella le permitió acercársele.
Al crecer sin un hogar bien integrado, sin guía familiar, desde adolescente fue acusado por robo, incluso se evidencia en el documental que fue detenido a los 16 años por robo de perfumes, por “obstruir” labor policial y por su amaneramiento.

Única figura paternal
Durante su tiempo en el internado, encontró una figura de apoyo y un mentor en Juan Contreras, quien le enseñó hojalatería y elaboración de artesanías, y a quien consideraba su padre, abuelo y amigo.
Disputas legales
Si ya había quienes lo admiraban, con el documental crece la admiración mucho más. En la miniserie se da cuenta de un momento muy importante y polémico en la vida del intérprete, cuando se niega a someterse a los cánones de la exclusividad televisiva, y mantiene una postura crítica frente a Televisa al considerar que“la televisión es para todos los artistas. Ellos han pensado que yo, sin tener exclusividad, soy exclusivo de ellos… ¿Qué es eso de andar con esas cosas, de decir: ‘Ay, pónganles el bip cuando vayan a decir Juan Gabriel…’?”.
Juan Gabriel tuvo serios problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México y con las autoridades fiscales de Estados Unidos. Pese a trabajar “como loco”, el artista “declaraba en ceros” durante un período, lo que generó una deuda fiscal significativa. La periodista Pati Chapoy afirma en el documental que estos problemas fiscales fueron tan graves que llevaron a su arresto por parte de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en 2005, acusado de evasión fiscal.
Asimismo, el cantautor sostuvo una disputa legal importante con su disquera BMG Ariola, entre 1986 y 1994, por los derechos de autor y las regalías de sus canciones. Durante este período de ocho años, se negó a grabar nuevo material como medida de presión y protesta, aunque continuó ofreciendo conciertos en vivo.
Juan Gabriel siendo un joven inexperto, firmó su primer contrato con RCA Víctor (luego BMG), cediendo un gran porcentaje de los derechos de su obra a la compañía discográfica. Por lo que, posteriormente, exigió un pago justo de regalías y el reconocimiento como autor de sus temas, muchos de los cuales no estaban correctamente registrados a su nombre y eran explotados sin su consentimiento.
La disputa se resolvió mediante un acuerdo en 1994, por el cual la propiedad de las canciones revertiría a Juan Gabriel a lo largo de un período específico de tiempo. Luego de esta resolución, el artista lanzó un álbum titulado: “Gracias por esperar” y regresó a los estudios.

Su apego a las mujeres mayores
Se revela en el documental cómo se dan sus relaciones con grandes amigos hombres, pero también con entrañables amigas mujeres. Asimismo, se muestra como quizá, a falta de una figura maternal, buscó siempre mantener a su lado mujeres mayores que él, como Enriqueta Jiménez, María de la Paz Alcaraz, quien fue su representante. Y no se oculta como amigos o socios, como el controvertido Joaquín Muñoz influyeron en su vida y en algunos casos lo traicionaron, complicando sus finanzas y su estabilidad emocional.
Amoroso padre
En cuanto salía del escenario, se iba a refugiar a su rancho con sus hijos, cuatro en total, a los cuales crió con amor, mimos y alejados de la prensa, gracias a la ayuda de una figura materna que consiguió para ellos, su amiga cercana Laura Salas, quien asegura que aceptó gustosa la petición de su amigo de ayudarlos a criar, porque se enamoró de inmediato de los chicos: Iván Gabriel, Joan Gabriel, Hans Gabriel y Jean Gabriel.
Se menciona también en la miniserie que otros hijos surgieron públicamente después de su muerte: como Luis Alberto Aguilera y Joao Gabriel, quienes presentaron pruebas de ADN y afirmaron ser hijos biológicos, aunque no formaron parte de su círculo íntimo ni de la familia reconocida durante su vida.

Amores y celos con Rocío Dúrcal.
'Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero’ toca también la relación del cantante con Rocío Dúrcal, que es descrita como una amistad profunda y una conexión de almas gemelas, pero también aborda un posterior distanciamiento entre los artistas.
En la serie, el propio Juan Gabriel reconoce que Dúrcal fue su alma gemela y destaca la gran afinidad personal y profesional que existía entre ellos, y cómo se encantaba con la feminidad de la cantante española. Creaban juntos magia en el estudio y sus colaboraciones eran muy exitosas, convertidas incluso en himnos como Amor Eterno.
Sin embargo, hubo un quiebre en la relación y el posterior distanciamiento, al parecer, dice el documental, por sus caracteres, y malentendidos relacionados con grabaciones de videos musicales, lo que llevó a que dejaran de hablarse durante años.
A pesar de ello, se dice en la miniserie que cada vez que se reunían en el estudio, la magia y la conexión artística volvían, como si nada hubiera pasado, lo que demuestra la fuerza de su vínculo profesional. Aunque se advierte que cuando Rocío enfermó, se quedó esperando y añorando la visita de su amigo. Dicho sea de paso, ambos se gastaban su orgullo.
Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.
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