En Cali no todo es salsa, también el tango se roba el show; así se vive la pasión por este género musical

La Matraca, ubicada en la carrera 11 # 22-80, del emblemático barrio Obrero, cumple en octubre próximo 61 años, desde que la fundó Clímaco Parra Restrepo, uno de los hermanos de Jaime Parra, actual dueño y hermano menor de esa familia Parra Restrepo, que llegó de Manizales con sus tangos.

Hoy en día, “La Matraca sigue sonando, gracias a Dios”... y ¡a Gardel!. Al decir de Leyda Santa, esposa y pareja de baile de don Clímaco: “Aquí la gente encuentra calor humano, recuerdos y música de todos los tiempos. Es un sitio de encuentro, de amigos, de amor y de paz”.

“La gente que viene a La Matraca debe venir con el ánimo de vivir un rato de encuentro musical, donde sí o no se puede ver bailar, pero lo más importante es ese gusto por la buena música de todos los tiempos, no solamente tango, porque suenan todos los ritmos, incluyendo la salsa”, dice Leyda.

Ella considera que el amor por el tango no tiene edad. “Si usted va a La Matraca ve desde la persona que acaba de cumplir 18 años hasta el que acaba de cumplir 96”, anota.

En dicho templo musical del Obrero empieza la movida del tango en Cali, porque será allí donde el próximo viernes 27 de junio, a las 6:00 p. m., se ofrecerá la Milonga para Gardel.

“Es un homenaje conmemorativo por los 90 años de su desaparición física, porque su voz, su espíritu y su gloria y su memoria, su sabiduría, siguen vigentes en el mundo entero. Él cada día canta mejor. Gardel es inmortal, eterno”, anota Leyda, la anfitriona incansable de los amantes del tango en Cali.

Será un homenaje sentido por parte de Voz y Yo Espacio Tango, un estudio artístico, que dirige su hijo Camilo Díaz Santa, a través de una pieza escénica, que incluye danza y poesía.

Por otro lado, en Cali hay menos escuelas de tango que de salsa, pero las hay, una es Vivo Entretenimiento, que se ubica, al sur, en el barrio San Fernando, en la Calle 5 B 5 #36-94. Nació en 2004 como Tango Vivo y Salsa Viva.

Yesenia Bonilla y Danilo Carabalí, productores de Vivo Entretenimiento, dicen que “el tango ha cobrado gran fuerza en Cali, convirtiéndose en uno de los ritmos preferidos, especialmente por los conocedores”.

Dicen ellos, que pese a ser un género extranjero, ha sido adoptado con entusiasmo en la capital vallecaucana, reconocida por su espíritu abierto y carácter pluricultural: “Colombia ha acogido a numerosos intérpretes nacionales y extranjeros que han enriquecido nuestra historia musical con inolvidables producciones en el género”.

La prueba está en que el público caleño responde de manera excepcional a todas las convocatorias relacionadas con el tango, tales como producciones teatrales, clases, milongas, talleres, festivales y más.

Por más de dos décadas, los fundadores de Tango Vivo: Edwin Chica Caro y su esposa Lina María Valencia Estrada, bailarines de tango y campeones mundiales del género, gestaron asimismo, un programa de becas en formación artística que ha beneficiado a más de mil niños y jóvenes de la ciudad. Actualmente, su organización ofrece clases de baile, espectáculos de danza y producciones en teatro.

Con una comunidad creciente, espacios fijos para clases y milongas, y un trabajo comprometido por atraer a nuevas generaciones, el tango vive un gran momento en Cali.

Y ya no solo los adultos se interesan por este género, hay maestros y bailarines dedicados a la formación artística de jóvenes, así como compañías y productores que ofrecen espectáculos y producciones para las familias caleñas.

Otro de ellos es Juan David Bedoya, bailarín profesional, maestro y gestor cultural de tango, y organizador de Milongueando Tango Festival, edición Cali y Cartagena.

Milongas, a la orden del día

“El caleño ama bailar, y el tango no es ajeno a eso. Llevamos años recibiendo cantantes, músicos y maestros de tango. Siempre ha sido muy bien recibido por el público”, explica Juan David, quien da fe de que hay clases regulares y milongas, que son como las fiestas de tango.

En la semana, en Cali, hay mínimo una milonga, y en ocasiones, hasta dos o tres. Hay prácticas, jueves, viernes y algunos sábados, donde se da una clase previa y luego, quienes quieran se quedan ensayando.

Aprendices y bailarines, pueden lucirse en la pista, en El Portón Caldense, La Banda y La Matraca, a algunos los contratan para presentaciones. Muchos compañeros y yo trabajamos con proyectos apoyados por la Secretaría de Cultura, como los Estímulos, Cultura en Movimiento y Jóvenes en Movimiento, eso nos permite ofrecer clases gratuitas. Juan David tiene un grupo de tango queer, alumnos de 22 a 60 años, y “una parejita hermosa de 9 y 10 años que ya participa en festivales”.