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Caleña, exaltada por el Congreso de EE. UU. por su trabajo en defensa de la mujer
María Fernanda González fundó la comunidad Mujeres aprendiendo a amar. Brinda a sus congéneres herramientas para aprender a amarse a sí mismas y amar a los demás.
Por Tatiana Cuero Tulande, del Semillero de Periodismo UAO - El País
Gracias a su labor como mentora de amor y relaciones de pareja, la caleña María Fernanda González Sánchez fue distinguida recientemente por el Congreso de los Estados Unidos, en una ceremonia en la que otros 169 profesionales hispannos de Florida fueron reconocidos.
Durante el evento, organizado por la congresista republicana María Elvira Salazar, presidenta del Subcomité del Hemisferio Occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, en colaboración con la Asociación Multicultural de Activistas Voz y Expresión (Amavex) y la oficina de la legisladora de la Cámara de Representantes Debbie Wasserman Schultz, del Distrito 23 de Florida, se les entregó a los homenajeados la bandera de Estados Unidos como un símbolo de distinción.
Esta administradora de empresas, egresada de la Universidad Javeriana de Cali, ha desarrollado experiencias y talleres destinados a mujeres, brindándoles las herramientas para aprender a amarse a sí mismas y amar a los demás. Además, trabaja en colaboración con amigos y mentores como el exsacerdote y escritor Gonzalo Gallo, y ofrece conferencias para fomentar la conexión con el yo interior.
A lo largo de los años, ha impactado a miles de mujeres a través de conferencias virtuales en varios países, y también ha dejado una huella en Colombia con eventos presenciales.
María Fernanda decidió en 2022 llevar su proyecto a EE. UU. para fortalecer su mensaje. Reconoció que el impacto no era tan fuerte como en Colombia, pero respondió a la demanda de mujeres latinas que buscaban sus cursos presenciales. Su compromiso con empoderar a sus congéneres y su firme creencia en sí misma han sido fundamentales en su camino al éxito.
“Siempre he sido una convencida de que los límites están en nuestra mente y a pesar de encontrarme en un país donde todo era nuevo sabía que no iba a ser difícil. Tenía un proceso ya trabajado en algo que se llama el autoconcepto y creo que es importante que todo el mundo lo conozca”, dice.
Con el tiempo comprendió que debía reprogramar su mente y empezar a creer en ella, por eso uno de los mensajes que quiere dejarles a quienes están en busca de un propósito es que trabajen en su autoconcepto, es vital, comenta, reconocer qué se dice a usted mismo, porque la mente es una máquina poderosa que crea significado.
“A veces tengo pensamientos que no juegan a mi favor, pero logro identificarlos y decir: esto no es real”, cuenta la mentora de 34 años, quien agrega: “Somos parte de la divinidad y cuando hay un mensaje que sé que no está en sintonía lo puedo cambiar porque tengo consciencia de ello. No le doy poder, sino que lo reemplazo por otro. Cuando empecé a trabajar en eso que llamamos la voz interna, equipé mi vida para mantenerme en mi propósito en donde fuera que estuviese”, declara María Fernanda, quien lleva más de un año compartiendo sus talleres con la comunidad de mujeres de Florida, EE. UU., y por eso fue galardonada por el Congreso de los Estados Unidos.
Exaltación a una mujer especial
El reconocimiento que obtuvo esta mujer de ojos grandes y voz dulce es una anécdota que le gusta recordar. Ella recibió una invitación por medio de WhatsApp en la que creía haber sido invitada a acompañar a un amigo al Congreso de los Estados Unidos. Un amigo que había asistido a uno de sus talleres y que, además, era el encargado de nominar y postular a las personas que obtendrían el reconocimiento. Orgullosa, lo felicitó y le dijo que por supuesto lo acompañaría.
Ese día, llamó a su madre para contarle que había sido invitada a acompañar a su amigo, pero su mamá, quien sí leyó el documento con detenimiento, se dio cuenta de que la invitada para recibir el reconocimiento era María Fernanda. “Cuando me enteré sentí una alegría muy grande porque la he visto perseverar. Por eso yo creo que ella nació diseñada para levantar a muchas mujeres que están apenas aprendiendo amar. Eso era algo que yo anhelaba para ella, porque se lo merecía por su disciplina”, dice Emma Sánchez, madre de la galardonada.
“Yo recuerdo que le colgué a mi mamá y me metí al chat para leer el documento otra vez. Cuando lo hice me dije a mí misma que eso era demasiado grande, pero luego me dije: ‘No, María Fernanda, tú te mereces esto’,” relata la caleña, y añade: “Él fue un espectador silencioso que me postuló. Estar en el Congreso, donde se toman las decisiones más importantes, fue algo muy emocionante. Cuando estuve allá me di cuenta de que lo merecía, que lo había trabajado y que las lágrimas, el proceso de transformación habían valido la pena”, sostiene la joven.
Entre tanto, su padre Fernando González sostiene que “desde pequeña mostró que iba a ser una mujer especial. Es honesta, organizada, solidaria, buena hija y excelente persona”.
María Fernanda recibió el certificado firmado y entregado por la Oficina de la Diputada Honoraria María Elvira Salazar, presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara. “Fue un motivo de orgullo encontrarme con personas que han trabajado tanto por la comunidad y saber, además, que ese reconocimiento solo lo recibe el 0,5 % de las personas latinas que están en los Estados Unidos. Ser parte de eso es algo que me llena de gratitud con Dios, con la vida y conmigo”, expresa.
Para esta mentora, sus amigos, familias y pareja fueron claves para obtener este reconocimiento. Precisamente, su esposo Carlos Andrés Gálvez considera que esa exaltación fue un regalo de Dios, una compensación a sus sacrificios. Revela, además, que de ella admira todo. “Es una mujer brillante, amorosa, apasionada y con un don de servicio por la comunidad que es excepcional, pero es muy perfeccionista y en algunos momentos tiene poca tolerancia a la frustración. Para ella no existen puntos grises y eso lo viene trabajando de mi mano. Quizás ese haya sido el mayor reto en nuestra nueva vida aquí en Estados Unidos”.
Rodearse de personas que aporten
Para que María Fernanda obtuviera este reconocimiento, tuvo que nutrir su mente y habilidades. Para ella, la mente es una computadora y es clave saber cómo se alimenta. Si bien es cierto que la mayoría de pensamiento son negativos, rodearse de personas que aporten al crecimiento mental, físico y espiritual puede potencializar los registros que almacena la computadora.
“Entendí que si alguien ha logrado algo que yo quiero, lo único diferente es que esa persona tiene información que yo no tengo. Esa información la obtengo a través de libros, entrenamiento, mentores o audios. Yo no puedo cambiar mis pensamientos si no tengo algo que alimente mi mente con buenos pensamientos”, explica, y agrega: “El mundo digital permite que conozcamos personas y nueva información. Lo hago a diario, nunca paro”.
La vida de esta mujer de 34 años es una metáfora del viaje de empoderamiento personal y éxito que puede realizarse a través del fortalecimiento mental, el amor propio y la perseverancia. Ella representa un faro de inspiración para todos aquellos que buscan superar límites y construir un futuro lleno de logros.
Por eso María Fernanda persiste en su misión de llevar su mensaje a nuevos horizontes. “Mi meta más grande es poder entregar el mensaje sin fronteras. Gracias a la inteligencia artificial hay una voz que traduce en tiempo real en todos los idiomas y eso va permitir que el mensaje pueda ser entregado no solo en español, sino en múltiples lenguas. Ya estoy trabajando con un equipo de expertos para lograrlo”, declara la caleña que enseña a las mujeres a amarse así misma y a los demás.
Consejos
Estas son cinco recomendaciones de María F. González para alcanzar metas:
- Trabajar el autoconcepto: el autoconcepto es la opinión que uno tiene sobre sí mismo. Es importante reconocerse y modificar creencias limitantes.
- Priorizar la voz interna y transformarla en mensajes positivos. Aplicar afirmaciones como “Yo puedo lograrlo”, “Soy capaz” y “Soy suficiente” para potencializar la creencia.
- Conectarse con la esencia divina. Creer de verdad que somos un milagro y que fuimos creados para grandes cosas.
- Alimentar esa computadora mental. María Fernanda tiene mentores como Gonzalo Gallo, Margarita Pasos, Marian Estape, que brindan mucha información sobre el crecimiento personal y están al alcance de todos. Además, es importante escuchar audios y leer. Ella recomienda leer El milagro más grande del mundo.
- Accionar. No esperar a que las cosas sucedan de la noche a la mañana, sino que se debe trabajar, llamar, hablar, buscar, tocar puertas para que esos propósitos se logren.