Economía
Dos aerolíneas colombianas buscan operar rutas que fueron dejadas por Viva y Ultra
Las aerolíneas han iniciado sus apuestas para cubrir las rutas que las dos empresas de bajo costo han dejado vacantes.
La salida del mercado de las aerolíneas de bajo costo Ultra Air y Viva Air, las cuales fueron llamadas a liquidación judicial por parte de la Aerocivil, está creando una competencia en el sector, ya que varias empresas quieren tomar las rutas que ambas aerolíneas dejaron abandonadas después de la quiebra.
Pero la competencia no solo se da por las rutas que operaban, sino también por el número de pasajeros que transportaban, la participación en el mercado y los espacios aéreos que las aerolíneas Viva y Ultra dejaron en los aeropuertos de todo el país.
Para tomar participación en las rutas, varias aerolíneas están aumentando su frecuencia de vuelos e incluso están solicitando operar nuevas rutas a zonas donde las dos aerolíneas de bajo costo operaban, muchas de las cuales parten desde o hacia Medellín, ciudad conoce estaba el ‘centro’ de operación de Viva Air.
Un ejemplo de esto es el de Wingo, que además de inaugurar su ruta Bucaramanga-Bogotá, está tramitando en este momento otros destinos donde quiere operar, todas ellas con conexión con Medellín. Las rutas que quiere lanzar son las que conectan a Medellín con ciudades como Cartagena, Santa Marta y Bucaramanga.
Wingo, afirmó que después de solicitar los permisos pertinentes ante la Aerocivil, están planeando diferentes aspectos operacionales, como por ejemplo las frecuencias, la revisión de las tripulaciones y de flotas.
Cabe recordar que, Viva volaba las rutas desde Medellín hacia Bucaramanga, Santa Marta y Cartagena, mientras que Ultra Air operaba los vuelos desde la capital de Antioquia hacia Santa Marta y Cartagena.
Otra aerolínea que está en la puja de rutas es Easyfly, la cual comenzará a llamarse Clic en el mes de agosto de 2023. Esta empresa ya inauguró su ruta Bogotá-Cali, aprovechando el espacio que Viva y Ultra Air dejaron libre, ya que las dos cubrían esa ruta.
Según Aviaciononline, Easyfly con la entrada a ese mercado, competirá con otras aerolíneas como Avianca, que tiene 118 vuelos cada semana; Latam, que actualmente lleva 85 vuelos semanales y Wingo, con 11 vuelos a la semana.
Además, los datos de Aerocivil apuntan a que, durante el primer cuatrimestre de 2023, la ruta Bogotá-Cali movilizó a 901.463 viajeros, es decir, una ocupación promedio de 71%.
Asimismo, ante la Aerocivil también han sido dejadas otras solicitudes de rutas, las cuales tienen alguna conexión con Medellín, las cuales se unen a la que conecta con Cartagena.
Estos anuncios se suman a los que otros competidores como Avianca y Latam ya realizaron. Por ejemplo, Avianca comenzó a vender seis vuelos a la semana entre Medellín y San Andrés desde inicios de julio. Por su parte, Latam, anunció a mediados de mayo, cuatro nuevas rutas, junto con Delta, entre las que se destaca la Medellín-Miami.
¿Qué pasará con los aviones de Viva y Ultra Air tras entrar en proceso de liquidación?
Con el fin de saldar sus deudas con los acreedores, Viva Air y Ultra Airlines se encuentran actualmente en un proceso de liquidación empresarial supervisado por la Superintendencia de Sociedades. Esto ha suscitado muchas dudas sobre qué pasará con las aeronaves si no están al servicio de la ciudadanía.
Lamentablemente, las aerolíneas de bajo costo no pudieron mantener sus operaciones, lo que ha llevado a un desafortunado desenlace.
Juan Felipe Reyes, abogado aeronáutico de Parra Rodríguez Abogados, explicó en el diario Pulzo, que ni Viva Air ni Ultra Airlines eran propietarias de sus aeronaves y que, al tratarse de aviones arrendados de otras organizaciones, no forman parte de los activos de las aerolíneas, por lo tanto, no pueden utilizarse para compensar deudas durante el proceso de liquidación.
Asimismo, Olga Lucia Ramírez Duarte, socia de DLA Piper Martínez Beltrán, declaró para La República, diciendo: “desde el inicio del proceso de insolvencia conforme el convenio de Ciudad del Cabo del que es parte Colombia, la aerolínea como arrendataria tiene la obligación de devolver los aviones en un plazo no superior a 60 días excepto si el arrendador consiente en un plazo diferente o efecto diferente”.