Economía
Colombia concreta la mayor transacción financiera de su historia, sostiene el Ministerio de Hacienda
Más de $ 10.000 millones de dólares en órdenes de compra evidencian el apetito por la deuda colombiana. Pero, ¿qué significa esto para el país?

En un hito sin precedentes para las finanzas públicas del país, Colombia acaba de cerrar la transacción financiera más grande de su historia en los mercados internacionales de capitales.
Se trata de la emisión de dos nuevos Bonos Globales por un total de $ 3800 millones de dólares, con vencimientos en 2030 y 2035, que despertaron un interés superior a los $ 10.174 millones de dólares, casi tres veces el valor ofrecido.
La operación, anunciada oficialmente por el Ministerio de Hacienda este martes 15 de abril, no solo avanza en el cumplimiento de la meta de financiamiento de la vigencia 2025, sino que también permite una optimización del perfil de la deuda pública externa al incorporar una estrategia de manejo de pasivos.
En desarrollo la transacción financiera colombiana más grande de la historia en mercados de capitales.
— MinHacienda (@MinHacienda) April 15, 2025
Alrededor de USD$ 10.174 en órdenes de compra en el momento más alto. Se confirma confianza de la inversión en la economía colombiana. pic.twitter.com/acDOojm6fh
¿Qué implica esta operación para Colombia?
Los bonos globales son instrumentos de deuda emitidos por un país en los mercados internacionales. En otras palabras, es dinero que Colombia pide prestado a inversionistas extranjeros, comprometiéndose a devolverlo en el futuro con intereses.
Esta emisión le permite al Gobierno financiar parte del presupuesto nacional, cumplir con el plan financiero de 2025 y refinanciar obligaciones anteriores que vencen pronto, especialmente bonos que caducan en 2026.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, destacó que esta alta demanda refleja la confianza de los mercados en la economía colombiana y en el manejo de sus finanzas públicas.
“La demanda que atrajo la operación de financiamiento refleja nuestro compromiso con la estrategia de diversificación del portafolio de inversionistas en los mercados internacionales y el manejo responsable de las finanzas públicas del país”, dijo Ávila.
El bono con vencimiento en 2030 fue colocado por $ 1900 millones de dólares, con un rendimiento del 7,5 %, mientras que el de 2035 también fue por $ 1900 millones de dólares, con un rendimiento del 8,75 %. En términos simples, esto significa que el país pagará esos intereses a quienes compraron los bonos, en compensación por prestar el dinero.

Este tipo de operaciones permiten mejorar el “perfil de la deuda” del país, lo que implica reducir riesgos futuros de pago. En esta ocasión, además de captar recursos frescos, Colombia destinó parte de la emisión al manejo de pasivos, es decir, a recomprar o reemplazar bonos antiguos que vencen pronto por unos con plazos más largos. Esto ayuda a aliviar la presión financiera de los próximos años.
Para el director general de Crédito Público, Javier Cuéllar, esta estrategia es clave en medio de un contexto internacional volátil: “Logramos ejecutar exitosamente la estrategia de financiamiento que busca aprovechar el menor costo posible al emitir en la parte corta y media de la curva, gestionando de manera eficiente la deuda pública y garantizando la estabilidad del país”.
Aunque pedir dinero prestado puede generar preocupación, lo cierto es que esta emisión no es una medida desesperada, sino parte de un plan ordenado de financiamiento. De hecho, que 237 inversionistas hayan querido prestarle a Colombia muestra que el país todavía goza de credibilidad en los mercados.
Sin embargo, esto también representa un compromiso. El Gobierno deberá cumplir puntualmente con los pagos de esta deuda externa, que se suma al endeudamiento público total. Por eso, el buen uso de estos recursos y una economía estable seguirán siendo claves para que esa confianza internacional se mantenga en el tiempo.
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