Finanzas
Aún hay brechas de inclusión fianciera; solo el 35,5% de los colombianos accede a un crédito formal
Las mujeres, los jóvenes y los habitantes de zonas rurales tambén enfrentan más obstáculos.
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1 de jul de 2025, 10:11 p. m.
Actualizado el 1 de jul de 2025, 10:11 p. m.
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En Colombia, el 96,3 % de los adultos cuenta con al menos un producto financiero, como una cuenta de ahorro o un crédito. Un logro significativo, si se compara con el 67,2 % que se registraba en 2012.
De acuerdo con la Superintendencia Financiera y la Banca de Oportunidades, el 82,4 % de la población adulta tiene una cuenta de ahorros, mientras que 76,1 % posee depósitos de bajo monto, como billeteras digitales. Las operaciones digitales aumentaron del 23 % en 2019 al 63 % en 2024, evidenciando una transformación en los hábitos financieros.
Pese a estos avances, persisten realidades complejas: solo el 35,5 % accede efectivamente a crédito con entidades financieras, y si se suman las opciones de financiamiento del comercio y la telefonía, la cifra sube al 50,5 %.
No obstante, la brecha de uso y aprovechamiento real de los servicios es profunda, pues mientras en las ciudades el acceso es casi total, en las zonas rurales es inferior al 60 %. Las mujeres siguen teniendo menos posibilidad de crédito que los hombres, y cuando acceden, lo hacen en condiciones menos favorables, en cuanto a los montos.
“En los últimos años, hemos avanzado de manera significativa en apertura a productos financieros, sobre todo en términos transaccionales, sin embargo, tenemos muchas oportunidades para mejorar el uso y posibilidad de financiamiento, aseguramiento, ahorro e inversión y sobre todo, acompañar a las personas para que tomen decisiones informadas y responsables”, afirma Paola Arias, directora de la Banca de Oportunidades.
La Mesa Intersectorial de Inclusión Financiera, conformada por 17 organizaciones del país, realizó un completo análisis del panorama actual, incluido en la Guía Práctica de Inclusión y Educación Financiera, un documento que presenta estrategias, mejores prácticas y herramientas para aportar a las organizaciones y personas interesadas en estos temas.

“Nos articulamos distintas organizaciones para generar acciones en conjunto y conocer mejor lo que hacemos en los territorios. Además, este es un mecanismo para incidir en política pública, aportando recomendaciones a partir del conocimiento”, explica Soraya Husain, directora Investigación de la Fundación WWB Colombia, organización que lidera esta iniciativa en el país.
Para Jorge Enrique Arévalo, director de Microfinanzas e Inclusión del Fondo Nacional de Garantías, “en Colombia necesitamos mejorar la inclusión financiera, especialmente en zonas retiradas con bajos procesos de inclusión crediticia. Esta guía le va a permitir a la institucionalidad, a las entidades financieras, pero especialmente a la comunidad, ver cómo pueden ellos, a través de herramientas sencillas, acceder cada vez más al sistema financiero”.
Falta educación
Uno de los grandes retos para mejorar la inclusión está en la educación financiera. De acuerdo con las pruebas PISA, solo el 16 % de los estudiantes colombianos alcanza niveles mínimos de competencia financiera.
Y según la CAF, el 60 % de los jóvenes no comprende cómo funcionan los productos financieros básicos, más del 50 % desconoce cómo elaborar un presupuesto y solo el 15 % tiene conocimiento sobre inversiones.
Estos datos refuerzan la urgencia de estrategias focalizadas de educación y acompañamiento financiero estructurado, especialmente orientadas a jóvenes, zonas rurales y mujeres.
“Creemos que para todas las personas en el país el tema de educación financiera es una necesidad muy sentida porque permite a las personas progresar y darle valor a todos estos esfuerzos que están realizando de forma interconectada”, explica Iván Felipe Rico, director de la maestría en finanzas, de la Universidad del Rosario.
Algunas herramientas
Como resultado del trabajo colaborativo de la Mesa Intersectorial de Inclusión se formuló la Guía Práctica de Inclusión y Educación Financiera, la cual contempla los enfoques diferencial, con atención a mujeres, jóvenes, población rural, emprendedores y economía popular, entre otros ámbitos.
“Dicha guía es un insumo supremamente importante que le apuesta a generar herramientas, a generar esas buenas prácticas, para adoptar iniciativas orientadas a empoderar la población, en términos económicos, y poder cerrar brechas a nivel de desigualdades”, dice María Isabel Tenorio, jefe de Sostenibilidad del Banco W.

En resumen, los expertos señalan que la inclusión financiera no puede medirse solo por el número de cuentas o tarjetas emitidas. Se trata de lograr que cada persona, sin importar su género, lugar de residencia o nivel de ingresos, tenga las herramientas para tomar decisiones económicas informadas y construir una vida digna.
Comunicadora Social de la Universidad del Valle con más de 30 años de experiencia en prensa, en especial en periodismo económico aplicado en varios medios de comunicación nacional.