Cultura

¿Reconoce a un psicópata integrado? El experto en psicología criminal Vicente Garrido lo identifica en su nuevo libro

Personas con tendencias psicopáticas pueden encontrarse en las familias, las empresas y el mundo de la política.

Donald Trump
Para el autor de 'Psicópata integrado', el presidente actual de Estados Unidos es un ejemplo de este tipo de personalidad psicopática. | Foto: 123RF

25 de sept de 2025, 04:00 a. m.

Actualizado el 25 de sept de 2025, 04:00 a. m.

Vicente Garrido es uno de los mayores especialistas en criminalidad, psicopatía e infancia desadaptada en el mundo, de hecho, tiene una cátedra de criminología en la Universidad de Valencia. Algunos de sus libros abordan el tema de las mentes trastornadas con comportamientos violentos, como ‘Cara a cara con el psicópata’ y ‘El monstruo y el asesino en serie: de Frankenstein a Hannibal Lecter’.

No obstante, excepto por su libro ‘Los hijos tiranos: el síndrome del emperador’, solo recientemente, Garrido decidió profundizar en cómo la psicopatía, en sus manifestaciones no violentas físicamente, ocurre en los ámbitos sociales más cotidianos. De esta forma, descubrió un tipo de personalidad que llamó la del ‘psicópata integrado’, condición que tendría al menos un 1 % de la población.

En su más reciente libro ‘El psicópata integrado’, Vicente Garrido no solo describe y señala algunos casos, también comparte la clave para identificarlos antes de que puedan manipularnos con sus destrezas psicológicas.

Vicente Garrido
En su libro, Vicente Garrida analiza diferentes personajes públicos, entre ellos, políticos que demuestran comportamientos psicopáticos, aunque esto también se evidencia en personas menos poderosas. | Foto: Cortesía Vicente Garrido

Desde su estudio en Valencia, el especialista brinda un análisis de cómo los comportamientos psicopáticos se han normalizado en un mundo donde los peores actos son tendencia y hasta celebrados.

—¿La psicopatología no aplica solo para los criminales?

A lo largo de mi experiencia y de mi trabajo he observado que la sociedad no conoce lo que es la otra cara de la psicopatía, que es probablemente la más común, y es lo que llamo en el libro la psicopatía integrada, es decir, una configuración de la personalidad donde dominan una serie de síntomas o rasgos, pero el crimen no es necesariamente una de ellos.

—¿Cuál es la diferencia entre psicópata criminal y psicópata integrado?

Lo que ocurre es que efectivamente el psicópata que se dedica al mundo del crimen, es el más implacable y el más violento. Pero, en realidad, la psicopatía se caracteriza porque el individuo utiliza a los demás como medios para sus fines. Esa es la nota característica del psicópata y no necesariamente es la de cometer crímenes.

De hecho, si la tasa de la psicopatía en general se estima en un 1%, es evidente que ese porcentaje está compuesto por gente que no comete crímenes, porque de lo contrario las sociedades serían muchísimo más inseguras. En España, por ejemplo, ese 1% vendría a ser medio millón de personas.

Eso una cantidad de gente extraordinaria y de ser criminales no podríamos salir prácticamente a la calle. Entonces, ¿qué es un psicópata integrado? Es alguien que utiliza a los otros. Esa sería la definición básica, y se puede complementar diciendo que esa capacidad para utilizar al otro como un medio, para explotarlo, abusar de él, para en definitiva cosificarlo, está posibilitada en una profunda desconexión con el ser humano, porque esta persona no ha establecido lazos significativos.

—¿Qué significa no tener estos lazos humanos?

Que esta persona no tiene la capacidad para resonar emocionalmente y sentirse afectado emocionalmente por lo que le pasa al otro, y lo que es peor, para ser consciente del daño que puede causarle a otra.

Es decir, es alguien sin empatía y es alguien, además, que no tiene principios morales ni conciencia, por eso no conoce el arrepentimiento o el sentimiento de culpa. Ese sería el núcleo duro de la psicopatía.

Esta carencia facilita la explotación y el abuso de los demás, pero no necesariamente la comisión de un crimen. Tú puedes ser una persona inmoral, una persona asocial, pero no tienes por qué ser un violador, un asesino, etcétera. Ahora bien, es evidente que estas personas, debido a esa dureza emocional, tienen más facilidad para todo tipo de actos antisociales.

—¿Pero ser antisocial no es un delito?

Muchas veces estos actos no son delitos, no están reconocidos en el Código Penal como tales, pero el psicópata integrado lo que sí hace es expandir la miseria moral allí donde se desenvuelve.

Y, en ese sentido, es evidente que constituye una amenaza a la estabilidad emocional y a la convivencia, porque afecta no solamente a su familia cuando la tienen, sino en el mundo laboral, en el mundo de la política y, en definitiva, debemos estar preparados para neutralizarlos. Por eso es tan importante hacer profilaxis social.

—¿Por qué la sociedad los tolera?

Justamente como estas personas no tienen conexión emocional con los demás, aprenden a fingir que sí que la tienen, es decir, simulan principios morales, que son personas honestas, que van a contribuir para el bien de la comunidad, cuando en realidad lo único que persiguen es obtener siempre una esfera de poder donde dominar.

La motivación fundamental del psicópata integrado es conseguir el poder y el control allí donde se encuentre, ya sea en el seno de una familia, una empresa o una institución. Obviamente, su alcance es mucho más grande en la medida que tenga una gran responsabilidad y puede afectar a muchas más personas.

—¿Cómo logran fingir?

Debido a que lo practican desde jóvenes, son muy buenos actores, que es también una característica de la psicopatía, la simulación y la capacidad de mentir muchas veces de manera innecesaria, simplemente por el placer o la satisfacción que le produce engañar al otro.

El psicópata integrado
El libro fue publicado este año en Colombia por el sello editorial Ariel. | Foto: Planeta Editorial

Y algo que también les caracteriza es el hecho de sentirse superiores, es lo que nosotros llamamos un gran narcisismo. Tienen un ego inflado o megalomanía, lo puedes llamar, de diferentes maneras.

Esta idea de que son superiores a los demás les da mucha confianza y facilita el que haya personas que les crean, que confíen en ellos porque parecen personas seguras, determinadas, y sabemos que en esta sociedad donde vivimos se valora desmesuradamente la seguridad, la determinación, que son aprovechados en el mundo comercial, político, de la comunicación, etcétera. Así que muchas veces son aceptados y participan plenamente en la vida pública.

—¿Cómo la cultura consumista y la mentalidad capitalista validan a los psicópatas integrados?

De un modo muy relevante, fíjate lo que ocurre ahora mismo en Estados Unidos con Donald Trump, a quien en el libro lo califico de psicópata integrado impulsivo, mientras que a Vladímir Putin lo califico de psicópata integrado, pero controlado.

Pero yo creo que en Estados Unidos estamos viendo justamente el derrumbe del criterio moral, con su ideología del Make America Great Again (MAGA).

Vicente Garrido
En su libro, Vicente Garrida analiza diferentes personajes públicos, entre ellos, políticos que demuestran comportamientos psicopáticos, aunque esto también se evidencia en personas menos poderosas. | Foto: Cortesía Vicente Garrido

Sin decirlo, dejan claro que ellos no van a respaldar causas ni seguir principios morales, ni someterse a ninguna legislación, como acuerdos o leyes internacionales, porque lo que quieren demostrar es que son los más poderosos y, por consiguiente, lo que quieren es ganar más dinero, tener más poder y que la gente les tema.

La cultura que fomentan se basa en la codicia, la competencia sin honor, el ganar al otro sin dignidad o decencia, eso es justamente el mundo del psicópata, quien siempre está predispuesto a la lucha o la guerra, para ganar al otro, dominarle y controlarle.

Entonces, cuando la sociedad pierde referentes morales y solo se preocupa de la carrera por poseer más, por ser más poderoso, etcétera, está sin duda promoviendo no que nazcan más psicópatas, pero sí que aquellos que tienen esa tendencia o esa capacidad para convertirse en psicópatas se vean alentados.

Esta es una sociedad que favorece esas tendencias innatas, potencia estos síntomas o rasgos de la psicopatía.

Cuando Trump dice: “Vamos a volver a ser los dueños del canal de Panamá o vamos a tomar Groenlandia, o Canadá”, está saltándose todas las normas internacionales, toda la tradición que hay sobre relaciones diplomáticas, y está diciendo simplemente: “Nosotros somos los más fuertes, por consiguiente tenemos derecho a quedarnos con todo”. Y eso es justamente el modo de pensar del psicópata. En su mente tiene claro esto: “Yo soy más fuerte que tú, por lo tanto, tengo derecho a abusar de ti todo lo que yo quiera”.

Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.

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