DISCAPACIDAD AUDITIVA
La valiente historia de la caleña exaltada como uno de los jóvenes más sobresalientes del mundo
La caleña Jennifer Cañaveral, una arquitecta con condición de sordera, fue exaltada por la Cámara Junior Internacional como uno de los diez jóvenes más influyentes y sobresalientes de 2021 a escala mundial.
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11 de oct de 2021, 07:29 a. m.
Actualizado el 20 de dic de 2024, 12:28 a. m.
Escuchar con el alma y hablar desde el corazón es el diario vivir de Jennifer Cañaveral, caleña de 36 años, quien a los nueve meses de haber nacido perdió la audición del 98 % de sus dos oídos por una fiebre muy alta a causa de una enfermedad llamada meningitis. A los 2 años de edad llegó al Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca con el fin de iniciar su rehabilitación. Allí aprendió a conocer los sonidos por medio de la vibración y a comunicarse con otras personas a través de la lectura labiofacial, una herramienta que le cambiaría la vida.
Jennifer no le teme a nada, es tan segura de sí misma que no piensa en aspectos negativos de su realidad. Para ella el ser humano es magia, amor, felicidad y perdón. Su existencia la conduce Dios porque, para ella, es símbolo de fuerza curativa que mueve el mundo y cambia vidas. Por eso, desde su corazón, compartió en esta entrevista su diario vivir y con ayuda de su novio en la traducción fue posible el desarrollo de esta historia.
Su condición de sordera a lo largo de su vida no ha sido obstáculo para quedarse estancada. Por el contrario, le ha dado la fuerza necesaria para sobresalir y lograr grandes éxitos. Se ganó una beca para el programa ‘Liderazgo por Bogotá’ en la Universidad de Los Andes; ha trabajado en proyectos enfocados en la diversidad y la inclusión.
Asimismo, fue líder de una iniciativa por la que se realizó el video musical ‘Artistas por un mundo incluyente’ para la plataforma de YouTube, con el fin de celebrar el Día Internacional de la Discapacidad, en el que participaron grandes artistas de la industria.
El pasado 7 de septiembre fue exaltada por la Cámara Junior Internacional, JCI, entre los diez jóvenes más influyentes y sobresalientes del 2021 a nivel mundial, reconocimiento que la ha llevado a ser ganadora del premio JCI International. La ceremonia de esta premiación será transmitida virtualmente desde la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica, el sábado 20 de noviembre, a las 8:00 a.m.
“Este premio significa mucho para mí, para las madres colombianas, para las personas con condiciones especiales en Colombia como yo. Significa mucho para nuestra sociedad porque está muy demorada en temas de inclusión en poblaciones con condiciones diferentes. Este logro es empoderamiento femenino porque demuestro que ser mujer en Colombia es un símbolo de fortaleza, de entrega, liderazgo y de fe. Por último, haber tenido este reconocimiento me hace ejemplo de que en esta vida todo se puede hacer y los sueños sí se cumplen con esfuerzo, dedicación, disciplina y amor propio”, afirmó esta arquitecta de la Universidad La Gran Colombia.
El 25 de octubre en el Teatro Colón de Bogotá Jennifer recibirá el galardón que le otorgó la Cámara Junior Internacional Colombia.
Su infancia no fue fácil y aunque el colegio, gracias a su madre Gloria Guzmán Giraldo fue una experiencia llevadera, en la universidad fue víctima de bullying.
“En la primaria no fue tan duro, porque yo iba el primer día y les enseñaba a los niños y a los profesores cómo debían hablarle. Aunque en el bachillerato fue diferente, con muchos inconvenientes, lo supimos superar. Tiempo después, cuando entró a la universidad fue muy discriminada por los compañeros. Me mandaba mensajes diciendo que ellos no se querían reunir con ella por ser sorda. Lo peor, fue que tuvo una compañera que la explotó, tanto, que un día se reunieron y la dejaron sola haciendo el trabajo mientras los demás se iban para la calle, pero con los años les demostró a sus compañeros que sí podía. Hizo la tesis y se graduó de la universidad con honores, hasta hizo una maestría en urbanismo, es una guerrera”, comentó con orgullo su progenitora.
Para esta joven, su primera opción de estudio fue la Medicina, pero por temas de costos no le fue posible. Sin embargo, pronto se percató de que con la arquitectura también podría ayudar a las personas y así se enamoró de su carrera. “Fui entendiendo la arquitectura más allá de una disciplina que busca construir sociedad a través del urbanismo, me di cuenta de que era una carrera con la cual podía ayudar a las demás personas que necesitan ciudades incluyentes. Para mí, es fundamental ir transformando las ciudades, convertirlas de tal manera que brinden salud a través de todos sus componentes y así, entregarle a la sociedad una ciudad soñada”, asegura esta amante del triatlón.
Su maestría en urbanismo fue orientada por Mónica Sánchez Bernal, una arquitecta de 44 años que la acompañó durante todo el proceso. “Su tesis tenía como objetivo mostrar cómo se puede hacer una ciudad accesible pensando en las diferentes discapacidades que pueden tener las personas. Ella analizó el espacio público y las barreras que tiene, sobre todo, en la movilidad peatonal, mostrando cuáles son los grandes problemas a los que se enfrentan quienes tienen alguna limitación o discapacidad de salud”.
Este logro hace de Jennifer una de las mujeres más importantes en este campo. “Estoy muy orgullosa porque este logro la convierte en la primera arquitecta con discapacidad auditiva con un magíster en urbanismo”, afirmó la docente Mónica Sánchez.
Una mujer multifacética
Todos los días Jennifer se levanta con ganas de nuevos retos y aunque ya es arquitecta, magíster en urbanismo, emprendedora, conferencista inspiracional, asesora motivacional, voleibolista, bailarina y ‘coach’ mental, actualmente quiere convertirse en la primera mujer en el mundo con pérdida de audición total en hacer un triatlón Iron Man en distancia completa y así, ser motivo de inspiración para los demás.
Para sus entrenamientos cuenta con su ‘coach’ David Benítez, a quien conoció en el centro deportivo de triatlón. Él es también su novio desde hace cinco meses. “Nos conocimos gracias al triatlón, empezamos a hablar, a conocernos y a compartir un poquito más sobre nuestras vidas y hoy en día somos novios y con ayuda de Dios, un poco más”, afirmó este también arquitecto y especialista en marketing.
Para David es difícil expresar qué fue lo que lo enamoró de Jennifer, porque todos los días se enamora de algo nuevo de ella. “No puedo decir qué me enamoró porque realmente ella no solo me enamoró a mí, enamora a todo aquel que la conoce, a todo el mundo. Tener de novia a Jennifer es el mismo sentimiento que tiene un director de una obra de teatro cuando se termina y él puede ver cómo aplauden y la euforia que genera. Yo me siento como su ángel de la guarda, claramente ella es la protagonista siempre, pero yo soy la persona que está detrás de ella evitando que algo malo le pueda suceder”.
“Ella siempre necesitó una persona que estuviera detrás ayudándole a sostenerla, y adelante, para expresar todo lo que ella quería decir y no podía hacerlo. Ella me dio la facultad de ser su mecanismo de comunicación y es para mí un honor, un placer, es algo que en estos momentos me cuesta un poco decir, pero que estoy dispuesto a asumir por el resto de mi vida. No espero que me dé nada a cambio porque para mí una sonrisa de ella vale más que cualquier cosa”, comentó el arquitecto, mientras su voz se entrecortaba y caían lágrimas sobre su rostro.
A pesar de las dificultades, Jennifer ama cada faceta y etapa de su vida, valora el hecho de despertarse cada día y poder abrir los ojos para seguir inspirando. Por eso, “no cambiaría nada de lo que he vivido o me ha sucedido, por el contrario, mi vida ha tenido muchos momentos que han generado varios cambios en mí, como haber viajado por diferentes países y conocido diversas culturas. Esto me ha permitido abrir el panorama de mi vida y de no haber sido por la condición en la que estoy, no habría tenido la fuerza para haberme lanzado a hacer cosas extraordinarias. Tampoco cambiaría a Dios en mi vida, Él es, fue y será mi fuerza. Además, todo lo que me ha pasado me ha servido de inspiración para ser lo que soy hoy en día”, añadió.
Esta deportista y aficionada a los libros se caracteriza por ser una mujer inspiradora, trabajadora y de grandes metas, por eso espera seguir cumpliendo sus sueños y contribuir al mundo con fuertes cambios. “Primero y a corto plazo, quiero acercarme a líderes mundiales y empezar a plantearles propuestas de empoderamiento femenino, de inclusión y de trabajo con comunidades diferentes. Segundo, quiero seguir viajando alrededor del mundo para que las personas escuchen mi mensaje y recordarles que no hay barreras y que todo se puede cumplir. Tercero, quiero hacer un emprendimiento social para ayudar a las comunidades más vulnerables y por último, hacer un nuevo plan urbano mundial en donde se puedan cambiar las sociedades por algo inspirador e inclusivo, que les permita a las personas vivir la ciudad con felicidad”.
Jennifer será objeto de un reconocimiento por parte del Instituto de Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca el 23 de octubre durante la celebración de los 81 años de la entidad, dentro de la programación de su Noche de Luz.
Sobre Jennifer
Jennifer, junto a su novio David Benítez, anhelan casarse y tener hijos.
La arquitecta, quien en la actualidad vive en Bogotá, estuvo durante siete años asistiendo al Instituto de Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca.
Sus más allegados la ven como una persona inquieta, que todo el tiempo quiere conocer cosas nuevas. Por eso, ama viajar, conocer otras culturas y sobre aspectos poco conocidos del mundo.
Ella tiene la posibilidad de tener un dispositivo que le permite escuchar, pero este le causa estrés, por eso prefiere vivir en silencio.
Reportera Web
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