Cómo hacer
Novena de Aguinaldos, día 5: oraciones y gozos para este 20 de diciembre
A este 20 de diciembre le corresponde el día 5 de la novena de Navidad.
Avanzan las novenas de navidad de este 2023, las cuales empezaron el pasado 16 de diciembre y terminarán el próximo 24 de diciembre.
La también conocida como Novena de Aguinaldos regala la oportunidad para que millones de personas compartan con sus familias, con sus seres queridos y con sus amigos. Normalmente se reza mientras se prepara para la llegada del Niño Dios.
Siga aquí el paso a paso del quinto día de la novena de aguinaldos:
Orden del día
- Villancico.
- Bendición inicial.
- Oración para todos los días.
- Reflexión del día.
- Oración a la Virgen María.
- Oración a San José.
- Gozos.
- Oración al Niño Jesús.
- Bendición final.
- Villancico.
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les distes en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo, en nombre de todos los mortales, doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a la Virgen María
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
Se reza: Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, amén.Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Día quinto
Palabra
Del Evangelio de san Lucas 1, 51-55
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». Palabra del Señor.
Reflexión
En la Exhortación Apostólica sobre el Amor en la Familia n.200 se nos enseña: “El testimonio gozoso de los cónyuges y de las familias, iglesias domésticas Por ello, se trata de hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera, porque en Cristo somos liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento”.
El Dios que camina hacia nosotros nos cita en Belén para que en la noche de Navidad nos demos cuenta que ha llegado a nosotros la vida y la bendición que todos necesitan para estremecer el largo camino del sufrimiento humano con una Palabra llena de luz que transforma el mundo y le da aliento y gozo para que, desde la sencillez de cada familia, los valores y virtudes que allí se hacen germinar se conviertan en camino para transformar las estructuras enfermas de la sociedad, para devolverle a cada ser humano su vocación humana en la que se realice la voluntad de Dios. Un mundo mejor no es el fruto de una intervención de los grandes, es el trabajo humilde y sencillo de los últimos que llena el corazón de todos con la verdad y la esperanza, con la misericordia y la alegría verdadera.
Oración
Dios de la vida: ayúdanos, con la gracia del Espíritu, a hacer de las familias que son obra tuya y signos de tu grandeza, semilleros de vida y de verdad, hogar cálido en el que el mundo aprenda a vivir, en el que se restaure la grandeza de la creación, en el que los últimos y los pequeños sean maestros de bondad y de esperanza para todos. Por Cristo, nuestro Señor, Amén.
Vida:
Que en estos días en los que caminamos fervorosos hacia Belén, pensemos cómo podemos:
Iluminar toda nuestra vida con la verdad del Evangelio. Hacer de los hogares laboratorios de paz y de convivencia en el que encuentren acogida los dolores del mundo, en el que se formen los artesanos de la paz.
Gozos
Coro: Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano,que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Llave de David que abre al desterrándolas cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano,de la cárcel triste que labró el pecado! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,se dispone a hacerse de tu amor sagrario! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Del débil auxilio, del doliente amparo,consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
- ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos! Ven a nuestras almas, ven, no tardes tanto.
Oración al Niño Jesús
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Se reza tres veces: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.