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Cuatro usos del bicarbonato de sodio para plantas de interior
Este compuesto, económico, natural y fácil de encontrar, posee propiedades que permiten mejorar la salud y el entorno de las plantas.

10 de may de 2025, 01:08 a. m.
Actualizado el 10 de may de 2025, 01:08 a. m.
El bicarbonato de sodio, conocido por sus múltiples aplicaciones en el hogar, también puede ser un aliado eficaz en el cuidado de las plantas de interior. Este compuesto, económico, natural y fácil de encontrar, posee propiedades antifúngicas, insecticidas y neutralizantes que permiten mejorar la salud y el entorno de las plantas cultivadas en espacios cerrados. A continuación, se detallan los usos más destacados del bicarbonato de sodio en jardinería interior, así como algunas precauciones importantes para evitar efectos adversos.
1. Fungicida natural contra el oídio y otros hongos
El bicarbonato de sodio puede ayudar a prevenir y controlar el desarrollo de hongos como el oídio, que aparece comúnmente en forma de un polvo blanco sobre las hojas.
- Preparación: Disolver una cucharadita (5 g) de bicarbonato de sodio en un litro de agua, y añadir, si se desea, unas gotas de jabón neutro (como jabón potásico o de Castilla) para mejorar la adherencia de la solución.
- Aplicación: Pulverizar sobre las hojas afectadas, preferiblemente al atardecer o en días nublados para evitar quemaduras solares. Repetir una vez por semana mientras persista el problema.
2. Repelente de insectos
El bicarbonato no mata directamente a las plagas, pero sí puede actuar como un repelente suave para insectos como ácaros, cochinillas y pulgones.
- Preparación: Mezclar una cucharadita de bicarbonato con una cucharadita de aceite vegetal (como aceite de neem o de cocina) y un litro de agua.
- Aplicación: Rociar sobre el follaje cada 5 a 7 días, especialmente en el envés de las hojas, donde suelen esconderse los insectos.

3. Neutralizador de olores del sustrato
En ocasiones, el sustrato de las plantas de interior puede desarrollar olores desagradables debido a la acumulación de materia orgánica en descomposición o exceso de humedad.
- Uso: Espolvorear una pequeña cantidad (media cucharadita) de bicarbonato en la superficie de la tierra. Se recomienda regar suavemente después, para que el producto se distribuya.
- Advertencia: No se debe aplicar de forma frecuente, ya que podría modificar el pH del sustrato.
4. Regulador del pH del suelo
El bicarbonato de sodio puede utilizarse para corregir un sustrato excesivamente ácido, elevando ligeramente el pH. Sin embargo, su uso debe realizarse con cuidado y solo en caso de necesidad comprobada.
- Aplicación: Disolver media cucharadita en un litro de agua y regar con esta solución una vez al mes, únicamente si se sabe que el pH es bajo.
- Recomendación: Se sugiere medir el pH del suelo antes de aplicar este tratamiento, utilizando un medidor específico o tiras reactivas.
5. Limpieza de las hojas
Las hojas de las plantas de interior suelen acumular polvo, lo que reduce su capacidad fotosintética. El bicarbonato, diluido correctamente, puede usarse para limpiarlas sin dañarlas.
- Preparación: Mezclar medio litro de agua con ¼ de cucharadita de bicarbonato.
- Aplicación: Con un paño suave humedecido en la solución, limpiar cuidadosamente las hojas, evitando que el líquido gotee hacia la base de la planta.
Precauciones generales
- No aplicar bicarbonato directamente sobre hojas húmedas expuestas al sol, ya que puede provocar quemaduras.
- Probar siempre la solución en una hoja antes de usarla en toda la planta, para comprobar que no produce reacciones adversas.
- No abusar de su uso, especialmente en plantas sensibles o en suelos con un equilibrio de pH delicado.
Periodista Semana