Cuatro infusiones que son consideradas como aliadas frente la hipertensión

La hipertensión arterial es un problema de salud que afecta a millones de personas en el mundo. Si bien el tratamiento médico es fundamental, algunas infusiones naturales pueden ser excelentes aliados para complementar el control de la presión. Ciertos tés, gracias a sus propiedades relajantes, antioxidantes o vasodilatadoras, ayudan a mantener la presión en niveles saludables de manera natural.

1. Té de hibisco (flor de Jamaica)

Este té es uno de los más estudiados en relación a la hipertensión. Diversas investigaciones han demostrado que el hibisco puede reducir la presión arterial sistólica y diastólica gracias a sus propiedades diuréticas y vasodilatadoras. Además, contiene antioxidantes que protegen los vasos sanguíneos. Se recomienda consumirlo sin azúcar añadido y de forma regular.

2. Té verde

El té verde es famoso por su riqueza en catequinas, antioxidantes que favorecen la salud cardiovascular. Aunque su efecto sobre la presión arterial es más moderado en comparación con el hibisco, su consumo habitual puede contribuir a una mejor elasticidad de los vasos sanguíneos y a un menor riesgo de enfermedades del corazón.

3. Té de hojas de olivo

Menos conocido como las otras infusiones, pero muy potente, el té de hojas de olivo contiene oleuropeína, un compuesto que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a reducir la presión arterial. También tiene un efecto antiinflamatorio que mejora la salud general del sistema circulatorio.

4. Té de valeriana o manzanilla

Aunque estos tés no bajan directamente la presión, son excelentes para controlar el estrés y la ansiedad, factores que muchas veces elevan la presión arterial. Tomarlos de noche puede favorecer la relajación y mejorar la calidad del sueño, lo cual es fundamental para mantener la presión estable.

Recomendaciones frente la presión alta

• Reducir el consumo de sal, evitando alimentos procesados y añadiendo menos sal a las comidas.
• Adoptar una alimentación saludable, rica en frutas, verduras, granos enteros y alimentos bajos en grasas saturadas.
• Mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso incrementa la presión arterial.
• Hacer ejercicio regularmente, como caminar, nadar o andar en bicicleta al menos 30 minutos casi todos los días.
• Limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaco, ambos factores que pueden empeorar la hipertensión.
• Controlar el estrés, mediante técnicas como la respiración profunda, la meditación o actividades relajantes.
• Tomar la medicación recetada exactamente como lo indique el médico.
• Monitorear la presión arterial en casa y acudir a consultas médicas periódicamente.