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Cómo devolverle el brillo a la lengua de suegra: cinco consejos prácticos y efectivos
Existen métodos simples y naturales para devolverle el aspecto saludable.

Andrés Felipe Romero
29 de abr de 2025, 10:51 p. m.
Actualizado el 29 de abr de 2025, 10:51 p. m.
La lengua de suegra es una planta muy apreciada por su resistencia, fácil mantenimiento y valor ornamental. Sus hojas erguidas, de bordes definidos y colores intensos, aportan elegancia a cualquier espacio. Sin embargo, con el tiempo, factores como el polvo, el riego inadecuado o la falta de luz pueden hacer que sus hojas pierdan ese brillo natural que la caracteriza.
Afortunadamente, existen métodos simples y naturales para devolverle ese aspecto saludable y brillante. A continuación, se ofrecen cinco recomendaciones esenciales para ayudar a que esta planta recupere todo su esplendor:
1. Limpiar las hojas con regularidad
El polvo ambiental se acumula fácilmente sobre las hojas, obstruyendo los poros y restándoles brillo. Se recomienda pasar un paño suave y húmedo sobre cada hoja al menos una vez por semana. En caso de mucha suciedad, se puede usar un poco de agua tibia con unas gotas de jabón neutro, asegurándose de enjuagar bien después.
Consejo adicional: Evitar el uso de productos químicos o abrillantadores comerciales que podrían dañar la superficie cerosa de la hoja.

2. Controlar el riego
El exceso de agua es uno de los errores más comunes y perjudiciales. Esta planta es suculenta, por lo tanto, almacena agua en sus hojas y requiere riegos moderados. Se debe regar solo cuando el sustrato esté completamente seco, lo cual puede ser cada 10 a 20 días dependiendo de la temperatura y humedad del ambiente.
Signos de riego excesivo: manchas oscuras, hojas blandas o mal olor en la base.
3. Proporcionar luz adecuada
Aunque la lengua de suegra puede sobrevivir en condiciones de poca luz, su color y brillo mejoran notablemente en lugares con luz natural indirecta. Una ubicación cerca de una ventana luminosa, pero sin sol directo intenso, es ideal. La exposición prolongada al sol directo puede quemar las hojas, mientras que la sombra excesiva puede hacerlas opacas.
4. Usar abrillantadores naturales ocasionales
Una forma casera y segura de devolver el brillo a las hojas es aplicar de vez en cuando una mezcla de agua con una pequeña cantidad de leche o aceite natural (como coco o oliva). Solo se requiere humedecer un paño suave con la mezcla y pasarlo suavemente por las hojas. Este método no solo devuelve el brillo, sino que también protege la superficie foliar.
Importante: No abusar de este truco. Una aplicación cada 3 a 4 semanas es suficiente.
5. Nutrir con fertilizante equilibrado
Durante la primavera y el verano (épocas de crecimiento), conviene aplicar un fertilizante líquido para plantas verdes cada cuatro a seis semanas. Esto favorece el desarrollo de hojas nuevas, firmes y brillantes. En otoño e invierno se recomienda suspender la fertilización, ya que la planta entra en estado de reposo.
Opciones naturales: Compost líquido, extracto de humus de lombriz o té de cáscara de plátano pueden usarse como alternativas ecológicas.
Andrés Felipe Romero
Periodista Semana
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