Así se prepara el mejor desengrasante para la cocina y volverá a lucir como nueva

Mantener la cocina limpia es una de las tareas más dispendiosas y sobre todo, cuando se trata de eliminar los residuos de grasa luego de que se han hecho ciertas preparaciones.

La cocina, y en especial la estufa, suele acumular residuos de grasa que no siempre son fáciles de eliminar, pero existe una fórmula casera que le permitirá recuperar la belleza de este espacio en poco tiempo.

Tres ingredientes que le ayudarán a deshacerse de la grasa de su cocina

Para tener una estufa libre de manchas de grasa, solo debe tener a la mano 3 ingredientes que al mezclarse forman una sustancia que le quitará esta molestia a la hora de limpiar la cocina.

Para ello se requiere de bicarbonato de sodio, vinagre blanco y unas gotas de jabón líquido lavaloza.

El bicarbonato de sodio, es uno de los mejores aliados de la limpieza del hogar, ya que tiene propiedades que no solo ayudan a limpiar y desinfectar, sino también a eliminar los malos olores.

El vinagre, con sus propiedades ácidas, contribuye a disolver y a ablandar la grasa acumulada. La acidez del vinagre facilita la remoción de la suciedad y la grasa, haciendo que la limpieza sea más sencilla, mientras desinfecta las superficies.

Por su parte, el jabón líquido tiene componentes que ayudan a quitar los residuos de comida y grasa, mientras limpia las superficies que están engrasadas.

¿Cómo preparar y usar la mezcla?

Para sacar provecho de este desengrasante natural, realice la siguiente mezcla:

Ponga en un recipiente cinco cucharadas de bicarbonato y un vaso de vinagre y remuévalos con una cuchara hasta que se forme una textura pastosa.

Las cantidades dependerán del tamaño de la estufa.

Una vez listo este paso, se pueden adicionar unas gotas de jabón líquido, que contribuyen a potenciar las propiedades de los otros dos productos.

La mejor forma de utilizar esta potente mezcla es limpiar la superficie de la estufa con un trapo empapado de jabón para quitar la suciedad superficial.

Luego, con una esponja, se empieza a esparcir el desengrasante natural por toda la superficie de la estufa, dejando que actúe por media hora. Con otro paño de fibra gruesa, se restriega de manera circular mientras se limpia con agua caliente.

Posteriormente, se retira la suciedad y con un poco más de jabón se eliminan los restos con agua tibia.

Finalmente, seque la estufa con papel de cocina absorbente y quedará como nueva en poco tiempo.

Este truco lo puede utilizar en las superficies de los demás electrodomésticos, con el fin de eliminar cualquier residuo de grasa de su cocina.

Recuerde que es necesario utilizar guantes y un buen delantal, para evitar que sus manos se lastimen o que su ropa se manche.