Así es el método japonés para alcanzar la felicidad sin tener dinero

Alcanzar una vida larga y feliz sin tener como prioridad las cosas materiales es el propósito de muchas personas que buscan lograrlo a través de diferentes métodos que le permitan cuidar la integridad del cuerpo y de la mente.

La cultura oriental es la referencia que se toma para conseguir ser feliz y sin la necesidad de la prensencia del dinero. Esta vez se trata del Sistema Hanasaki, un método japonés, que permite lograr la felicidad a la vez que vivir muchos años.

El método japonés incentiva una vida mucho más relax para la persona, alejada de todos los pensamientos, alimentos y rutinas que suelen ser tóxicos. El minimalismo es uno de los puntos más importantes de esta mirada, ya que considera dejar lo superficial en el olvido, para concentrarse en lo esencial.

Los japoneses aseguran que para mejorar la vida se debe trabajar en el Kaizen (pensar cada día como una nueva oportunidad para ser mejor persona), tener como principios respeto, la honestidad y la gratitud, así como encontrar una nueva motivación para disfrutar todos los días y con una buena actitud.

Hanasaki es una palabra japonesa que significa ‘flor que florece’. También se refiere a un sistema de crecimiento personal basado en una creencia: “el ser humano puede mejorar cada día, si está dispuesto, para alcanzar una vida larga, próspera y armónica; es decir feliz”.

Los 9 pilares fundamentales en la vida

Este método está basado en nueve pilares en los que se debe fundamentar la vida:

Kaizen, voluntad de mejora: Parte del hecho de que el ser humano está en constante evolución y que por lo tanto debe tener la voluntad de que esa evolución sea buena. Para ello, es necesario ser humilde, disciplinado y consistente, es decir ser persistente en esa voluntad de mejora.

Minimalismo, en busca de lo esencial: El minimalismo es la manera de eliminar lo superfluo para poder concentrarse en lo esencial, en lo que es verdaderamente importante. Según el Hanasaki, cuando los principios esenciales están claros, sabiendo qué acerca o aleja de ellos, se está más cerca de alcanzar la felicidad.

Paz interior, el bálsamo de la vida: La paz interior es un estado de consciencia en el que el ser humano se siente tranquilo y relajado. Esta serenidad y paz mental serán esenciales para ayudar a superar los obtáculos a los que se enfrenta la vida y resultará clave para tomar decisiones acertadas, las mismas que ayudarán a experimentar una vida en armonía.

Naturaleza sanadora: Para la cultura japonesa, el contacto frecuente con la naturaleza reporta grandes beneficios para el cuerpo y la mente. Los japoneses, fueron los pioneros de los baños de bosque, los paseos conscientes en los que se apacigua la mente mientras se respira el aire cargado de los aceites esenciales de los árboles.

Cuidar la salud: Una buena salud y un envejecimiento saludable son esenciales en el Hanasaki. Para lograrlo, se debe tener un autocuidado con las herramientas como: sueño de calidad, alimentación saludable, ejercicio habitual y buena gestión del estrés. En Japón, la meditación lleva cientos de años mejorando la salud mental y física de sus ciudadanos. Unos minutos diarios de meditación pueden ayudar a dar calidad a los años.

Tener buenas relaciones: La interacción social con los amigos, la familia y el entorno ayuda a crear lazos más profundos y duraderos. Esta interacción no se reduce solo a los eventos familiares o al acción, sino también al trabajo en comunidad.

Mantener unos principios: El respeto, la honestidad y la gratitud son valores muy asentados en la cultura japonesa. Son parte sustancial de sus principios morales y la hoja de ruta de muchas vidas.

Tener un propósito: Ikigai es la palabra que significa el propósito con el que cada persona se debe despertar cada día. La búsqueda del ikigai no es sencilla. Saber cuál es la misión en el mundo es aquello a lo que se debe dedicar más tiempo en la vida.

Actitud: La actitud es la forma en la que se elige afrontar aquello que sucede. La personalidad de cada uno es esencial para desarrollar uno u otro tipo de actitud, pero la cuestión es poder modular esa actitud para evitar el sufrimiento innecesario y disfrutar de esa ‘flor que siempre florece’ y que, según el Hanasaki es la vida.