Colombia
Niños en Bucaramanga asisten a clases con lanchas improvisadas tras la caída de un puente
Se han planteado la instalación de un puente militar en esta zona, para que de esta manera se dé una solución temprana.
Las comunidades de los barrios y asentamientos La Bendición de Dios, Brisas del Prado, Haciendo Río de Oro, Bavaria II, Los Parceleros y varias veredas entre los límites de Girón y Bucaramanga están incomunicados tras la caída del Puente Nariño.
Esta estructura metálica, que beneficiaba el paso de estas comunidades, fue eliminada tras una orden judicial que obligaba a quitar el Puente Nariño por la inestabilidad de la infraestructura.
Son cerca de cinco mil personas las que quedaron afectadas por la demolición de este puente, entre ellos los menores de edad, a quienes además se les ha vulnerado su educación, ya que quedaron incomunicados para llegar a los centros educativos.
En los hombros y hasta con lanchas improvisadas, los padres de familia han tenido que cargar a sus hijos para poder llevarlos al colegio, dada la incomunicación que viven desde el 29 de junio que se cumplió esta orden judicial.
“De esta manera están pasando los niños al colegio que ya empezaron a estudiar. Toca pasar por el río porque fue el único medio que nos quedó para que nuestros hijos vayan al colegio, y se pueda movilizar toda la comunidad en general”, mencionó una de las habitantes de la zona en diferentes videos que ha realizado la denuncia pública.
Cabe señalar que son varios los videos en los que se ha evidenciado la manera en que estás personas se las han ingeniado para llegar a sus trabajos, instituciones educativas o pasar algunos productos de producción de las zonas rurales.
El río de Oro, el cual atraviesan de manera creativa los más de cinco mil habitantes, se volvió también “un negocio”, ya que hay algunas personas que están cobrando a las personas su colaboración para transitar por el afluente.
Entre los servicios “que ofrecen” está el paso en unas lanchas artesanales que realizó la comunidad, las cuales hicieron con algunos escombros y tablas. Estas son utilizadas especialmente para las mujeres y niños.
“La incertidumbre continúa. El paso para que los niños vayan al colegio, lo que tienen que caminar para salir a la vía central, los adultos mayores sometidos a un camino de herradura, la inseguridad que se presenta y muchos aspectos más que dejó este error del Gobierno al quitarnos esta vía de acceso”, indicó Mauricio Jaimes, líder social de esta zona, a los medios de comunicación locales.
Otra de las preocupaciones de la comunidad es que se ha dificultado el transporte de la mercancía en la zona, por lo cual la falta del puente más la inseguridad de la zona ha generado zozobra entre los más de cinco mil habitantes.
¿Por qué se quitó el puente?
La estructura de 9 metros de altura y 45 metros de longitud la demolieron funcionarios de la Alcaldía de Bucaramanga, debido al fallo del Tribunal Administrativo de Santander, el que se dio por las malas condiciones en las que se encontraba el Puente Nariño.
“Se ordenó a los municipios de Girón y Bucaramanga realizar las apropiaciones y procesos contractuales para la adecuación o reestructuración del puente peatonal llamado Las Hamacas y el puente vehicular llamado Puente Nariño”, cita el fallo.
Además, en este se exige construir una nueva infraestructura porque la anterior estaba generando riesgo a la comunidad. Hasta el momento, ni la Secretaría de Infraestructura, ni la oficina de Gestión del Riesgo en Bucaramanga, han determinado una fecha para darle una solución a la ciudadanía frente a su nuevo paso.
Entre las opciones que se han planteado está la posible instalación de un puente militar en esta zona, para que de esta manera se dé una solución temprana a esta problemática de las comunidades. Sin embargo, no se conocen las fechas exactas en las que desde el Ejército y los organismos de Gestión del Riesgo realicen los estudios necesarios para verificar si allí se puede realizar esta instalación.