Padrastro de Lyan mostraba las extravagantes joyas que comercializa; futbolistas colombianos, algunos de sus clientes

Cuando el niño Lyan Hortúa fue liberado, su familia salió a los medios de comunicación a contar su versión del drama que habían vivido por 19 días por su secuestro. El país acompañó el clamor de su mamá y su padrastro ante el paso de los días y la ausencia del pequeño, secuestrado a raíz de una violenta dispuesta de narcotraficantes.

De ahí que su padrastro, Jorsuar Suárez, habló después del regreso del niño, sano y salvo al lado de su familia, la cual se mostraba en las redes sociales su alto poder adquisitivo. En ese momento, el hombre dejó consignado el dolor de la familia por la falta de acompañamiento de las autoridades colombianas.

Comenzó su declaración su denuncia, expresando lo siguiente: “El día del secuestro fue una noche oscura, que no se la deseo a nadie porque fue muy duro para nosotros como familia ver lo sucedido. No hubo solidaridad ni siquiera de la Policía Nacional, después del secuestro jamás llegó nadie. Nos duele también la presencia que no tuvo el presidente, sino hasta 18 días después se pronunció. Somos personas de bien y del común, que queremos salir adelante legalmente”.

Suárez dijo que salía ante la prensa para aclarar lo que “estaban diciendo” y que por eso estaba ahí “dando la cara, pues no le debían plata a nadie”.

“Soy un comerciante legal que lleva más de 12 años laborando en nuestra propia empresa de manera correcta, no tengo inconvenientes ni involucro a gente que no tenga que ver con el comercio, siempre he sido una persona de bien”, expresó el padrastro.

Después, en una entrevista con La FM de RCN, el tío del niño, Sebastián Bonilla, argumentó la misma posición y dio más detalles del negocio del padrastro. “Mi cuñado, el papá del niño, tiene una joyería que lleva ya aquí 13 años”, explicó, tras confirmar que se había pagado un cuantioso rescate por el pequeño que los había dejado endeudados.

El familiar también aseguró que “somos personas de bien. Yo soy médico. Las personas que se llevaron al niño tenían una información completamente errónea de la familia, quizá por la joyería de mi cuñado”, expresó el familiar. Explicó también que en el negocio de las joyas, el propietario no es dueño de los metales preciosos, sino que se dejan en consignación.

Toda esa historia cambió cuando los medios de comunicación revelaron que había otra verdad tras el secuestro del Lyan Hortúa, relacionado a un ajuste de cuentas entre capos del narcotráfico, pues supuestamente la mamá del niño, se había quedado, a juicio de ellos, con unas propiedades del temido Diego Rastrojo. El papá biológico del menor era alias Mascota, el heredero de la sanguinaria banda de Los Rastrojos, y quien fue asesinado en el año 2013.

La narración del familiar, en la que se sorprende de que los secuestradores pensaran que la familia tenía mucho dinero, contrasta con las publicaciones en redes tanto de Angie Bonilla como de Jorsuar Suárez, llenas de excentricidades y lujos, mostrando abiertamente su fortuna públicamente.

En el caso de ella, aparece llena de joyas en sus viajes por el mundo y vestida con los colores de Barbie y un convertible BMW rosado con el que recorría la ciudad de Jamundí.

En el caso del padrastro, la extravagancia en las redes sociales no era menos. Como dueño de Jorsuar Joyeros, maneja una cuenta de Instagram en donde publica de manera abierta sus riquezas. Allí muestra las lujosas piezas de oro, diamantes y otras piedras preciosas que vende, las mismas que la gran mayoría de colombianos no pueden tener.

Las joyas no son nada sencillas y al ojo de cualquiera es claro ver que estarían avaluadas en cientos de millones. Casi que no hay una pieza en esas publicaciones que no tenga piedras preciosas en cantidades.

No son joyas sencillas. Por ejemplo, hay un hombre araña, construido con lo que parecen diamantes y rubíes. También están los personajes de Pato Donald, Hello Kitty, Mario Bros. Igualmente hay tigres, coronas, corazones, flores y diablitos, en alusión al América de Cali, todas edificadas con joyas.

En una de las tanta fotografías este joyero expone, por ejemplo, muestra un anillo de diamantes, con la forma de un cinturón de castidad. La publicación se acompaña con la canción Escándalo, de Ñengo Flow, que dice así: “Qué escándalo. Se va a formar si se enteran que entre tú y yo. Nos pasamos haciendo el amor. Mantenlo en silencio pa’ que dure. De mi lealtad nunca dude mami”.

En otra publicación aparece la mamá de Lyan, con un logo Fucsia de Barbie a sus espaldas, promocionando los productos de la joyería. “Miren este espectáculo de cadena”, asegura y muestra una imagen de un Cristo, cuyo dije es del tamaño de la mano de una persona adulta. Pesa 370 gramos. Pocos colombianos se pueden dar ese tipo de lujos.

En una de las historias que publican en las redes sociales aparece otra joya muy particular. Se trata de una cadena con un gran dije de escopeta, hecha en oro. La joyería acompaña este elemento con una canción de Natanael Cano y Peso Pluma. “Y bien forrados los paquetes van. No hay pendiente, no puedo fallar. Siempre estoy listo para cruzar. Polvo, ruedas y también cristal. Aquí el papelito viene y va. Las morritas bien locas se van. Disfrutamos, esté bien o mal. De esta vida no me vo’a quejar”.

Además los futbolistas son los mejores clientes de esta joyería, a juzgar por las publicaciones, las mismas que son de conocimiento público. Muchos reconocidos y populares deportistas colombianos aparecen en videos y fotos, luciendo las joyas y recomendando a los ciudadanos comprar en el sitio. También aparecen publicaciones de ellos en el campo de juego usando sus cadenas o anillos.

Entre los jugadores que aparecen como clientes están Luis Sánchez, deportista que pasó por el América de Cali y Fortaleza. También está el controvertido volante Johan Arango, quien en una de las grabaciones asegura que lleva comprando su joyería desde hace cerca de ocho años en el local del padrastro del pequeño.

La mayoría de los futbolistas que han sido clientes de dicho reconocido local son deportistas que han pasado por equipos del Valle del Cauca, como Teófilo Gutiérrez, quien militó en el cuadro azucarero, aunque también de otras instituciones. Hay otros futbolistas que aparecer en las publicaciones de este extravagante joyero.