Colombia
Colombia enfrenta limitaciones militares tras romper la compra de armamentos a Israel y Estados Unidos
Sin alianza con ambos países, los uniformados colombianos, no tendrían el fusil Galil, y hay riesgo de que los helicópteros se queden en tierra.
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20 de sept de 2025, 03:58 p. m.
Actualizado el 20 de sept de 2025, 03:58 p. m.
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Las recientes decisiones del presidente Gustavo Petro de frenar la compra de armamento a Estados Unidos y de suspender relaciones con Israel han generado un profundo impacto en la capacidad operativa de las Fuerzas Militares y de Policía en Colombia.
De acuerdo con una investigación realizada por SEMANA, la medida ya está pasando factura, pues el emblemático fusil Galil dejó de producirse en el país y existe riesgo de que los helicópteros Black Hawk queden en tierra por falta de mantenimiento y repuestos.
Según la investigación, el escenario es crítico, ya que desde hace décadas, la dotación de armas y equipos estratégicos de la Fuerza Pública depende en gran medida de proveedores estadounidenses e israelíes.
Pistolas como las Glock y Beretta, rifles M-4, ametralladoras M-60, escopetas Mossberg y municiones de marcas como Winchester, provienen de Estados Unidos, al igual que los visores nocturnos, radios de comunicación y equipos de geolocalización. Suministros que sin ellos, según advierten los expertos, las capacidades operativas del país se verán seriamente afectadas.

Cabe señalar que, la decisión presidencial también golpea programas de cooperación en seguridad, pues, los comandos Jungla de la Policía, entrenados en Estados Unidos en tácticas de lucha antidrogas, forman parte de un plan triangular de apoyo regional que incluye interdicción aérea, acciones en puertos y erradicación de cultivos ilícitos.
Asimismo, los pilotos de helicópteros Black Hawk reciben capacitaciones en San Antonio, Texas, mientras que otras unidades de élite se entrenan en Miami junto a cuerpos SWAT.
Al respecto, un alto funcionario del Ministerio de Defensa, citado por SEMANA, advirtió que suspender estas alianzas debilita la capacidad del país.
“Hay equipos críticos que necesitan mantenimiento. Si no se hace, se van a deteriorar. Así se pierde la capacidad y no hay plata para comprar nuevos equipos”.
¿Qué opinan otros funcionarios?
La decisión del Mandatario colombiano, también ha generado otras reacciones, para exministros de Defensa como Juan Carlos Pinzón y Diego Molano, la decisión del presidente Petro, de dejar a Colombia sin sus dos principales aliados militares, como Estados Unidos e Israel, tiene un propósito específico y es desmantelar a la fuerza pública para convertirla en una fuerza similar a como funciona en Venezuela.
Pinzón afirmó que, “Es evidente que la estrategia de Petro es debilitar las fuerzas armadas, someterlas, arrodillarlas, pero lo más triste es que cada vez que hace eso empodera a la criminalidad”.
“La orden de Petro podría dejar helicópteros en tierra en unos meses, con lo cual el país perdería la capacidad de controlar el territorio, de mover las fuerzas armadas y eso podría dejar a las Fuerzas Militares sin capacidad para realizar operaciones especiales, sin buena parte de sus comunicaciones, de su armamento de precisión y armamento especial, lo cual afectaría tremendamente a la inteligencia en la lucha contra el narcotráfico”, señaló.
Por su parte, el exministro de Defensa, Diego Molano, reconoció que la posición del presidente Petro es la de buscar la pérdida de capacidades de la fuerza pública.
“Hay tres aspectos que se verán afectados. En primer lugar, los programas de aspersión aérea, de erradicación manual y de incautaciones, que se financian en su mayoría con cooperación de Estados Unidos.
De igual modo, el general, Luis Ernesto Gilibert, exdirector de la Policía, añadió que la fuerza pública es la gran perdedora, “La munición se acaba, los equipos necesitan mantenimiento y son muy importantes los recursos de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Esto no es inteligente”.

A las reacciones, también se unió, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien defendió la posición del Gobierno al asegurar que Colombia busca independencia en su producción militar. Sin embargo, reconoció que la transición hacia la autonomía puede tardar una década y requerir cuantiosos recursos.
En este contexto, las Fuerzas Armadas se encuentran ante un panorama de incertidumbre marcado por la falta de suministros, el mantenimiento pendiente de equipos estratégicos y la imposibilidad de fabricar el fusil Galil.
La continuidad de estas limitaciones dependerá de las decisiones que adopte el Gobierno frente a la cooperación internacional y la capacidad nacional de responder a las necesidades operativas de los uniformados.

Ariadna María Orozco, reportera de El País. Comunicadora social y periodista con experiencia en medios escritos, televisivos, radiales y digitales. Ha participado en la cobertura de eventos deportivos de relevancia nacional y en programas especiales para noticieros regionales, especialmente en el Valle del Cauca.
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