Cali
Río Cauca, más contaminado que nunca: lanzan alerta por bajos niveles de oxígeno en el agua por la Ptar Cañaveralejo
Tras su paso por la Ptar, el río llega a tener muy bajos niveles de oxígeno en ciertos puntos.
El río Cauca es una de las fuentes hídricas más importantes del país. En el departamento del Valle tiene un recorrido de 400 kilómetros, en los que aporta a la industria y el consumo humano en sus diferentes puntos. El afluente suministra el 90 % del agua que consumen los caleños.
Sin embargo, recibe una gran carga de contaminación, y el tramo más crítico del afluente está en Cali, entre la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) de Cañaveralejo y la zona industrial de Yumbo.
“¿Por qué decimos que es el más crítico? Porque es donde se bajan más los niveles de oxígeno; estamos hablando de que allí hay, aproximadamente, un estimado de dos a tres miligramos de oxígeno disuelto en agua”, reveló el director de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), Marco Antonio Suárez.
Este mecanismo de medición es el que permite ver cuál es la calidad de una fuente hídrica y si esta es apta para sustentar vida.
De acuerdo con la CVC, la cifra mínima para que el río Cauca pueda tener vida es de tres a cuatro miligramos de oxígeno disuelto, sin embargo, en algunos puntos de este sector crítico la medición ha llegado hasta cero. Uno de los agentes contaminantes principales es, paradójicamente, la Ptar de Cañaveralejo.
“La planta trata el 85 % de aguas residuales que produce la ciudad, pero el agua que sale de allí solamente cumple con los parámetros que tiene un tratamiento primario, que es en el que se remueven los sólidos. Entonces, la Planta solo está cumpliendo con el tratamiento primario”, sostuvo Angello Guerra, ingeniero sanitario y ambiental y gestor junior de sostenibilidad ambiental de Propacífico.
El ingeniero sostuvo que el líquido que llega en la actualidad al río Cauca no tiene residuos sólidos de gran o mediano tamaño, sin embargo, trae un componente de lixiviados y sustancias contaminantes que requieren que la Planta de Cañaveralejo haga un tratamiento secundario, más profundo, con tecnología que no tiene hasta el momento.
“¿Cuál es el diseño y la proyección normal de un Ptar para una gran ciudad como Cali? Es que tú hagas el tratamiento primario y en 10 o 15 años le implementes ese tratamiento secundario, porque esto es algo que tiene demasiados costos para hacerlo al tiempo”, agregó Guerra.
El ingeniero sanitario contó que, adicionalmente, la Planta necesita una optimización en su infraestructura actual de forma urgente, “¿por qué? Pues porque la Ptar se construyó en 2002, y a 2017, cuando se habló de hacer esa optimización, ya habían pasado 15 años. Una infraestructura de estas necesita ese mantenimiento, un reforzamiento estructural para poder mantenerse”.
Justamente, este fue el proceso que inició Emcali en 2017 con la firma del contrato para la optimización de la Ptar con la empresa Acciona, por $ 74.957 millones, misma entidad que después incumplió su compromiso y dejó los trabajos tirados con solo el 57 % de avance.
“Ese era el proceso que necesitábamos que se desarrollara y que, por las razones que ustedes de pronto han conocido, pues no pudo llegar a feliz término. Entonces ahí ya tenemos un problema, que lo que era el tratamiento primario con medios físicos no se optimizó y no logró llegar al punto óptimo”, comentó el gestor de sostenibilidad ambiental de Propacífico.
Volviendo a la actualidad, Empresas Municipales de Cali, Emcali, aseguraron que no es cierto que se estén haciendo vertimientos directos al río Cauca, sin embargo, no hubo pronunciamiento con respecto a la contaminación que estaría llegando al afluente.
Aun así, las cifras son dicientes. De acuerdo con la última caracterización realizada por la CVC, en agosto del 2021, desde la Ptar están llegando al río 31,9 toneladas de sólidos suspendidos al día, así como otras 59,98 en la medida de DBO5 (ver gráfico).
“Los sólidos suspendidos lo que nos representan es la cantidad de partículas que está trayendo el agua, puede ser por el aporte de sedimentos, por la tierra que se lava de las cuencas, por las lluvias, entre otras. Entonces, la medida de ese tipo de sustancias es a lo que le llamamos sólidos suspendidos, son como el material particulado que hay en el agua”, explicó Paola Janeth Patiño, directora técnica ambiental de la CVC.
De acuerdo con la profesional, entre más alta sea la cifra de estas mediciones quiere decir que hay una mayor afectación al cuerpo hídrico.
Por otro lado, “la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) lo que nos determina es la cantidad de materia orgánica que está presente en un cuerpo de agua, es decir, qué tantas sustancias asociadas a compuestos orgánicos están llegando a este. La DBO, en últimas, lo que conlleva a concluir qué tanto oxígeno requiere el cuerpo de agua para degradar esa materia orgánica que está presente”, agregó Patiño.
“Huele a mortecina”
A las 8 de la mañana de un viernes fue la citación para subir al barco escuela de la CVC. La idea era realizar un tour por el río Cauca que empezara en el sector de Juanchito, se dirigiera hacia el sur y una vez se llegara al límite latitudinal de la ciudad, regresar para visitar el punto en el que la Ptar Cañaveralejo realiza su vertimiento a la cuenca.
Ya de vuelta, el barco escuela pasó por la Ptap de Puerto Mallarino, bajo el viejo y el nuevo puente de Juanchito y bajo la estructura de la línea férrea que atraviesa el río.
Lo que alertó a la tripulación de que la Ptar estaba cerca fue el hedor. “Qué es ese olor tan horrible, como a mortecina”, dijo una de las estudiantes de la Universidad Javeriana de Cali, que hacía parte del recorrido.
“Huele a muerto”, aseguraron otros. Nadie estaba preparado para el olor, a pesar de que uno de los técnicos de la CVC que guiaban el recorrido había vaticinado que el aroma fresco y natural que traía el recorrido cambiaría en ese punto.
Había que creerle, casi una década realizando esas labores respaldaban su advertencia.
El barco escuela llegó al punto exacto del vertimiento, allí se detuvo unos minutos y regresó al punto inicial de abordaje. El recorrido inició a eso de las 8:30 de la mañana y terminó sobre el mediodía.
El único tramo del extenso recorrido en el que hubo que taparse las narices, respirar por la boca o aguantar el desagradable olor fue ese de 500 metros que antecedieron al punto de vertimiento de la Planta de Tratamiento.
Hernando Devia lleva 40 años trabajando en la Corporación Autónoma del Valle del Cauca, mismo tiempo en el que ha conocido de primera mano al río Cauca. Fue él quien estuvo a cargo de la travesía, también reconoció el impacto de la Ptar en el río.
“Yo creo que cada entidad tiene que cumplir para lo que fue creada. La empresa o el operador de las aguas residuales en Cali tiene que hacer el tratamiento completo, hecho como se dice que se está haciendo o, por lo menos, como se está cobrando. Ellos tienen que cumplir con esa parte”, dijo el ingeniero de la CVC.