Más de 250 servicios de pediatría y obstetricia se han cerrado en el Valle: los hospitales públicos de Cali están soportando la demanda

La elevada cartera morosa de las EPS y aseguradoras a las IPS es lo que ha llevado al cierre de servicios de las unidades de alto riego obstétrico y de Cuidados Intensivo pediátricas en Cali y el Valle del Cauca.

A corte de junio de 2025, la cartera en mora asciende a $3.5 billones, siendo la Nueva EPS la principal deudora, seguida de Emssanar, Coosalud y Asmet Salud.

Esta problemática fue tratada desde la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer del Concejo de Cali, a la cual había confirmado asistencia el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, pero este no se hizo presente, por lo que la vicepresidenta de la comisión, María del Carmen Londoño, lo excusó informando que la agenda del funcionario había cambiado tras asumir funciones como presidente de la República encargado. En su lugar estuvo el asesor del ministerio, Hugo Muñoz.

En el hemiciclo se dio a conocer la grave situación que se vive en los últimos cinco años por los 255 servicios de pediatría cerrados según cifras de la Secretaría de Salud del Valle.

Alerta en la urbe

Cali pasó de 105 casos de muertes de madres gestantes en 2024, a 136 en 2025, a lo que se suma que son los hospitales públicos los que estarían hoy soportando la demanda de servicios que cerraron los privados.

Audry María Toro, presidenta de la comisión, reveló que la mayoría de casos se presentó en el oriente, en la ladera, en el norte y el centro.

Los centros médicos que han cerrado su atención de alto riesgo obstétrico son las clínicas Cali, Farallones y Colombia. Siendo la fundación Valle del Lili, el Hospital Universitario del Valle y la Clínica Versalles, que hoy se encuentra colapsada, los únicos que prestan actualmente la asistencia junto a las clínicas de Los Remedios y Occidente, en menor medida.

Como si fuera poco, en el municipio de Palmira, las clínicas Palma Real y Palmira hace algunos meses cerraron sus servicios. Ellos atendían la población de Guacarí, Cerrito, Ginebra, Amaime y Florida, lo que se traduce en que Cali está atendiendo dichos pacientes.

Ante esto, la vicepresidenta de la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer, María del Carmen Londoño, realizó dos propuestas al Ministerio de Salud: una, que el recurso que las EPS le deben a las IPS se pague sin intermediación y se haga giro directo y además, que se fortalezca el servicio ginecobstétrico desde lo público, para que se garantice el servicio a las gestantes.

Bogotá no conoce la región

En el Valle hace falta infraestructura hospitalaria para niños y embarazadas, según señaló la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes.

“La atención médica en pediatría es poco rentable, pues mantenerla en el área de urgencias requiere tener un especialista, un cirujano pediatra, anestesiólogo y el grupo de apoyo, y la consulta es de muy bajo costo porque no requiere diferentes métodos diagnósticos”, contó.

Esta asistencia se cierra porque no hay forma de financiarla, “porque se paga por unas tarifas acomodadas que no tuvieron en cuenta el valor de la prestación de servicios”, dijo.

Similar situación se presenta en ginecobstetricia donde se necesita de un ginecólogo, anestesiólogo, médico neonatólogo y todo el equipo 24 horas al día.

“Tienen que reconsiderar el valor de la atención de un niño y una materna, mientras eso no se ajuste, esto no tiene reversa”, recalcó.

Por su parte, la subsecretaria de Salud de Cali, Janeth Vélez, consideró vital revisar el no pago al personal y a proveedores que afecta la atención.

“En la red privada la deuda supera los 2 billones de pesos. Es claro que su sostenimiento dependen del flujo de caja y en la posibilidad de contar con contratos equitativos”, afirmó Vélez.

Una solución

María Cristina Lesmes señaló en su exposición que hace 30 años, Cali y el Departamento hicieron el proyecto de creación del hospital mejor proyectado en la historia del país, el cual sería para el Oriente de Cali.

En su diseño inicial se le denominó Materno Infantil, y de él solo se construyó el 10 % de la obra, correspondiente a la parte ambulatoria.

Según dijo, el plan se presentó al Ministerio de Salud, el cual aseguró que lo financiaba. El costo de la torre era de $70 mil millones.

“Esa es la primera solución que requiere el Valle y la ciudad, atender al millón de personas en el Oriente como corresponde”, insistió.

Por ello indicó que si en esa zona se atiende a esa cantidad de habitantes, el resto de la oferta en salud estará disponible para el resto de ciudadanos.

“Es importante que Bogotá reconsidere el último decreto en la cual centralizó en el Ministerio de Salud la inversión del país. No se consulta a los entes territoriales y son los gerentes de los hospitales los que dan el visto bueno a los proyectos sin pasar por la mirada territorial”, enfatizó Lesmes.

A lo que añadió que “Bogotá no conoce la región y no pueden ser los técnicos de esa ciudad, desde un escritorio definiendo donde se hace la inversión social que requiere este país”.