Cali
Estos son los nueve sectores de Cali más ruidosos, según el Dagma
En lo corrido del 2025 se han impuesto 35 medidas preventivas por esta razón.

Cali se posiciona como la segunda ciudad más ruidosa de Colombia, tan solo después de Barranquilla, según las autoridades. Muestra de ello es que, tan solo en el 2025, ya se reportan más de 35 medidas preventivas a establecimientos de comercio que no cumplen con la normativa.
Según la norma, en los sectores residenciales se permite un máximo de 65 decibeles en el día y 55 en la noche, mientras que en las partes mixtas es de 70 decibeles en el día y 60 en la noche.
“Hemos realizado 61 mediciones de presión sonora. En principio, si hay desobediencia, ponemos una medida preventiva. Este año ya se han impuesto 35, esta consiste en la suspensión del uso del equipo de amplificación de sonido hasta que no tome correctivos para arreglar el impacto que se evidenció”, expuso Israel Corredor, coordinador central operativo del Dagma.
Actualmente, el Dagma está realizando la actualización de los mapas del ruido de la ciudad, pero se ha identificado que los sectores de los que más se reciben quejas son: Comuna 17, Autopista Suroriental con Carrera 66 y con Avenida Pasoancho, Juanambú, Granada, Vipasa, El Peñón, Ciudad Córdoba y Valle Grande.

Esta medida preventiva no es considerada una sanción, pero los comercios sí están obligados a cancelar alrededor de $ 600.000 en el momento en el que se les impone.
Además, los establecimientos a los que se les pone medida preventiva no pueden volver a poner sonido hasta que tomen los correctivos, pero el Dagma ha encontrado que hay desobediencia e incluso hay algunos que abren normal al siguiente día.
“En este momento tenemos un grupo especial que hace ese control posterior para verificar el cumplimiento de la medida preventiva y, si encontramos que está usando el equipo, le ponemos un incumplimiento que puede llegar a una sanción superior a los $ 15 millones y la Policía hace el cierre del establecimiento de tres a diez días”, aseveró Corredor.
En cuanto a las quejas por ruido, el Dagma informó que han recibido 450 en lo corrido de este año, pero solamente por casos de establecimientos comerciales, debido a que las quejas residenciales son atendidas por la Policía.
¿Cómo se sienten los caleños?
El laboratorio ciudadano Cali Cómo Vamos reveló que, en 2024, 49 de cada 100 caleños estaban insatisfechos con el ruido en la ciudad.
“Por zonas de la ciudad, los mayores niveles los reportaron los habitantes del Distrito de Aguablanca (Comuna 13, 14, 15 y 21) al alcanzar un 55 % de insatisfacción con el ruido de la ciudad, siendo la única zona en donde más de la mitad de los encuestados afirmó estar insatisfecho con el ruido”, precisó Cali Cómo Vamos.
La insatisfacción fue mayor en mujeres que en hombres, mientras que los estratos bajos fueron los que más presentaron inconformidad por establecimientos ruidosos.

Las cifras también revelaron que el ruido fue el segundo aspecto del medioambiente que menor satisfacción generó en los caleños, por encima del manejo de las basuras en las calles, la calidad del aire, la cantidad de árboles y la calidad de los ríos.
En promedio en 2024 casi 3 quejas diarias por exceso de ruido se registraron en la ciudad. El tipo de fuente más común que originó la queja de ruido durante ese año fueron los bares, estancos o cantinas (43 de cada 100 quejas), seguido de las discotecas (7 de cada 100) y las empresas, fabricas o bodegas (6 de cada 100)”, puntualizó el laboratorio ciudadano.
Durante el 2024 se registraron 1123 quejas por ruido en la ciudad, un número inferior a las 1303 que se reportaron en 2023.
¿Hay solución?
El Dagma indicó que se está trabajando para poder arreglar y poner nuevamente en funcionamiento las cuatro estaciones de medición del ruido estáticas de la ciudad, ya que actualmente están deshabilitadas.
También se tiene la iniciativa de tener un proyecto que contemple la instalación de sensores en algunos comercios de la ciudad.
“Eso apenas se está madurando para lograr que se tenga un control sobre la zona y los establecimientos. Queremos tener unos en la Administración, pero también que los dueños de los establecimientos los adquieran para que ellos se regulen. Estos no son costosos porque pueden valer alrededor de un millón de pesos”, argumentó Israel Corredor, coordinador central operativo del Dagma.
Por otra parte, la entidad puntualizó que se están fortaleciendo los controles de ruido, principalmente en las zonas que más presentan quejas, con el fin de poner un control. Muestra de ello es que el Parque del Perro era un sector recurrente de quejas, pero tras las constantes visitas, estas disminuyeron.
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