Cali
Consumo de marihuana busca abrirse espacios en Cali
Esto es lo que dice la Alcaldía frente a la sentencia de la Corte Constitucional, mientras surgen algunas voces disidentes
Aunque la Alcaldía de Cali anunció recientemente la expedición de un decreto que restringiría el consumo de sustancias psicoactivas en parques y lugares públicos, atendiendo una sentencia de la Corte Constitucional, que busca proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes, lo cierto es que aún no está claro cuándo lo haría y, sobre todo, cómo se haría esta regulación.
Pero, “lo paradójico es que la venta sigue en manos de criminales, de la ilegalidad, que incuba la inseguridad que tienen ciudades como Cali”.
Por eso, Ospina planteó: “Si ya es legal que alguien consuma una microdosis, debe ser legal el sitio donde esa dosis se adquiere, que estén debidamente regulados y paguen impuestos para poder nosotros adelantar las tareas de luchar contra las adicciones y el consumo problemático. Yo no puedo estar diciendo, se puede consumir, pero vaya cómpreselo a la banda criminal”, recalcó el Alcalde.
Las declaraciones del mandatario local provocaron fuertes reacciones, especialmente desde el Concejo de la ciudad.
El primero en rechazarlas fue el concejal Roberto Rodríguez, quien advirtió que la sentencia del alto tribunal genera algunos efectos: Primero, que en los tres meses siguientes se reglamente todo lo concerniente a la ley, y segundo, que son los entes territoriales, a través de los concejos municipales, los que deberán reglamentar los espacios dispuestos para los consumidores.
“Por eso, el Alcalde hoy no lo puede hacer por decreto, pues primero tiene que ir al concejo y presentar el proyecto para su aprobación, pero él sale con algo peor, a decir que si se van a generar espacios para el consumo tienen que generarse sitios de venta, eso es contrario a lo que dice la ley, en esto no puedo estar de acuerdo”, enfatizó.
Rodríguez dijo también que el consumo en Cali es “aterrador” y que enseguida del CAM, “tenemos el marihuanódromo, a la vista de la policía y de todo el mundo, mientras toda la ciudad está igual”.
Entre tanto, el cabildante Roberto Ortiz, opinó que en lugar de abrir espacios para el consumo de drogas, se debería habilitar lugares para ayudar a las personas que presentan problemas de adicción para, de esta manera, mejorar indicadores de salud mental.
“Permitiendo el consumo se estaría permitiendo, indirectamente, la venta de psicoactivos, generando problemas sociales, afectando a familias y provocando brotes de inseguridad asociados a los estupefacientes. Tenemos que estar muy pendientes de cómo quede diseñado ese decreto”, subrayó.
El secretario de Seguridad, Jimmy Dranguet, también se pronunció sobre el tema y afirmó que el decreto se trabaja de manera conjunta con las Secretarías de Salud, Deporte y Recreación y otras entidades.
Asimismo, aclaró que su propósito principal es delimitar las zonas donde no se permitirá el consumo, incluso, de dosis personales, que son los espacios utilizados para el descanso y el entretenimiento de los ciudadanos.
Además, se habilitarán espacios privados para el consumo regulado, especialmente para aquellas personas que se encuentran en tratamientos médicos para superar sus adicciones.
“Se creó un comité interinstitucional que trabaja arduamente en la identificación de estos espacios, los cuales serán en su mayoría privados, pero también algunos públicos. Es fundamental garantizar que estas medidas no afecten a la ciudadanía de Cali, ni generen inseguridad o perturben la tranquilidad de los niños, niñas y adolescentes y las familias en parques y otras zonas de recreación”, sostuvo Dranguet.
Reparos de los expertos
Por su parte, Iván Carvajal, experto en seguridad, calificó la iniciativa como “inviable e improcedente”, teniendo en cuenta que “Cali es la segunda ciudad del país, después de Bogotá, que más habitantes de calle tiene, pues según el último censo serían aproximadamente unos 5000, de los cuales el 97 % son consumidores habituales y crónicos”.
Y agregó: “Además tenemos una de las ollas más terroríficas del país que es El Calvario y cerca de 180 estructuras criminales urbanas dedicadas a la renta criminal del microtráfico que controlan algunos barrios”.
De otro lado, Alberto Sánchez, experto también en seguridad, comentó que cualquier medida orientada a regular el consumo de drogas en el espacio público es bienvenida “siempre y cuando tenga uno criterios claros de qué es exactamente lo que se está regulando y, sobre todo, si en efecto se está regulando o es una medida de prohibición, más o menos encubierta”.
Según dijo, Cali tiene unos consumos de alcohol como de marihuana, muy complicados en el espacio público, por eso “creo que si es para reducir conflictividad entre los ciudadanos, es una buena medida, pero si lo que buscan es una prohibición indirecta va a tener mayores problemas de los que tiene hoy”.
Debate a nivel nacional
Para Fabio Cardozo, secretario de Paz y Cultura Ciudadana de Cali, si bien es una responsabilidad lo que la Corte Constitucional les asignó a los alcaldes, manifestó que la Alcaldía no va a tomar todavía “semejante decisión”, porque creería que primero va a generar un espacio de discusión.
“Yo recomendaría que ese tema se asuma una vez se surta en el Congreso el trámite legislativo del proyecto de ley que legaliza también la comercialización”.
Porque, advirtió, aunque hay permisibilidad legal para que la gente porte y consuma la dosis personal, incluso hasta una dosis de aprovisionamiento, no así está permitido que la gente pueda comprarla, ya que no hay lugares legalmente constituidos para la venta, de tal manera que el consumidor, que no es un delincuente, tiene que relacionarse con personas que cometen ilegalidades porque son los encargados de la venta de estas sustancias,
En ese sentido, afirmó: “Ahí hay un problema para el Estado, porque legaliza el consumo, pero ilegaliza la compra”.
Cardozo insistió que el Estado tendría que definir los lugares en donde se realice el consumo, porque “hoy se hace en cualquier parte, entonces a muchas familias y a sus niños les toca coexistir con jóvenes consumidores y a veces consumidores con consumo problemático,”.
Sin embargo, explicó, hay una reforma al artículo 49 de la Constitución que, además de dejar en claro que se puede consumir, también abre la puerta a la comercialización y producción de cannabis para uso adulto en el país.
“Mi posición es la siguiente: apoyo que se regule en Colombia el cannabis de uso adulto, no solamente para su consumo, sino su comercialización y producción, creo que este es el comienzo de una lucha efectiva contra las drogas”, puntualizó Reyes Kuri.
Sin embargo, aclaró que regular no es lo mismo que legalizar porque “cuando uno legaliza no hay ningún tipo de restricción, pero cuando uno regula pone límites, es decir, quién puede producir, en qué condiciones, bajo qué circunstancias, con qué permisos, quién puede comercializar, en qué locales, etcétera”, puntualizó.
No obstante, ratificó la necesidad de restringir el consumo y comercialización en lugares públicos, donde haya niños, familias. “Respeto el derecho que tiene cada quien a consumir, pero mi derecho termina donde empieza el de los demás, entonces en el espacio público, en parques y zonas verdes, sí se tiene que restringir”, reiteró