Comunidad se queja por la inseguridad y vandalismo en la nueva Troncal Oriente del MÍO

Hace poco menos de un mes entró en operación el tramo II de la Troncal Oriental del MÍO, luego de haber superado varios retrasos en construcción. Sin embargo, las estaciones ya aquejan problemas de inseguridad y vandalismo.

La infraestructura tiene una extensión de 4,2 kilómetros de los 13 kilómetros que tiene toda la Troncal. Comprende las estaciones del Diamante, Antonio Nariño, Ciudad Modelo, República de Israel, Villa del Sur, Mariano Ramos, Cañaverales y Simón Bolívar.

En menos de 20 días, dos de estas estructuras ya registran daños. Una de ellas es la estación de Antonio Nariño, la cual, al parecer, producto de vandalismo, dañaron una de las puertas del vagón, impidiendo que se pueda abrir.

Así mismo, en la estación de Ciudad Modelo, algunas barandas del separador del carril de solo bus, se encuentran dobladas.

De acuerdo con los usuarios, la falta de cultura ciudadana y seguridad ha desencadenado este tipo de problemas, pese a que se prometió que con el convenio con la Policía todo mejoraría.

“Prácticamente, estas estaciones tienen dos semanas de apertura para que los usuarios puedan tener una mejor movilización y observamos que tienen daños. En esta nueva troncal las estaciones permanecen solas, sin seguridad”, manifestó Ricardo Salazar, representante de los usuarios del MÍO.

Precisamente, los tubos que están doblados que sirven para separar el carril exclusivo de las otras vías, no es que se estén cayendo, detalló un usuario, sino que “los están torciendo porque se los quieren llevar. Así mismo, la cortina de la estación de Antonio Nariño se ve descolgada, pero lo que pasa es que le falta pedazos porque se la están robando”.

Otras quejas

Los usuarios del sistema ven con preocupación lo que está pasando, puesto que estás estaciones son necesarias para la movilidad del sector, y que tan solo unas semanas después ya haya daños e inconsistencias, “evidencian la falta de compromiso que tiene tanto la ciudadanía, Metrocali y la Policía con el servicio”, dijo Mauricio Sierra, habitante de la zona.

Según el ciudadano, a las estaciones les faltan varios aspectos que tienen que mejorar para que realmente briden una buena atención.

“Uno llega a la estación y no hay quien lo atienda en la taquilla, a pesar de que hay una ventanilla para eso, en ninguna de las nuevas estaciones hay, lo que quiere decir que no puede comprar una tarjeta y para recargar, toca en una máquina que no da devueltas, lo que lo obliga a uno dar el billete completo y a veces ni la máquina sirve, eso es falta de compromiso”, agregó Sierra.

Francisco Rubio, quien se moviliza en bicicleta, manifestó que se acercó a la estación Villa del Sur para preguntar sobre los biciparqueaderos que ofrecen, pero que no le dieron seguridad sobre su cuidado.

“Necesitaba ir al Norte y pensé dejar la ‘bici’ ahí, pero pregunté a una promotora de la estación y me dijo que se iba en la tarde y que había un solo vigilante para cuidar las 7 estaciones, por lo que no se hacían cargo de mi bicicleta, es decir, no sirve el servicio, es deficiente”, sostuvo.

Luisa Meza, expresó que al parecer no planificaron bien la estructura de las estaciones, ya que, debieron conectar cada vagón como en las estaciones comunes, pero que al ser separados, no hay libre movilidad en estas.

“A mí me sirven las dos rutas que paran en ambos vagones, pero tengo que decidir cuál tomar porque una vez que entre a uno no puedo moverme al otro. Ya en el vagón de al lado ha pasado dos veces el bus que también me sirve, pero no lo pude coger, lo que me obliga a quedarme aquí y perder parte de mi tiempo. Lo que convierte este servicio en deficiente”, puntualizó.

Sin embargo, añadió Luisa, el aspecto más importante es la seguridad, para el cuidado de las estaciones y el bienestar de quienes la usan.

“En las noches estas estaciones son muy solas y se ve mucho habitante de calle, además de personas consumiendo droga y eso, se hacen en las bancas o a los alrededores de los vagones, a uno le da miedo salir”, sentenció.

El País trató de comunicarse con Metrocali, pero la respuesta fue que la Policía y la Secretaría de Seguridad de Cali eran los responsables de velar por el cuidado de la infraestructura y de las personas.

Por parte de la Policía de Cali, respondieron que pese a que tienen un convenio de seguridad, es Metrocali quien debe responder por los daños en la infraestructura.