Carlos Paz, propietario de la Carpa La 50, desmintió el desalojo del lugar

“Quiero desmentir la afirmación de que estamos en desalojo por parte de la SAE, nuestra Carpa fue desmontada, no hoy (2 de febrero), sino desde el 1 de enero empezamos, porque se había concertado que se iba a entregar de manera voluntaria a la SAE”, comentó Carlos Paz, propietario de las Carpas La 50 y La 66, calificando de morbo las informaciones al respecto.

No obstante, Paz no manifestó nada sobre la presunta deuda de más de $ 1000 millones que alega la SAE.

Asimismo, el hombre indicó que esta es una noticia que se genera con morbo para poder ocultar otra que podría ser más importante y que desde hace algún tiempo no se habla: los autos abandonados en los antiguos patios de la Carrera 66.

“En aras de ayudarles les voy a dar lo que en realidad les interesa, en la 66 siguen los vehículos que no han sido sacados, los cuales los ciudadanos los tienen abandonados, pero sí tienen que pagar por ellos cuando los quieren sacar. Allá hubo un detrimento de $ 3700 millones que nunca fueron pagados, de un invasor que nunca pagó un centavo a la SAE”, aseveró Paz.

Además, el hombre indicó que: “Hace 3 años nosotros entramos allá y al día de hoy hemos pagado más de $ 2000 millones, motivo por el cual le sugiero busquen ese camino que tal vez puede ser más real”, concluyó el empresario.

La Sociedad de Activos Especiales, SAE, ordenó el cierre de la Carpa de la 50, luego de tener millonarias deudas y múltiples quejas acumuladas de los vecinos del sector por el excesivo ruido.

Así lo informó la entidad el 2 de febrero de 2024, manifestando que la orden de desalojo se hará efectiva el próximo 14 de febrero.

“Recuperamos el predio Carpa de la 50 en la ciudad de Cali. Hoy (2 de febrero) fue notificado el dueño de la carpa para la entrega voluntaria o el desalojo que sería el 14 de febrero. Posteriormente, iniciaremos las acciones judiciales para cobrar $ 1400 millones que le adeuda a la SAE”, indicó la entidad.

De acuerdo con la SAE, esta resolución fue aprobada por la vicepresidencia jurídica de la entidad desde el año 2023, por lo que pidieron a la persona que tenía en arriendo este inmueble que saque sus bienes o estos serán sacados con acompañamiento de la fuerza pública.

“El predio en mención lo estamos recuperando porque es interés de la SAE comercializarlo para cumplir con las metas comerciales, además que tienen órdenes judiciales y múltiples denuncias por contaminación y afectación de la tranquilidad de los vecinos”, agregó la SAE.

Este predio tiene un total de 4 hectáreas y ya está siendo cotizado por algunas entidades públicas para adquirirlo y, en dado caso que no sea vendido a alguna de ellas, será comercializado a privados por medio de una puja.

Además, la SAE manifestó que están en labores para poder ordenar el desalojo de otro predio que es propiedad del mismo arrendatario de la Carpa de la 50 (Carlos Paz).

“Estamos estudiando las posibilidades jurídicas para dar por terminado el contrato del predio de la Carpa la 66, que pertenece al mismo dueño y que el anterior Gobierno dejó amarrado, firmando un contrato de arrendamiento en el 2022 por 20 años”, reveló la SAE.

Algunas de las entidades a las que este predio será ofrecido, según la SAE, son el Ministerio de Educación y la Alcaldía de Cali, a las cuales hasta se les ofrecería un descuento.

De hecho, se debe recordar que la anterior Administración Municipal estaba interesada en este predio para poder construir un parque denominado ‘Parque de la Juventud’.

Jhon Darby Trochez, vocero de la Veeduría Cali sin Ruido, celebró esta decisión, ya que indicó que los niveles de ruido y caos que se generaban en este espacio perturbaba la sana convivencia de los habitantes del sector.

“El ruido era tan insoportable que algunos habitantes del sector decidían irse los días en los que había eventos, algunas estructuras de edificaciones vibraban, al igual que puertas y ventanas. Imagínate un evento para 8000 personas y a menos de 50 metros de tu vivienda en un perímetro de 400 metros de golpe sonoro contra las estructuras”, argumentó Trochez.

No obstante, el vocero de la Veeduría Cali sin Ruido indicó que tienen también un sentimiento de rabia, teniendo en cuenta que se desacataron dos fallos que ordenaban el cierre de este sitio desde hace algunos años.

“Ese también es un modus operandi que se trasladó al barrio Limonar, con la Carpa la 66, con los mismos problemas de ilegalidad y vulneración de derechos”, añadió Trochez.