Cali
Cali suena a rock: una cultura que resiste con bandas, tabernas y un público fiel a los sonidos fuertes
La Capital Mundial de la Salsa es también una ciudad rockera.

14 de jul de 2025, 10:15 a. m.
Actualizado el 14 de jul de 2025, 03:42 p. m.
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La primera canción que escucha la rubia rubísima María del Carmen Huerta en su recorrido norte-sur, en ‘¡Que viva la música!’, es ‘House of the rising sun’ de The Animals, un himno rockero desgarrador en la voz de Eric Burdon, que ella reconoce porque en Colombia, durante los años 60, la popularizaron The Speakers con una versión en español llamada ‘La casa del sol naciente’.
Pero, al final, como sabemos, María del Carmen sufre una metamorfosis musical en la “Siempreviva” diosa salsera que se despide con un “Hay fuego en el 23”, antes del “enrúmbate” y “derrúmbate” definitivo.
La novela de Andrés Caicedo, en este sentido, describe a la perfección la singular disyuntiva que caracteriza la idiosincrasia musical de los caleños, una ciudad que —como ninguna otra— es al mismo tiempo rockera y salsera. Aunque, no puede negarse, en gran medida la visibilidad y reconocimiento otorgado por los medios y la institucionalidad está concentrada en los cultores de la salsa caleña, marginando otras expresiones musicales.
No obstante, esto tampoco impidió que el rock y sus vertientes más pesadas, resistieran y desarrollaran una fuerte escena cultural underground, con un público incondicional y referentes fundamentales para la historia de este género musical en Colombia.
Jorge Fresquet, rockero caleño icónico y cantante de Krönös, la banda que con 40 años de trayectoria es la más longeva del país, está de acuerdo con la teoría de Andrés Caicedo, “en esta ciudad el rock y la salsa van de la mano”.
“Si bien, hoy en día Cali es reconocida por la música del Pacífico y la salsa, es bueno recordar que el rock entró muy temprano a Colombia por Buenaventura, eso es algo que la gente desconoce, y así llegó a nuestra ciudad, por eso aquí ha habido rockeros desde siempre. No creo que haya una competencia, Cali es una muestra de sociedad pluricultural y todos los géneros tienen cabida”, sostiene Fresquet.
Dejando de lado el viejo debate musical, lo cierto es que la cultura rock en Cali sobrevivió con independencia y orgullo, escribiendo su propia historia aún pendiente de ser reconocida.
José Paschu, rockero caleño y director del medio especializado Cavernet Rock, cuenta que en los años 60, muchos jóvenes caleños que tenían la posibilidad de viajar a Estados Unidos, comenzaron a traer discos LP de bandas como The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks, entre otras, de aquella generación.
Como anécdota, Paschu recuerda algo que contaban varios rockeros caleños de la vieja guardia, “decían que durante esos años había un impuesto de aduana para los discos extranjeros que entraban al país, así que muchos viajaban con cubiertas de discos locales, por ejemplo, de Fruko y sus Tesos o de otras agrupaciones locales, y cuando regresaban guardaban en ellas los LP de las bandas anglosajonas”.
Otro punto de partida para la historia del rock en Cali, es el que encontró Luis Fernando Caballero, licenciado en música y tecladista fundador de la banda Legend Maker, en su investigación de tesis ‘El rock expresión cultural en Cali’.
“Basándome en testimonios de rockeros veteranos, que vivieron su juventud en los años 60, el primer impacto que tuvo el rock en la ciudad fue cuando se proyectó en los cines locales la película ‘Blackboard jungle’, o ‘La semilla de la maldad’, a finales de los años 50, porque en ella interpretaban la canción ‘Rock around the clock’ de Bill Haley, uno de los primeros hits de rock and roll”, apunta Caballero.
De hecho, la película no estuvo mucho tiempo en cartelera, debido a que “en el cinema Aristi algunos jóvenes causaron disturbios al querer convertir la sala en una fiesta cuando sonaba la canción, era algo completamente nuevo que los llenaba de euforia descontrolada”.
Para los años 60, Cali no fue inmune a la ‘Beatlemanía’ y la cultura hippie, por aquellos días, muchos jóvenes comenzaron a formar las primeras bandas de rock locales.
José Paschu, también locutor del programa radial Lágrimas de Acero, que se transmite los domingos a las 8:00 p. m. por la emisora Clásica 88.5 F. M., destaca bandas pioneras como Hidra y Arco Iris, “fundadas por el talentoso guitarrista caleño Fernando ‘Ferdy’ Fernández, quien estuvo en bandas nacionales como The Flippers y Siglo Cero al mudarse a Bogotá, además de otras formaciones a lo largo del tiempo como Ferdy & The Jets y Stardust, por citar solo dos de ellas. Ankora y El Expreso del Oeste, también hicieron parte de los comienzos del rock en la ciudad”.
‘Ferdy’ Fernández, en opinión de Caballero, “fue la piedra angular del rock en un principio, había hecho parte del movimiento nacional con The Flippers, viajó por Estados Unidos y llegó a Cali para difundir esta música y fundar diversas bandas, de allí en adelante podemos hablar de una cultura rockera local”.
El rock empezó en Cali por el Norte, en la casa de Carlos Maya, en el barrio Granada. Allí se formaron bandas como Hydra y el grupo femenino The New Power, en los 60.

Durante los años 70 y 80 se formaron diferentes bandas que, poco a poco, fueron decantándose por los subgéneros del rock y el metal. Algunas quedaron para la historia como Caton Dart y Kaos, en las que estuvieron David Corkidi y Jorge Fresquet, quienes hoy continúan con Krönös.
También bandas de punk como Lisergia, otras de heavy metal como Ardoz, Fe Ciega, Tusk, Láser...
El Pedregal de Yumbo, en 1972, fue escenario del primer festival de rock en el Valle. Dos días de conciertos y convivencia hippie, con la participación del dúo Ana y Jaime.
David Corkidi, guitarrista y fundador de Krönös, recuerda que “a principios de los 80, mi primer contacto con el rock fue a través de Radio Musical, la única emisora donde sonaban algunas canciones en inglés, su cortina musical era ‘Love is like oxygen’, de Sweet, ese riff me parecía lo más bacano del mundo”.
Asimismo, en la década del 80, comenzó la corriente musical underground, con la banda de black metal Inquisition, que continúa vigente como un referente ineludible del metal extremo en Latinoamérica.
Antes de continuar debe aclararse que este inventario de bandas no pretende ser exhaustivo. Existen eruditos del rock, como Germán Castrillón Valderrutén ‘Michi’, que conservan un inmenso archivo histórico del género en Cali.
Al tiempo que las bandas luchaban contra la corriente musical imperante en la ciudad, se consolidaron espacios para su difusión, en emisoras como la desaparecida Súper Estación, bares como Amigos, El Submarino Amarillo, Studio 54, Barclay’s y Martyn’s, este último que sigue sin falta abriendo sus puertas en la actualidad.

Para los años 90, cuando el rock en español estuvo en su máximo punto de popularidad, Cali aportó nombres importantes como Santa Sangre, banda en la que debutó Julio Nava con baladas hoy clásicas como ‘Maldita flor’.
La banda Cielo Rojo, ya desaparecida, al igual que Marrocko, tuvieron bastante popularidad en emisoras, antes de la aparición de YouTube.
De aquellos años, la banda más destacada de rock fusión fue Superlitio, que a la fecha cuenta con 12 trabajos discográficos.
A mediados de los 90, también se grabó el proyecto Apocalipsis, un disco compilado de siete bandas locales: Quekabra, Secra, Dakkar, Doctor Faustus, Sahara, Karma y Pleiades, que registró la diversidad rockera de Cali. La experiencia no se ha repetido con bandas actuales.

En cuanto a rock pesado, en esta década, destacan la banda de black metal Occultus formada en 1993, y la banda caleña Legend Maker, cuyo disco ‘The path to glory’ de 1999, masterizado en Estados Unidos y distribuido en Europa, Brasil y Japón, los convirtió en un referente del power metal colombiano.
Por esta década, abrieron tiendas especializadas como Todo Rock y El Templo del Metal, así como tabernas y salas de conciertos, entre ellas Antología del Zaguán, ya cerrada, y Eddie’s, ahora ubicado en el barrio San Fernando.
De hecho, en el mismo edificio, en la Calle Quinta con 23, está un completo circuito de establecimientos rock. En el frente, La Mancha Bar, al fondo Eddie’s Rock Bar, en el segundo piso Warhol Bar, y en el tercero Distorsion Bar.
En los años 2000, la escena rock tomó nueva fuerza con una serie de eventos como La Cruzada del Fuego, Cali Undergound y diferentes conciertos de rock organizados durante la Feria de Cali, que no han tenido regularidad.
“Cambió la percepción del rock, en las universidades hoy se enseña y estudia, y hay programas que reconocen la historia como La Cátedra del Rock en la USC”. David Corkidi, fundador de Krönös.
Solo se mantiene el festival Fiura, conocido antes com Unirock, que se realiza en la Universidad del Valle y reúne cada año una muestra representativa de todas las vertientes del rock local y presenta bandas internacionales.
Además, en los últimos años, empresas de eventos como Cali Music Hall, están promoviendo bandas locales a nivel nacional, y trayendo artistas extranjeros a Cali, por lo que la oferta para el público rockero viene creciendo.
No obstante, como afirma David Corkidi, “sigue faltando que Cali consolide un gran evento de ciudad para proyectar nuestras bandas y generar una economía derivada del circuito y la escena rock local, así como ocurre con el Rock al Parque en Bogotá y el Alta Voz en Medellín, tenemos el público y el talento”.
Andrés Torres Altamirano, músico y líder de la banda Psicophony, concluye que “Cali es conocida como la capital de la salsa, pero en realidad, lo que más se ha producido es rock, en grabaciones de estudio o en cantidad de bandas”.
Bandas de rock y metal caleño
- Krönös: banda de hard rock fundada en 1985.
- Inquisition: banda de black metal fundada en 1988.
- Legend Maker: banda de power metal fundada en 1996.
- Live Wire: banda de glam rock formada en 2020.
- Lectum Mactabilis: banda de black metal formada en 2004.
- Psicophony: banda de heavy metal formada en 2001.
- Sagros: banda de thrash metal formada en 1997.
- Dark Empire: banda de metal progresivo formada en 1996.
- Cali Sucia: banda de punk hardcore fundada en 2014.
Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.