Economía
La industria del Valle del Cauca plantea tres preocupaciones que afectan los negocios
Lina Sinisterra, gerente de la Andi, seccional Valle, habla sobre las problemáticas y los retos que enfrenta la industria local.

28 de jul de 2025, 11:00 a. m.
Actualizado el 29 de jul de 2025, 03:52 p. m.
La recuperación de la industria ha sido tímida. Según el Dane, la producción regional decreció 0,8 % y las ventas crecieron 0,7%, entre enero y mayo del 2025.
Lina Sinisterra, gerente de la Andi seccional Valle del Cauca, entrega un panorama del sector y dice que a pesar de las dificultades, muchas empresas han hecho esfuerzos significativos por mantener el empleo y seguir invirtiendo en su talento.
¿Qué percepción tienen hoy los empresarios del Valle de los negocios?
Los empresarios del Valle mantienen una actitud resiliente, aunque más cautelosa. La incertidumbre macroeconómica y política ha generado una percepción de riesgo más alta, pero sigue habiendo optimismo cuando se habla de mediano y largo plazo. Este optimismo no es ingenuo: está sustentado en la convicción de que la región tiene un ecosistema productivo diverso, talento empresarial sólido y una vocación de trabajo colaborativo que permite adaptarse y encontrar oportunidades incluso en medio de la adversidad.
¿Qué es lo que más les preocupa o les afecta en los negocios?
Hay tres grandes fuentes de preocupación: la inestabilidad normativa y regulatoria, que genera incertidumbre para invertir; los problemas de seguridad que han escalado en ciertas zonas y afectan la logística, el talento y la confianza y la pérdida de dinamismo en la demanda interna, lo que impacta directamente las ventas.
Además, muchas empresas sienten que hay una desconexión entre las políticas públicas y la realidad del tejido productivo regional.
¿La industria presenta altibajos, aún no se consolida su recuperación?
Correcto. Aunque algunos sectores han tenido repuntes (especialmente exportadores), la industria en general continúa enfrentando un entorno retador. La recuperación es desigual y todavía frágil. Los altos costos de producción, las tasas de interés y la presión inflacionaria han afectado la competitividad, y aunque hay señales de mejoría, aún no se consolida una tendencia sólida de crecimiento industrial sostenido.
¿Qué esperan del segundo semestre?
Las perspectivas son moderadamente positivas. Hay expectativa de mejora si se estabiliza el entorno macroeconómico y si se mantiene el ritmo de reducción de tasas de interés. La recuperación de la confianza del consumidor también será clave.
Sin embargo, la evolución dependerá de factores como: la estabilidad política y jurídica; la dinámica del dólar y la inflación; el comportamiento de los mercados internacionales y, sobre todo, de la capacidad de las empresas para innovar.
¿Qué tan innovadores son los empresarios del Valle?
El empresariado del Valle tiene una vocación innovadora, aunque aún hay espacio para una mayor apuesta por la innovación disruptiva. Muchos empresarios han entendido que innovar no es solo desarrollar tecnología, sino transformar procesos, modelos de negocio y formas de relacionarse con clientes y comunidades. Sectores como agroindustria, salud, logística y servicios han mostrado avances importantes en innovación abierta, digitalización e impacto social.