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Exclusivo: Shottas y Espartanos tienen cartelizados 35 productos de la canasta básica en Buenaventura

Además de son las bandas criminales las que deciden quiénes pueden vender y qué productos, le han colgado un ‘impuesto’ a todo artículo que pasa hacia los pueblos del Pacífico encareciendo la vida en regiones apartadas.

De acuerdo con información obtenida por El País, desde hace cerca de una década se viene dando la cartelización de 35 productos de la canasta básica en Buenaventura sin que el hecho se haya denunciado por ninguna organización o autoridad en ningún momento.
Montaje / El  País
De acuerdo con información obtenida por El País, desde hace cerca de una década se viene dando la cartelización de 35 productos de la canasta básica en Buenaventura sin que el hecho se haya denunciado por ninguna organización o autoridad en ningún momento. Montaje / El País | Foto: Foto especial para El País

13 de jul de 2025, 05:16 p. m.

Actualizado el 13 de jul de 2025, 05:20 p. m.

Los huevos, las gallinas, los plátanos, la carne, el arroz, y una veintena más de productos de la canasta básica y de primera necesidad en Buenaventura se tienen que comercializar directa o indirectamente con las bandas de los Shottas o Espartanos.

Un secreto a voces que recorre de punta a punta la ciudad portuaria más importante del Pacífico colombiano, y donde todo el que decide hablar lo hace advirtiendo no revelar su nombre, pero coinciden todos en que las dos bandas criminales se han repartido la ciudad.

Aquí hasta las gallinas pagan vacuna; no se pueden traer ni siquiera de Cisneros, asegura uno de los comerciantes. “Te digo que la cosa está delicada; hay compañeros que se han puesto a hablar de lo que está pasando con los productos del comercio y la canasta familiar, y les toca una de dos: o irse o los matan; así está Buenaventura y las autoridades lo saben”.

Las comunidades de Buenaventura han encontrado un poco de paz tras el espacio sociojurídico que se creó con Shottas y Espartanos, se espera que este ambiente se mantenga. Foto El País.
Las comunidades de Buenaventura han encontrado un poco de paz tras el espacio sociojurídico que se creó con Shottas y Espartanos, se espera que este ambiente se mantenga. Foto El País. | Foto: Foto El País

De acuerdo con información oficial, los Shottas controlan la parte alta de la ciudad, desde la Comuna 6 hasta la Comuna 12, conformadas por barrios costeros con acceso directo al mar y donde funcionan muchos de los embarcaderos clandestinos que sirven para el accionar propio de carteles del narcotráfico.

Los Espartanos, por su parte, tienen como foco de incidencia y control desde la Comuna 1 hasta la Comuna 6, en la región insular y que conecta con la ciudad a través del puente El Piñal.

Ese control de las dos estructuras trascendió economías ilícitas como el tráfico de drogas, el sicariato y la extorsión, y con el dominio de barrios y comunas empezaron a regular también el comercio de casi todos los productos de consumo.

Desde la mesa de paz entre el Gobierno y las bandas criminales en Buenaventura, uno de los delegados le aseguró a El País que “es necesario desmontar cuanto antes una actividad criminal que irrita y castiga ferozmente a las comunidades como es la cartelización de la canasta básica”.

“Son 35 productos de la canasta básica que están monopolizados y manipulados por personas inescrupulosas que obligan a minoristas y mayoristas a comprarles con sobrecostos del 40% y 50%”, aseguró la fuente, referenciando la necesidad de verdaderas muestras de paz de estos grupos.

“Esto es una práctica que lleva casi una década y es inadmisible, sabiéndolo todo el mundo en Buenaventura; nosotros apenas ahora, respaldados por la Cámara de Comercio y los comerciantes, podemos salir a plantearlo; no sé si sobre esto hay investigaciones porque de eso no se hablaba y concito a las autoridades a desmontar semejante práctica abusiva que castiga las exiguas finanzas de las familias pobres de Buenaventura que están padeciendo semejante castigo, como es el tema de la cartelización”, aseguró el delegado.

Visita Gobernadora del Valle a Buenaventura
Autoridades ejercen control en algunos sectores aledaños a las instalaciones de la Armada Nacional en el puerto de Buenaventura. | Foto: Aymer Andrés Alvarez

El que llega con productos a Buenaventura tiene que entrar con la bendición de esa gente. “Por ejemplo vos sos uno de los que maneja la carne. Hay tres grupos que venden la carne y si va a entrar un cuarto vendedor, no lo aceptan, porque que eso ya está monopolizado”, señala un dirigente político.

“Aquí todo el mercado está controlado de la misma manera, no es solo la canasta familiar. No sé cómo será con las grandes cadenas de almacenes como Éxito o el Olímpica, pero lo que son esas tiendas de barrio o supermercados tienen unos distribuidores exclusivos avalados por las bandas y todo el mundo paga extorsión”, agrega.

Obligatoria complicidad

En esta cartelización de productos y precios han quedado involucrados de manera indirecta los mismo distribuidores, revelan las personas consultadas, porque le pagan la extorsión al grupo criminal, pero exigen también que no permitan que nadie más ofrezca ese tipo de producto en Buenaventura.

“Mire el huevo, está monopolizado; nadie más puede vender huevos sino el mismo grupo; y ese distribuidor amenaza a cualquiera que quiera entrar con huevos a Buenaventura con hacerlo apretar de las bandas. Entonces, ellos conviven ya con la extorsión y el monopolio. Yo he tenido la oportunidad de traer huevo a buen precio, ¿pero cómo lo entro?”, explica uno de los comerciantes.

Agrega que: “esos huevos ya llegan a los barrios manipulados con un impuesto pago. Entonces si vos mañana tenés una galponera en Cali y querés llevar cien mil huevos a Buenaventura, no te lo van a permitir. O tenés que pagar una vacuna y los mismos dueños del cartel de los huevos les piden a las bandas que no los dejen entrar porque lo va a vender más económico y el precio lo fijan son en ellos.

Consultado uno de los periodistas en Buenaventura, explicó que hay unos temas de los que no se puede hablar, “y no porque nos hayan prohibido, sino porque uno va conociendo esos temas en lo que es mejor no meterse porque se pone en riesgo la seguridad”.

Captura de trece presuntos miembros de la estructura criminal ‘Los Espartanos’ en el corregimiento La Bocana, zona rural de Buenaventura.
Captura de trece presuntos miembros de la estructura criminal ‘Los Espartanos’ en el corregimiento La Bocana, zona rural de Buenaventura. | Foto: Montaje con fotos: Policía del Valle

Uno sabe que esos carteles de productos son ciertos porque la gente lo llama a uno y le cuenta, pero lo que no estamos seguros es quiénes manejan un sector y quienes manejan el otro. Pero un gran porcentaje de los productos de la canasta familiar están bajo las directrices de aquellas personas”, explica.

Todo lo que llega o cruza por Buenaventura, sea por carretera o por mar, tiene que pagar extorsión. Fuentes judiciales le aseguraron a El País que las bandas empiezan ejerciendo control de lo que entra al Puerto desde el corregimiento de Cisneros. Desde ese lugar ya sus hombres informan qué camión baja, con qué productos y cuánto tienen que pagar de ‘vacuna’.

“Yo recuerdo que en un debate de control político que hizo el Concejo frente a ese tema de extorsión a los productos de la canasta básica, un concejal le dijo al coronel de la Policía en Buenaventura que él también pagaba extorsión”, asegura el dirigente político consultado.

“Porque el plátano que usted se come aquí, paga extorsión. La arepa que usted se come aquí paga extorsión, el chontaduro que usted se come aquí en la esquina, paga extorsión. Las mujeres que venden gallinas pagan extorsión; las mujeres que venden el pescado pagan extorsión, entonces aquí todo el mundo tiene vacuna, así que todo lo que usted se come aquí ha pagado extorsión y eso se le carga al precio. Entonces, extorsión pagamos todos directa o indirectamente”, señala.

El plátano es otro de los productos a los que hacen marcada referencia las personas consultadas para explicar la manera como las bandas criminales han cambiado, incluso, formas tradicionales de comercio en las regiones del Pacífico.

“En Buenaventura a veces escasea el plátano; y el plátano que entra a Buenaventura paga extorsión. Por eso de la costa Pacífica no volvieron a traer plátano. En Buenaventura hace 20 años atrás, el mejor plátano que llegaba era el de la costa Pacífica; era un plátano sabroso, natural, sin químicos y llegaba a través del mar”, dice el integrante de un grupo de lancheros.

Patrullajes de Control Gaula y Ejército en las comunas de Buenaventura y Velorio de Niña Asesinada por bala pérdida en cruce de disparos de estas bandas criminales que se disputan el territorio.
Patrullajes de Control Gaula y Ejército en las comunas de Buenaventura y Velorio de Niña Asesinada por bala pérdida en cruce de disparos de estas bandas criminales que se disputan el territorio. | Foto: Aymer Álvarez Jr

“¿Qué hacíamos nosotros? Los barcos llevaban el arroz, que no lo producían allá, el azúcar, la panela, la sardina y de allá para acá traíamos los barcos llenos de plátano o los botes llenos de plátano. Había una galería en Bellavista, ahí se descargaba; otra galería en Pueblo Nuevo, ahí se descargaba. Ese plátano que venía del río Baudó, o del Micay o de López de Micay era un plátano muy bueno, apetecido porque era riquísimo, pero eso se acabó porque los campesinos no aguantaron la extorsión y el monopolio se lo entregaron a una gente del Eje Cafetero y a los pequeños productores del Pacífico no les permitieron traer más su producto”, recuerda.

¿Y las autoridades?

Gran parte de lo que ocurre con el comercio en Buenaventura es responsabilidad de las autoridades, señala el dirigente político. “hemos tenido autoridades con una afinidad política con las bandas. Entonces no tienen la autoridad moral suficiente para ejercer un verdadero control”.

“En las galerías, esas mujeres que venden pescado les toca pagar. Allá todos los negocios tienen que pagar y la autoridad sabe muy bien lo que está pasando y prefiere mirar para el lado. Aquí el policía sabe dónde está el jíbaro, pero no lo va a buscar porque ese jíbaro sabe con quién ha tenido negocios. Ni la Alcaldía ni nadie dice nada”, señala el dirigente.

Coinciden las personas consultadas en que las bandas han sacado provecho del control territorial y que buena parte de ese fortalecimiento del crimen vino de la mano de la famosa tregua entre Shottas y Espartanos.

“La tregua solo permitió la inclusión de nuevos modelos delictivos y la salud de sus finanzas. Hablaban de paz en la mesa y por debajo seguía la comunidad padeciendo el yugo de estas organizaciones que dicen que están sentadas con el Gobierno pactando la paz”, asegura el líder social.

Del desbordamiento de la cartelización y la extorsión habla el hecho de que ahora nadie puede hacer reparaciones o construir en Buenaventura sin pagarle a la banda que controla su barrio.

Los Shotas secuestraron y torturaron a un hombre para que les pagara $500 millones; así fue cómo la víctima logró escapar
Los Shotas secuestraron y torturaron a un hombre para que les pagara $500 millones; así fue cómo la víctima logró escapar | Foto: Fiscalía General

“No es solo la canasta familiar; todo el que compra un bulto de cemento tiene que pagarle a estas bandas un ‘impuesto’ de $2000. Y si usted va a construir le cobran. Por el primer piso paga una plata y por el segundo paga otra, y de ahí para arriba”, explica un comerciante del sector de la ferretería.

Antes de cerrar este informe una llamada de una de las fuentes advierte que también se paga por cada canasta de cerveza un impuesto de $5000. “No se le olvide que no me puede mencionar porque me hace matar”, reitera.

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