Salud
¿Qué tan dañino puede ser el café para los riñones?
Los riñones ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas como sodio, potasio y calcio en el cuerpo.
Son diferentes los nutrientes y beneficios que deja el consumo del café para el organismo, entre las principales están sus fuentes antioxidantes, las cuales ayudan a neutralizar los radicales libres que están dirigidos al estrés oxidativo. Además, ayuda a proteger el cuerpo en el envejecimiento.
Sin embargo, el café recomiendan que se consuma con moderación, debido a que también presenta algunos efectos secundarios como el insomnio, taquicardia, nerviosismo, dolor de estómago o elevar la presión arterial. Cabe señalar que este también está identificado como un estimulante en cuanto al rendimiento físico y la función cerebral.
Aunque estas recomendaciones, por lo general, funcionan para las personas que no presentan ningún problema de salud y siguen una dieta balanceada y saludable, este consumo puede variar con base en algunas enfermedades que pueda tener el organismo.
Andrés Díaz López, miembro de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) e investigador en el Ciberobn, explicó que el consumo del café con cafeína puede generar problemas en la función renal de los adultos que padecen síndrome metabólico.
Por otro lado, los especialistas están de acuerdo en que este fenómeno se observa particularmente en personas mayores que presentan sobrepeso y síndrome metabólico, que incluyen también condiciones como diabetes, obesidad, hipertensión, niveles elevados de triglicéridos y bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL).
Es importante resaltar que las enfermedades renales son un problema grave de salud que llega a al afectar a más del 10 % de la población adulta. Sin embargo, las cifras tienen a ir en aumento en quienes son mayores de 60 o 65 años.
“Esta, se ha considerado siempre, aumenta la hipertensión y, por tanto, produce un incremento de la hiperfiltración, y esa hiperfiltración, mantenida a lo largo del tiempo, es lo que va a producir un deterioro del riñón”, explicó Díaz, principal autor de la investigación que se publicó en Scientific Reports.
Además, agregó que los mecanismos por los cuales el café se asocia con un empeoramiento de la función renal en esta población de alto riesgo cardiovascular están mediados por su consumo de cafeína.
Otros de los alimentos que los expertos médicos recomiendan no consumir son aquellos que tienen un alto contenido de potasio, tales como algas, plátanos, chocolate, café liofilizado, patatas y ciertas verduras. Para reducir el contenido de potasio en las verduras frescas, se recomienda utilizar la técnica de doble cocción.
Además, algunos tipos de refrescos como los azucarados, las bebidas con sabor a fruta o los tés embotellados, no deberían ser consumidos. Por otro lado, se debe reducir o eliminar la ingesta de sodio, que además de la sal, se encuentra en alimentos enlatados, quesos curados, comidas rápidas, embutidos, salchichas y fiambres.
Alimentos que benefician al riñón
Gracias a su contenido de vitaminas, ciertos alimentos se convierten en aliados destacados para la salud de nuestros riñones. Estos alimentos son especialmente beneficiosos para la función de filtración del órgano, ya que contienen niveles significativos de potasio, lo que estimula la producción de orina.
Estos alimentos también contribuyen a mantener el sistema renal en buen estado y ofrecen numerosas ventajas para el control del colesterol. Esta relación es especialmente relevante debido a la estrecha conexión entre la salud del corazón y la de los riñones.
Los cálculos renales y otros trastornos relacionados con la salud de los riñones están experimentando un aumento en su incidencia. Por tanto, es crucial tener en cuenta una dieta que promueva un impacto positivo en este órgano, en particular entre la población de edad avanzada.
Los principales factores que pueden ejercer un efecto negativo en la salud renal, como la hipertensión y los niveles elevados de azúcar en la sangre, están estrechamente vinculados a nuestros hábitos alimenticios.