Salud
¿Por qué no llega a todos? La terapia contra el cáncer que está salvando casos desesperados
Su nombre hace referencia a la “terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos”, y ya se ha usado para combatir varios tipos de tumores de la sangre,
Son muchos los avances que ha hecho el mundo de la ciencia, y en especial en el campo de la medicina, pues hace poco se dio a conocer la eficacia de una alternativa farmacológica que apuesta por reforzar el sistema inmunitario humano y que se conoce como CAR-T.
Su nombre hace referencia a la “terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos”, y ya se ha usado para combatir varios tipos de tumores de la sangre, por ejemplo, el linfoma B de células grandes, linfoma de células de manto, mieloma múltiple y leucemia linfoblástica aguda.
Según se ha dicho, los linfocitos T son las células encargadas de defender al ser humano de gérmenes, sustancias extrañas y células tumorales, por lo que estos funcionan como receptores haciendo que reconozcan de forma específica un antígeno que solo está presente en las células del cáncer. Estas células producen una respuesta inmune que se mantiene en el tiempo, ya que persisten y se multiplican dentro del individuo, acotaron expertos en el tema.
No obstante, pese a demostrar su efectividad en muchos pacientes, ha surgido una cuestionamiento cada vez más amplio, ¿por qué no todos los pacientes que sufren de estos tipos de cáncer pueden recibirla?
La respuesta es, porque la medicina sale del propio cuerpo del paciente. Según explicó a un reconocido medio internacional, Fermín Sánchez-Guijo, experto del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y jefe de la Unidad de Terapia Celular y Medicina Regenerativa del Hospital Universitario de la capital salmantina, el CAR-T “no tienen nada que ver con el concepto de medicamento corriente”, pues consiste en extraer linfocitos T del propio paciente, enviarlos a una unidad de producción celular e insertarles un receptor quimérico por medio de ingeniería genética, y regresarlas al paciente con el fin de que sean estas mismas células las encargadas de combatir aquellas que se han vuelto tumorales.
Y, en general, este tratamiento solo aplica para aquellos que no han recibido un trasplante o no han respondido a otros tratamientos. Y por si fuera poco, se suma el tema de los costos, pues estos en muchos casos, puede que no sean asumibles por los sistemas sanitarios.
¿Cómo funciona el tratamiento?
Un tratamiento que consiste en modificar genéticamente las células inmunitarias del cuerpo reduce en 74% el riesgo de avance de la enfermedad de personas con un tipo raro de cáncer de sangre, según los resultados del estudio publicados el lunes.
Si bien, el uso de este último “se ha generalizado, también lo ha hecho la cantidad de pacientes cuya enfermedad ya no responde al tratamiento”, dijo la oncóloga Oreofe Odejide en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Médica, donde se presentaron los resultados.
Carvykti “ofrece resultados notablemente efectivos en comparación con las opciones actuales de los pacientes” y “puede usarse de manera segura en una etapa más temprana del tratamiento”, añadió Odejide, que no participó en este estudio.
En el ensayo clínico, la mitad de los pacientes recibieron Carvykti y la otra mitad un cóctel de medicamentos comúnmente recetados en la actualidad, incluida la quimioterapia y los esteroides.
“Después de una media de seguimiento de 16 meses, los investigadores encontraron que ciltacabtagén autoleucel redujo el riesgo de avance de la enfermedad en un 74% en comparación con los tratamientos estándar”, dijo un comunicado.
El mieloma múltiple es un cáncer de la sangre que afecta un tipo de glóbulos blancos llamados células plasmáticas o plasmocitos y puede causar daños graduales en los huesos, los riñones y el sistema inmunitario.
Afecta a siete de cada 100.000 personas cada año, según la Clínica Cleveland. El riesgo aumenta con la edad, y tiene mayor incidencia en hombres y personas negras.
Actualmente no existe una cura, aunque su avance puede retrasarse o detenerse durante mucho tiempo.
El nuevo tratamiento consiste en extraer las células T con receptor de antígeno quimérico (CAR) del paciente y modificarlas genéticamente en un laboratorio para que tengan proteínas específicas llamadas receptores que puedan buscar y destruir las células cancerosas.
Durante el ensayo clínico, el número de acontecimientos adversos graves o potencialmente mortales fue ligeramente superior en el grupo que recibió Carvykti que en el otro (97% frente a 94%). Además, tres cuartas partes de los participantes sufrieron una reacción inmunitaria excesiva y aproximadamente 5%, un síndrome de neurotoxicidad.
Los investigadores continuarán dando seguimiento a todos estos pacientes para determinar los efectos a largo plazo y el impacto en la calidad de vida de estos tratamientos. El ensayo clínico fue financiado por Janssen Research & Development y Legend Biotech USA.
Con información de El País y AFP