Salud
Las claves para entender lo que hay detrás del Asperger, más allá del caso Petro
Dentro de los trastornos del espectro autista, el llamado síndrome de Asperger es la condición más leve. Una mirada a la condición que ahora es parte del debate político en Colombia.
Cuando Juan Fernando Petro aseguró ante millones de televidentes que él y su hermano, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, padecían el síndrome de Asperger, desató una ola de especulaciones en la opinión pública que generó una confusión sobre los trastornos del neurodesarrollo, así como estigmatización hacia todas las personas que los padecen.
Por esta razón, dos organizaciones académicas intervinieron en el debate para encauzar la política por un camino y la medicina por otro. La Universidad de los Andes, a través de su Programa de Acción por la Igualdad y la Inclusión Social (PAIIS), publicó en un comunicado que “los conflictos que enfrenta nuestra sociedad, en buena medida, tienen que ver con la perpetuación de imaginarios que dividen a las personas entre normales y anormales, bajo el precepto de que solo son válidas determinadas maneras de existir”.
Mientras que la Asociación Colombiana de Facultades de Psicología solicitó preocuparse más por “la educación de la población en temas de salud mental”.
Trastorno del espectro autista
De acuerdo a estas recomendaciones, especialistas en psiquiatría y psicología aclaran dudas y explican con mayor precisión qué son los trastornos del espectro autista, el síndrome de Asperger, entre ellos, y cómo en la actualidad se diagnostica y trata la neurodiversidad.
Es conocido popularmente como síndrome de Asperger, pero lo cierto es que a nivel médico, desde el año 2013, esta condición se incluye dentro de los trastornos del espectro autista.
La doctora Lucía Carolina Osorio Acuña, médica psiquiatra infantil y de adolescencia de la Fundación Valle del Lili y docente de la Universidad Icesi, explica que “en la descripción del DSM-5, el ‘Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales’, actualizado en 2013, que contiene los criterios para diagnosticar a los pacientes, se eliminó la entidad de síndrome de Asperger que se encontraba antes dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, y actualmente se unificó en un nuevo gran grupo, el de trastornos del espectro autista”.
Sin embargo, las personas con esta condición tienen “un compromiso leve y de alto funcionamiento”, indica la doctora Osorio Acuña, graduada de la Universidad del Bosque. Es decir, que a diferencia del autismo moderado o severo, estas personas desarrollan interacciones más fluidas y pueden llegar a tener una comunicación funcional.
Para María Eugenia Villalobos, psicóloga clínica y docente de la Universidad del Valle, “no es una enfermedad, sino un problema del desarrollo, estas personas tienen las competencias más o menos intactas, incluso, sólidas en algunos aprendizajes”.
Cada individuo con esta condición es único en sus síntomas, aunque hay características reiterativas.
La doctora Osorio Acuña indica que “los síntomas son un aislamiento social, alteraciones en la comunicación verbal —percibida como anormal—, porque tienen un vocabulario avanzado, aunque presentan dificultades en la prosodia, por lo que su timbre de voz, el tono y el ritmo suenan extranjeros. Tienen problemas en el contacto visual al interactuar con otros, sus expresiones faciales son inapropiadas o particulares”.
A nivel cognitivo, “desarrollan intereses muy intensos, pero restringidos a ciertas actividades, temas o prácticas; desde temprana edad tienen muy buena memoria, en especial en los detalles, son muy inteligentes y la mayoría poseen un coeficiente intelectual alto y no tienen retraso en el desarrollo del lenguaje, como sucede con un trastorno del espectro autista severo”.
Por su parte, el doctor César Augusto Arango Dávila, médico PhD., en Neurociencias, psiquiatra de la Fundación Valle del Lili y coordinador del postgrado en Psiquiatría de la Universidad Icesi, considera que estas personas son “autistas de alto rendimiento, que pueden tener gran funcionalidad a nivel educativo, social y laboral. Todo depende del diagnóstico temprano y un tratamiento multidisciplinario”.
Genio retraído del fútbol
Se ha especulado mucho sobre si Lionel Messi tiene un trastorno del espectro autista. Pero el futbolista jamás ha confirmado un diagnóstico, pese a que su personalidad enfocada y reservada pueda sugerirlo. No faltan quienes afirman que es autista y atribuyen a esto su talento, como aseguró en 2013 el exfutbolista brasileño Romario da Souza: “¿Ustedes sabían que Messi tiene el síndrome de Asperger? Es una forma leve de autismo, que le concede el don de la concentración por encima de todo y de todos”.
Defensora imparable del medioambiente
La activista sueca Greta Thunberg fue diagnosticada en su adolescencia dentro del espectro autista funcional.
Además del síndrome de Asperger, se ha conocido que padece trastorno obsesivo-compulsivo y mutismo selectivo.
Pero, antes que asumirlos con limitantes, ha afirmado que esto le ha permitido dedicarse con más empeño a su lucha contra el cambio climático y sus campañas contra los gobiernos que no toman medidas concretas y las empresas que contaminan el planeta. Es un ejemplo de neurodiversidad.
Un visionario no muy sociable
Elon Musk, el multimillonario fundador de las empresas Tesla, SpaceX y Neuralink, y dueño de la red social X, antes conocida como Twitter, también es una persona con autismo funcional, según él mismo lo afirmó en una edición del programa Saturday Night Live al que fue invitado como anfitrión; en su intervención de apertura confesó que “esta noche estoy haciendo historia al ser la primera persona con síndrome de Asperger invitada en el programa”. Su carácter analítico y perseverante lo respaldan.
Superó el déficit de atención para hacer historia
Michael Phelps es el atleta olímpico con más medallas de oro en la historia, un total de 28. Considerado un deportista superdotado, sin embargo, en su infancia presentó TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), tipo de autismo que no permite a los niños concentrarse.
Como él mismo reveló, la natación fue su mejor terapia, “una vez que descubrí cómo nadar, me sentí muy libre. Podía nadar rápido en la piscina, en parte porque al estar dentro de la piscina mi mente se calmaba. En el agua me sentí en control por primera vez”.
El director de cine obsesionado con la soledad
Tim Burton logró plasmar en sus producciones un universo marcado por la muerte y la soledad, habitado por personajes excéntricos, casi siempre con problemas para interactuar con los demás, desde ‘El joven manos de tijeras’, hasta ‘Merlina’. Algunos han relacionado su cine y su personalidad serena con el autismo.
De hecho, aunque no se conoce un diagnóstico, su exesposa, la actriz Helena Bonham Carter, ha generado esta asociación con algunos de sus comentarios, como que es un hombre “reconcentrado y obsesivo”.