Salud
Estos son los motivos por los que la esclerosis múltiple afecta más a las mujeres
La esclerosis es una enfermedad que aunque aún no tiene cura para la EM, pero sí existen algunos tratamientos con los cuales se puede mitigar la sintomatología.
En el mundo existen cerca de 2.5 millones de personas con EM, siendo de dos a tres veces más frecuente en mujeres que en hombres, según datos de la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple; y según la Asociación Colombiana de Neurología, la prevalencia de la EM en Colombia, es de unos 7 casos por cada 100.000 habitantes, lo que significa que en el país habría poco más de 3.000 casos.
Esta es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta principalmente el cerebro y la médula espinal. En la EM, el sistema inmunológico del cuerpo ataca la mielina, que es una sustancia protectora que recubre las fibras nerviosas. Por otra parte, algunas personas con EM pueden experimentar entumecimiento, hormigueo, sensaciones de picor o dolor en diferentes partes del cuerpo.
Esto da lugar a la formación de cicatrices (esclerosis) en el tejido nervioso, lo que interfiere con la transmisión normal de los impulsos eléctricos entre las células nerviosas. Las causas exactas de la EM aún no se conocen con certeza, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales.
Se han planteado diversas hipótesis que están siendo objeto de investigación intensiva en los últimos años.
Una de las posibles explicaciones es la mayor complejidad del sistema inmunológico en las mujeres, que interactúa más con el sistema endocrino (hormonal) femenino.
Se considera que los niveles de hormonas sexuales femeninas, especialmente los estrógenos, desempeñan un papel crucial en esta enfermedad. Estas hormonas podrían ser la razón por la cual las mujeres tienen una mayor predisposición a la forma Remitente Recurrente de la esclerosis múltiple, pero a su vez tienen un menor riesgo de desarrollar la forma Primaria Progresiva o de presentar síntomas cognitivos durante la edad reproductiva.
Las mujeres con esclerosis múltiple pueden enfrentar desafíos adicionales debido a la combinación de los síntomas de la enfermedad y las responsabilidades familiares o laborales. El manejo de la fatiga, los problemas de movilidad y otros síntomas puede requerir un enfoque de autocuidado adaptado a las necesidades individuales.
Se ha encontrado que las hormonas sexuales femeninas, especialmente los estrógenos, pueden influir en la enfermedad. Durante el embarazo, muchas mujeres experimentan una disminución en los brotes de EM, posiblemente debido a los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo. Sin embargo, después del parto, algunas mujeres pueden experimentar un aumento en los brotes.
Los síntomas de la esclerosis múltiple varían ampliamente y pueden incluir fatiga, debilidad muscular, problemas de coordinación, dificultades para caminar, problemas de visión, problemas de memoria y concentración, y trastornos del habla, entre otros. El curso de la enfermedad puede ser impredecible, con períodos de exacerbaciones y remisiones.
Otros de los síntomas son la fatiga y puede afectar significativamente la calidad de vida. La fatiga relacionada con la EM es diferente de la fatiga normal y puede ser abrumadora. La debilidad muscular, dificultad para caminar, falta de equilibrio, espasmos musculares y problemas de coordinación motora fina, son otra manera en la que se manifiesta esta enfermedad, que hasta hoy no tiene cura.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar ampliamente entre los individuos y pueden cambiar con el tiempo y uno de los más notorios son los problemas emocionales: La depresión, la ansiedad y los cambios de humor son comunes en las personas con EM.