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¿Cuándo se considera que una persona es alcohólica? Expertos revelan las señales
Para su diagnóstico es necesario el apoyo familiar, porque los pacientes no siempre buscan ayuda por sí mismos.
Son muchas las señales que una persona puede enviar para demostrar que algo le esta sucediendo. Uno de esos inconvenientes que puede llegar a arruinar a quien la padece es el alcoholismo.
La OMS lo define como “cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno”.
A esto se suma que beberlo en exceso puede llegar aumentar el riesgo de muerte por accidentes automovilísticos, lesiones, homicidios y suicidios.
Ojo con las señales de alerta
El alcoholismo es una enfermedad progresiva que se caracteriza por el consumo compulsivo y descontrolado de alcohol.
Esto lleva a que se generen cambios en el comportamiento de quien la padece. El problema se ahonda cuando existen señales que no todos son capaces de identificar para que reconocer que ese consumo se está convirtiendo en una adicción. Por ello tenga en cuenta lo siguiente:
Uno de los síntomas a los que debe estar alerta es el deseo de la persona de beber constantemente. “Quien sufre de alcoholismo normaliza el estado de embriaguez en prácticamente todos los aspectos de su vida”, según mencionan los profesionales del Instituto Europeo Alfi, especialistas en adicciones.
“Estar ebrios genera una sensación de placer tan grande que puede volverse más importante que comer o dormir”, mencionan los especialistas.
Tenga presenta además que los alcohólicos tienden a aumentar la ingesta progresivamente.
Otro punto es que normalmente estas personas tienden a descuidar sus responsabilidades ya sea sociales, laborales o de estudios.
Los expertos de la Clínica López Ibor, recalcan que estas personas normalmente pasan más horas bebiendo que realizando otras tareas, ya que beber se convierte en su prioridad.
Cambios emocionales
Otro punto que debe ser vigilado es cuando se presentan los cambios emocionales como la irritabilidad, agresividad, angustia y tensión, incluso en estado de sobriedad.
En las primeras etapas de la enfermedad los cambios son emocionales, pero no tardan en aparecer cambios físicos, como el aumento o la pérdida de peso. Con frecuencia descuidan incluso su apariencia personal y se produce una falta de concentración.
A lo que se suma la aparición de los problemas de salud, como síntomas de cirrosis hepática, que amarillea la piel, entre otros efectos.
El portal 20 Minutos señala además que si al dejar el alcohol por un tiempo aparecen síntomas del síndrome de abstinencia, como ansiedad, fiebre, sudores o insomnio, esto entonces ya se trata de una adicción, la cual necesita ayuda de profesionales.