Política
Fenómeno Bukele: 67 % de los colombianos están de acuerdo con una megacárcel como en El Salvador
Nayib Bukele es el presidente con mayor aprobación en América Latina.
El crimen en El Salvador prácticamente se terminó. Ese país acaba de cumplir un año sin homicidios y mientras una parte del mundo da su visto bueno y apoya, algunas organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Human Rights Watch han criticado su ejecución y puesta en marcha.
Por eso, casi 3 meses después de la publicación del traslado de los presos a la nueva cárcel, los colombianos, desde este lado del continente, siguen dando una respuesta positiva al trabajo que está realizando el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Una encuesta realizada por un medio de comunicación nacional indagó la percepción que 700 colombianos tienen con respecto a la megacárcel en el país centroamericano; el resultado arrojó que el 67 % de los encuestados manifiestan estar de acuerdo con ese nuevo espacio que fue construido para albergar a 40 mil presos, mientras que el 17 % restante no está de acuerdo, pero este porcentaje corresponde a personas que no sabían del tema o no respondieron.
La encuesta tuvo un foco en 20 de las ciudades capitales y 6 municipios de Colombia y se realizó vía llamadas telefónicas. Este trabajo dejó ver resultados importantes, ya que en la región central del país (el 73 %) o en Bogotá (el 70 %) respaldan la cárcel, mientras que en la región Pacífica la respuesta positiva es inferior y se ubica en el 55 %.
🇸🇻❤️🇨🇴 https://t.co/BryC57xl9x
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 15, 2023
Por otra parte, el 55 % de los encuestados respondieron en dicho estudio que les gustaría que Bukele fuera el presidente de Colombia, y apenas el 26 % respondió que no les gustaría. Nuevamente, la gestión del presidente salvadoreño se destaca en las regiones oriente y central, mientras que fue menor en el Pacífico colombiano.
El régimen de excepción que instaló el presidente Bukele en El Salvador para combatir a las pandillas ya cumplió un año. La medida ha logrado desarticular a las pandillas en regiones donde antes era casi imposible ingresar, pero lo ha hecho a costa de restringir libertades individuales y derechos de los ciudadanos.
Bajo esa medida, las autoridades pueden capturar a cualquier ciudadano, solamente por sospecha. Según datos publicados por el medio El Faro, hasta enero de 2023 habían sido capturadas 63.000 personas.
Un año sin homicidios
El pasado viernes, el presidente de El Salvador informó a través de Twitter que su país cumple un año completo sin que se hayan registrado homicidios, poniendo así en valor la llamada “guerra contra las pandillas”, plan de seguridad que le causó gran molestia al presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Cerramos el 10 de mayo de 2023, con 0 homicidios a nivel nacional.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 11, 2023
Con este, son 365 días sin homicidios, todo un año. pic.twitter.com/NlSqVxXdhx
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, Gustavo Villatoro, celebró que este es “un logro que demuestra el compromiso y la determinación de un Gabinete de Seguridad que trabaja articuladamente”.
“Un hito histórico. Desde 2019 cuando el presidente Bukele inició su gestión de Gobierno, comenzamos a escribir una nueva historia para El Salvador, no ha sido fácil, pero tampoco imposible”, manifestó Villatoro en su perfil de Twitter.
Cabe recordar que el Gobierno de El Salvador decretó en marzo del año pasado el estado de excepción tras una sucesión de jornadas violentas en el país. Desde entonces ha sido prorrogado en sucesivas ocasiones y ha facilitado la detención de más de 66.000 presuntos pandilleros.
La medida no ha estado exenta de polémica, pues, a pesar de que parte de la población valora positivamente los resultados, más allá de las fronteras salvadoreñas se suceden denuncias por violaciones de Derechos Humanos.
Las autoridades del país centroamericano han detenidos a millares de presuntos pandilleros a los que, tras saturar los centros penitenciarios del país, ha enviado a una megacárcel –oficialmente denominada Centro de Confinamiento del Terrorismo– construida en tiempo récord y con capacidad de acoger hasta 40.000 reclusos.