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Expertos vaticinan un cónclave muy difícil; estas son las razones
No hay claridad sobre la línea que tendrá el nuevo Póntifice. Siguen los preparativos para la jornada del miércoles.

Las nueve reuniones que se han hecho, previas a la elección del nuevo Papa, hacen pensar que el cónclave del próximo miércoles será breve. Sin embargo, otros tienen otra interpretación por las grandes diferencias ideológicas que hay sobre la mesa.
El experto en temas del Vaticano, Marco Politi, dice que este será el cónclave más espectacular de los últimos 50 años. “Es el primer cónclave en 50 años en el cual hay una fuerte sensación de fractura en la Iglesia”.
“Un número enorme de cardenales proviene de los lugares más alejados del mundo y una gran parte de ellos no conoce a los demás, ni los mecanismos del gobierno central de la Iglesia. Porque tal vez sean buenos sacerdotes en su región (...) pero no tienen la experiencia de la máquina central. Muchos no han pasado por Roma y también a menudo tienen dificultades con el idioma porque el italiano ya no es la lengua vehicular. Todo esto hace que este cónclave sea difícil”, aseguró en una entrevista para la AFP.
Para el experto, se puede decir irónicamente que habrá una elección entre un Papa que frene y uno que avance lentamente. Porque se sabe que no habrá un Francisco II.

“Francisco fue muy impulsivo y cambió las cosas a través de gestos, palabras repentinas, aunque meditadas. Ahora, precisamente porque existe esta idea de reunir a todos de nuevo, se necesita una gestión más cuidadosa, más colegiada. Francisco trabajaba poco en equipo con las oficinas de la Curia, hay cardenales que lo critican porque no convocaba al Colegio Cardenalicio”.
Sergio González, profesor de Derecho Canónico en la Universidad Javeriana, considera que es difícil saber qué prevalecerá en la elección del nuevo Pontífice porque si bien Francisco fue un Papa muy querido fuera de la Iglesia, por los fieles comunes y corrientes, por su sencillez, por su cercanía, por su lenguaje, “no es menos cierto que al interior del clero, al interior de la jerarquía de la Iglesia, generó varias miradas y reacciones”.
Es decir que algunos grupos comulgaron plenamente con su idea de Iglesia, pero otros se separaron en algunos aspectos de la línea de Francisco y otros fueron unos críticos. “Y no sabemos en este momento cómo estén representados esos grupos dentro del Colegio Cardenalicio. Si es por números, uno pensaría que de los 133 cardenales que conforman este cónclave, 110 fueron nombrados por Francisco, lo que permitiría deducir que en honor y en gratitud a Francisco siguieran su línea dando continuidad”.
Para Marco Politi, uno de los puntos clave a abordar es la capacidad de revitalizar la Iglesia. Ninguno de los tres últimos papas --Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco-- ha logrado superar la crisis de la Iglesia en sus estructuras diocesanas y parroquiales.

“Las vocaciones han seguido disminuyendo (...) y eso es motivo de preocupación. El próximo Papa debe ser capaz de recomponer, de dar un nuevo impulso a la vida religiosa en la base, de tener presencia internacional, como Francisco, y de hablar con la gente. Es decir, tener carisma”.
Por ejemplo, con posiciones muy conservadoras sobre la homosexualidad y la inmigración, el guineano Robert Sarah es una figura destacada entre los cardenales tradicionalistas críticos del difunto papa Francisco.
A sus 79 años, Sarah es uno de los cardenales de mayor edad que participarán en el cónclave este miércoles, y casi se queda fuera, ya que cumple 80 años el 15 de junio, una edad que lo habría inhabilitado para elegir al sucesor del Papa argentino.
Por el contrario, el cardenal maltés Mario Grech, que jugó un papel clave en los esfuerzos de Francisco para fortalecer a los católicos de a pie, es un mediador de paz y posible candidato de compromiso para el papado.

Grech, de 68 años, es secretario general del sínodo: lidera el organismo que recaba información de las iglesias locales sobre temas cruciales como el lugar de las mujeres en la Iglesia o el matrimonio de personas divorciadas, y se la transmite al papa.
Sin embargo, entre los más opcionados se menciona a Peitro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano con 70 años y el filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, reconocido por ser un sacerdote cercano a la gente. Aseguran que podría tener una gran influencia, teniendo en cuenta que su país tiene la mayor concentración de católicos.
Por ahora, el Vaticano informó que los cardenales podrán instalarse en la que fue la residencia del papa Francisco (Casa Santa Marta) desde la tarde del martes hasta la mañana del 7, día en el que da inicio el cónclave, antes de la Misa Pro eligendo Papa.
*Con información de AFP y redacción de El País
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