Y fantoches a la dura lona

Miles de gentes en Palmira, Cali y Jamundí aplaudieron al Ejército colombiano luego de rescatar a 70 militares secuestrados por el hampa. Los hampones capturados, esos matones encapuchados, pagarán sus fechorías.

Cuando los fanáticos terroristas iraníes ordenaron volar hace 17 años en Buenos Aires el edificio de la mutual israelita AMIA, se graduaron de criminales. Allí mataron a 197 personas, a judíos marginados, buena gente, buenos vecinos que no le hacían mal a nadie.

Esos terroristas que venían amenazando al mundo con estrenar bombas nucleares, recibieron un latigazo de Donald Trump, una humillación bien merecida por fantoches. Ellos han cometido actos terroristas en el Medio Oriente y en Europa.

Buenas, buenas, los gobernantes de Irán tras el bombardeo gringo, tuvieron que bajar el tono hasta la humillación porque con Trump la cosa es seria y sin carreta. Se creían invencibles para destruir a Israel, hoy están en la zona del ridículo.

Buenas buenas, esos iraníes guerreristas no tendrán la bomba nuclear con la que venían amenazando. Nos alegramos los pacifistas, esos fanáticos chiitas no podrán seguir sus amenazas.

Los inteligentes gringos e israelíes les madrugaron aplicándoles la guerra preventiva, “si planeas matarme me toca anticiparme y te disparo antes”. Eso dijo un serio General israelí.

Y como en este mundo abundan los gobernantes fantoches, megalómanos y soberbios modelo Chávez y el ordinario Nicolás Maduro, a la lista entró la expresidente de Argentina, la hoy multimillonaria Cristina Kirchner. Entró a su lujoso apartamento de Buenos Aires como detenida porque a un íntimo amigo multimillonario le hizo ganar, en sucios contratos, 48 millones de dólares para dividirlos luego. A ella le probaron los jueces su mala conducta y que recibió la mitad del zarpazo financiero.

Ella paga cárcel ahora por ser una falsa socialista, una ladrona de dineros públicos, una derrochona en autos, joyas, lujos y diamantes. A nombre del partido peronista abusó del poder junto a sindicalistas ladrones que allá abundan.

Le bajaron el moño los jueces argentinos a Cristina la reina de la demagogia, la que apoyó a sindicalistas traidores. Cristina pagará en una comodísima mansión sus fechorías. La obligaran a devolver 500 millones de dólares al pueblo argentino que trabaja, paga impuestos, ama el fútbol y quiere a Messi, Gardel y Maradona.