Columnista
Recuerdos
Empecé a escribir semanalmente bajo el seudónimo de Martina. Recuerdo que mi primer artículo se tituló ‘Estoraques’.

Aura Lucía Mera
29 de abr de 2025, 03:06 a. m.
Actualizado el 29 de abr de 2025, 03:07 a. m.
Recién casada. Bogotá. Embarazada de mellizos. Náuseas permanentes. Agarré la máquina de escribir y hojeando revistas europeas decidí escoger unos temas, acondicionarlos para no ser acusada de plagio y mandarlos a El País con diferentes seudónimos para dar la impresión de que había varias colaboradoras… Temas femeninos o de interés general, algunos un poco subversivos.
Esos artículos fueron una especie de ‘embrión’ de lo que posteriormente bajo la batuta de Beatriz López, una de las mejores periodistas que he conocido en mi vida, fue la Página Femenina. Regreso a Cali, nacimiento de mellizos, cositas diminutas que solo pude conocer a los dos días, yo maltrecha y ellos en incubadora. Se los encomendé a Dios y les mandé un besito lleno de amor.
Empecé a escribir semanalmente bajo el seudónimo de Martina. Recuerdo que mi primer artículo se tituló ‘Estoraques’. Ya los bebés tenían forma humana y me los gozaba. Poco a poco fuimos armando el rompecabezas de la Página Femenina. Y decidimos escribir todas bajo seudónimos para crear una mayor expectativa. Éxito total. Fue la primera Página Femenina (no solo de temas femeninos, sino escrita por un grupo de mujeres) que tuvo el periodismo colombiano. Después surgió en El Espectador.
Ula, Elma, Martina, Rueda Loca, entre otros ‘nombres’. Mujeres rebeldes, con criterio propio, formadas, inconformes. Después de algunos años nos quitamos la careta. Muchas siguieron el camino de la literatura o el periodismo. Yo, una de ellas. Recuerdo en especial a Aura Becerra de Mera (la madre que me parió) irreverente, prosa perfecta y reflexiones profundas. Marcó historia la pelea que inició Popayán contra ella, rasgándose las vestiduras en El Paraninfo por un artículo crítico, humorístico y real.
Nació Nieves. Consuelo Lago le dio la vida a este personaje, convertido en ídolo nacional… pasan los años. Nieves y Hétor nos siguen nutriendo con sus comentarios agudos, inteligentes y llenos de humor, a veces cáustico y crítico, que describen la realidad de este país.
Me alejé muchos años. Quito. Bogotá fueron mis destinos alternos. Regresé a Cali y retomé mi columna semanal, ya con mi firma. Siempre he tenido el respeto y la aceptación, aunque muchas veces mis opiniones no concuerdan con la línea del periódico, pero jamás me ‘colgaron’. Discusiones varias, pero siempre publicadas.
Amo escribir, creo que las teclas de máquinas y tablets son mi catarsis, mi tubo de escape; si no escribiera me ahogaría, estoy segura, como también lo soy de ser honesta conmigo misma.
El País de Cali ha sido mi segundo hogar. Recuerdo a su fundador, mi ex suegro, vital, apasionado, enérgico. Sus hijos y nietos, directores. Periodistas inolvidables como Raúl Echavarría Barrientos, Jorge Arturo Sanclemente, José Hugo Ochoa, adalides y líderes. Y quiero mencionar con especial afecto y admiración a Beatriz López, compañera de aventuras reporteras en cárceles, con las parturientas de Buenaventura, salas de cirugía, en fin, compañera del alma y maestra valiente.
El País cambió de manos, pero su identidad y liderazgo siguen. Son setenta y cinco años informando sin interrupción.
Un sueño que empezó en una casa vieja de la Calle Quinta y se convirtió en realidad y seguirá adelante. Felicitaciones al equipo al mando del timonel y a todos los que siguen perteneciendo a esta gran familia.
Recuerdos, nostalgias, tormentas y vendavales compartidos, adioses tristes, lutos, pero siempre adelante. El periodismo es una adicción de la cual no me quiero alejar jamás…
Aura Lucía Mera
Periodista. Directora de Colcultura y autora de dos libros. Escribe para El País desde 1964 no sólo como columnista, también es colaboradora esporádica con reportajes, crónicas.
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