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El verdadero conocimiento del otro
La calidad de la relación entre dos personas se pone a prueba en el conflicto.

18 de may de 2025, 12:49 a. m.
Actualizado el 18 de may de 2025, 12:49 a. m.
Uno de los factores que conspiran contra la estabilidad de la pareja es el desconocimiento del otro. Muchos ignoran si la persona con quien han entrado en serias profundidades románticas tan rápidamente es equilibrado y capaz de amar.
Simplemente, asumen que es así porque luce cariñoso y solícito, lo cual muchas veces es un error que ocurre porque el atractivo físico, las conveniencias o el enamoramiento han atornillado la elección desde el comienzo.
Las condiciones humanas, especialmente las imperfecciones, se camuflan durante el proceso de conquista que solamente está diseñado para complacer. Terminada la luna de miel se llega a la claridad y con ésta, no infrecuentemente, a las desilusiones. Una espera prudente -mucho mayor de la que muchos quisieran-, es requisito fundamental para una decisión responsable. Pues sólo el conocimiento verdadero del otro, permite una buena elección.
¿Qué es una espera prudente? o ¿Cuánto tiempo deben esperar unos enamorados para decidir que ya se conocen?, son preguntas que se hacen los afanados y para las cuales no hay una respuesta concreta.
No se trata sólo del tiempo que ha transcurrido desde la primera cita. Pueden haberse visto muchas veces, pero no se han conocido de verdad. Los encuentros apasionados periódicos le dan al romance la semblanza de perfección. Pero lo que ocurre en muchos casos es que no se ha avanzado mucho en el conocimiento mutuo, lo que lleva tarde o temprano al fracaso de la relación.
Si se trata de salvar una relación que vale la pena, es preciso:
* Vivir en la realidad, no en la fantasía del “pensar con el deseo”.
* Enfrentar las dificultades normales de la vida.
* Superar las diferencias hablando de ellas. No ocultándolas.
* No permitir que los diálogos queden inconclusos.
*Entender que terminar prematuramente una discusión sobre cualquier situación conflictiva es pésima estrategia, ya que no permite conocer importantes facetas de la personalidad del otro.
* Las discusiones civilizadas sobre cualquier tema, entre dos personas que quieren construir una relación sólida, permiten un conocimiento mejor del otro, al tiempo que impiden que se profundicen las diferencias. No hacerlo lleva a una convivencia entre dos desconocidos. Pues una relación “maquillada”, nunca permite saber si existe o no una verdadera compatibilidad.
Tampoco se sabrá si hay una capacidad para resolver los conflictos que invariablemente trae la cotidianidad. En esas circunstancias la relación tiende al deterioro y eventualmente se terminará por razones que nadie entendió a cabalidad.
La única manera de determinar la afinidad entre dos personas es que sean capaces de disgustarse por tener dos puntos de vista distintos y que puedan llevar el diálogo hasta sus últimas consecuencias. Que no les asuste estar disgustados y distantes por un tiempo, y que acepten sus respectivas responsabilidades. Si esta interacción se logra completar, la relación de pareja saldrá fortalecida.
Carlos E. Climent es médico de la Universidad del Valle y psiquiatra de la Universidad de Harvard. Durante30 años trabajó en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad del Valle, y durante 20 se desempeñó como miembro del Panel de Expertos en Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud.