Columnista
¿El que diga Petro?
El mayor riesgo político para la continuidad en el poder del Pacto Histórico deviene es de quedar atrapado en la mecánica electoral y las agrias disputas internas por ser candidato a la Presidencia...
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26 de ago de 2025, 02:55 a. m.
Actualizado el 26 de ago de 2025, 02:55 a. m.
Ya comenzó la disputa interna en el Pacto Histórico para suceder a Gustavo Petro en la Presidencia de la República el próximo 7 de agosto de 2026, esperando en todo caso que haya elecciones (yo confío en que sí las habrá) y que este país nuestro quede en las mejores manos, con el mejor proyecto de gobierno que sea posible.
¿Qué significa hoy que el gobierno quede en buenas manos? Para buena parte de los colombianos puede llegar a ser que gane cualquiera con tal de que el proyecto político del Presidente no vaya más. Para otros significa, ni más ni menos lo contrario, esto es, que el Pacto Histórico con su proyecto político de cambio tenga otros cuatro años más en el poder, por interpuesta persona, dado que no existe la reelección en Colombia, no obstante que desde el más alto nivel del gobierno se hayan escuchado voces como la del malogrado jefe de Gabinete, Alfredo Saade, agitando la idea de la reelección.
Digo que en el caso del Pacto Histórico se trata de continuar en el poder por interpuesta persona (sin demeritar las calidades de la persona eventualmente escogida) dado el enorme ascendiente y poder del presidente Gustavo Petro, al igual que del lado de la derecha lo es el poder y la influencia del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Y recuerdo bien que fue después del segundo mandato de este último, en el contexto de las disputas por la Presidencia que le siguieron, que se acuñó en el Centro Democrático el término “el que diga Uribe”, y así fue y muy seguramente lo seguirá siendo.
En el caso de la izquierda aglutinada alrededor del Pacto Histórico (que valga decir no es la única expresión de izquierda en la Colombia de hoy), tampoco tengo duda que su candidato o candidata será al final, el o la que diga Petro.
El asunto de la consulta interna que esta agrupación política ha decidido para escoger su candidato en el mes de octubre me parece un importante ejercicio de democracia interna, pero casi también un trámite inocuo y hasta riesgoso políticamente hablando. Resulta inocuo si de parte del Presidente no hay una expresión subrayada en mayúsculas y creíble con totales garantías de que respaldará lo que salga del proceso interno, y luego de la consulta interpartidista de marzo de 2026, algo sobre lo que aún, a pesar de sus llamados a la unidad para ganar en 2026, se muestra evasivo, por decir lo menos.
Y los peligros están en la posibilidad de irreparables y dolorosas fracturas, mediadas también por la manera como terminen de ser conformadas las listas, tanto la nacional al Senado, como las regionales a la Cámara de Representantes.
Pero en mi opinión, el mayor riesgo político para la continuidad en el poder del Pacto Histórico deviene es de quedar atrapado en la mecánica electoral y las agrias disputas internas por ser candidato a la Presidencia o por estar en las listas al Congreso, de lo cual ya hay los primeros indicios, dejando de lado lo que le puede interesar al electorado, es decir: ¿Qué van a proponer? Porque decir que se trata del proyecto del cambio versión 2.0 no será suficiente.
Ojalá la democracia interna en el Pacto Histórico sea respetada por todos, incluyendo o comenzando por el propio Presidente de la República. No obstante, en cuanto a candidaturas a la presidencia y la consulta interna ya acordada, tengo la sensación de que será al final el que diga Petro y para mí eso tiene ya un nombre: Roy Barreras.
Amanecerá y veremos…
Especialista en Cultura de Paz y Derecho Internacional Humanitario y Ciencia Política y Resolución de conflictos. Ha trabajado con instalacias del gobierno nacional, departamental y local así como entidades internacionales en temas de Convivencia, Reconciliación y Memoria Histórica. A estado en las transiciones de la guerra en varias naciones como Nicaragua y El Salvador y acompañó el proceso de reintegracion a la vida civil del M19 en Colombia